Sarampión y rubéola: la importancia de la vacuna

El sarampión y la rubéola son enfermedades infectocontagiosas con síntomas similares, pero con características que las diferencian. Para prevenirlas, la vacuna es clave.

El sarampión y la rubéola se transmiten de maneras distintas: por medio del aire, cuando se inhalan partículas del virus después de que alguien tose o estornuda; por contacto, cuando se está demasiado cerca de un portador; o mediante la gestación, cuando la madre le pasa la enfermedad al feto, siendo esta última situación la más riesgosa por las malformaciones que quizá genere en el bebé.

Mauricio Orrego, médico pediatra de SURA, afirma que la principal característica de ambos padecimientos es un brote rojizo, inflamado y cefalocaudal, es decir, que inicia en la cabeza y se extiende por el resto del cuerpo. Tanto el uno como el otro comparten síntomas, pero tienen diferencias que es importante conocer en favor de la prevención. Estas son:

1. En las dos infecciones se da el sarpullido, pero el del sarampión tiende a ser más fuerte o evidente.
2. El sarampión tiene un periodo de incubación de 7 a 21 días, mientras que el de la rubéola es de 12 a 23 días.
3. El primer síntoma en manifestarse en ambas enfermedades es la fiebre. Sin embargo, la temperatura del sarampión es más alta (39° o 40°C) y la de la rubéola, más leve (37° o 38°C).
4. El sarampión, no la rubéola, produce síntomas de gripe como secreción nasal o moqueo.
5. La rubéola, no el sarampión, ocasiona adenopatía o inflamación de ganglios detrás de las orejas o en la parte superior del cuello, por lo general. Esta suele manifestarse mucho antes de la fiebre o del brote y puede permanecer hasta diez días después de pasada la enfermedad.
6. El sarampión, no la rubéola, puede provocar conjuntivitis y tos durante dos o tres semanas.
   

Riesgos de contagio

“Casi el 50 % de las personas que tiene sarampión manifiesta los síntomas. Por el contrario, 9 de cada 10 personas que contraen rubéola no presentan la totalidad de los síntomas e, incluso, ninguno”, cuenta Orrego. En ese sentido, alguien con sarampión tal vez contagie a otros en un periodo de entre 1 y 3 días, en el que no sabe que está infectado y no tiene síntomas, y hasta 4 o 5 días después de ser diagnosticado con la enfermedad. El periodo de transmisión de la rubéola, por su parte, es de entre una semana antes de que aparezcan los síntomas y hasta 14 días después.

¿Quiénes son más vulnerables?

Los más expuestos suelen ser niños y mujeres embarazadas, así como cualquier individuo que no se haya aplicado la vacuna o no posea el refuerzo de esta. Otras condiciones de riesgo son:

Sarampión

• Déficit de vitamina A: puede originar neumonía o una complicación del sistema nervioso central, que pone en riesgo la vida o deja secuelas permanentes.
• Malnutrición.
• Deficiencia inmunitaria congénita o adquirida.

Rubéola

Esta enfermedad no tiene condiciones de riesgo, pero puede ser transmitida de la madre al feto, produciendo posibles malformaciones, problemas cardíacos, ceguera, entre otras enfermedades en el bebé.

¿Cómo prevenir el sarampión y la rubéola?

• La clave es, sin duda, la vacunación. Las vacunas que pueden aplicarse son la triple viral (sarampión, paperas y rubéola) y la bivalente (sarampión y rubéola). Es ideal que la primera dosis sea puesta entre los 12 y 15 meses; la segunda, entre los 4 y 6 años.
• Si tú o tus hijos ya cuentan con una dosis, revisa si es pertinente un refuerzo para que el sistema inmunitario tenga mayor protección.
• Para programar la vacunación, agenda la cita en epssura.com o llama al 489 7941 (si estás en Bogotá), 448 6115 (en Medellín), 380 8941 (en Cali) o 01 8000 519 519 (en el resto del país).
• Si tú o alguna persona cercana presenta alguno de los síntomas antes mencionados, hay que consultar al médico de inmediato.

Fecha de publicación: febrero 17 de 2022.

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