¿Qué es la anemia y cómo puedes prevenirla?

El autocuidado y la información son claves para mantenerte sano y evitar enfermedades como la anemia. Conoce un poco más sobre esta condición y las formas de prevenirla.

La deficiencia de hierro es una de las causas más comunes de la anemia, en especial, en mujeres en edad fértil (por trastornos en la menstruación), así como en embarazo o lactancia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de esta enfermedad en la población mundial es más del 30 %.

Además, “una de cada dos embarazadas y alrededor de un 40 % de los niños en edad preescolar padecen anemia” en los países en desarrollo, convirtiéndose esta en un problema de salud pública en la mayoría de los casos, según la OMS.

Jefferson Alejandro Pérez Mesa, especialista en medicina interna de SURA, explica qué es la anemia y comparte recomendaciones para prevenirla.

¿En qué consiste la anemia?

Jefferson Pérez (JP): “Para entender la anemia primero hay que hablar de la sangre y explicar que está compuesta por células y líquido (plasma). Dentro de las células hay glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. La anemia se refiere a la reducción de glóbulos rojos en la sangre. Los glóbulos rojos están formados, entre otros componentes, por unas proteínas que se llaman hemoglobinas, encargadas de unir moléculas de oxígeno para transportarlas a todos los órganos y tejidos del cuerpo. Para detectar la anemia nos basamos en la medición de la hemoglobina (Hb). En mujeres, valores de Hb menores a 12.5 gramos por decilitro (g/dl) se consideran anemia, mientras que en hombres, los valores menores a 13 g/dl”.

¿Cuáles son los síntomas de la anemia?

JP: “Dependen del grado de severidad y el tiempo de instauración. Pueden ir desde el estado asintomático hasta síntomas severos como mareos, ahogos (disnea), pérdida de la conciencia (síncope), debilidad, fatiga y cansancio. Cuando la anemia se instaura por períodos largos (crónica), los síntomas son pocos y solo se manifiestan cuando existen valores de hemoglobina inferiores a 10 g/dl. Cuando hay pérdidas agudas de sangre, los síntomas suelen ser más severos”.

¿Cuáles son los tipos de anemia?

JP: “Existen muchas formas de clasificarla: por tiempo, aguda y crónica; por el tamaño de los glóbulos rojos, macrocíticas y microcíticas; por la capacidad de regeneración, arregenerativas (la médula ósea es incapaz de producir glóbulos rojos) y regenerativas (de buena respuesta medular); por la apariencia de los glóbulos rojos, ovalados o fragmentados; y por la causa, es decir, por deficiencias nutricionales, destrucción de los glóbulos rojos o como consecuencia de otras enfermedades”.

¿Cuál es la anemia más común?

JP: “La más frecuente es la deficiencia de hierro, ya sea por baja ingesta en la dieta o por pérdidas, entre las que encontramos parasitosis intestinales, sangrados gastrointestinales o sangrados uterinos anormales (trastornos menstruales). También puede fallar la producción de nuevos glóbulos rojos en la médula ósea por enfermedades como leucemia, linfomas y mielomas”.

¿Por qué hay que tener cuidado con esta enfermedad?

JP: “Porque en personas vulnerables —enfermos cardiovasculares, niños y mujeres en embarazo— puede generar trastornos del crecimiento y del desarrollo o la descompensación de enfermedades. La muerte inclusive”.

¿Qué tratamientos existen para esta enfermedad?

JP: “El tratamiento de la anemia se orienta a resolver la causa. En el caso de la deficiencia de hierro, este es suministrarlo en la dieta o con suplementos por vía oral o intravenosa. En las causas por autoinmunidad, se busca frenar la producción de los anticuerpos que destruyen los glóbulos rojos. A veces se utilizan medicamentos para aumentar la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. La terapia de rescate, para los casos más severos, es la transfusión de los glóbulos rojos”.

¿Cuáles son las recomendaciones para alguien con anemia?

JP: “Hay que consultar al médico para estudiar la causa y el tipo de anemia. El autocuidado es vital: mantener una dieta balanceada, consumiendo alimentos con hierro como carne y leguminosas, además de otros nutrientes como ácido fólico, que encuentras en verduras y vegetales, y vitamina B12, presente en los alimentos de origen animal. Es fundamental el autoconocimiento y detectar, por ejemplo, sangrado en la materia fecal, pérdida de peso sin intención, síntomas anormales como somnolencia, fatiga y cansancio. En los niños son importantes las visitas al pediatra para identificar que todo esté bien”.

¿Qué alimentos ayudan a prevenir la anemia o contribuyen a la recuperación?

JP: “Una dieta balanceada es esencial, que cuente con alimentos de todos los grupos nutricionales como proteína animal o vegetal, vegetales, carbohidratos y grasas. Hay que evitar la restricción severa de algunos alimentos y las dietas estrictas sin acompañamiento de un experto”.

Fecha de publicación: diciembre 29 de 2020.