La inclusión en la movilidad nos compete a todos

Ir de un lugar a otro, cruzar calles, utilizar andenes o entrar a un restaurante son situaciones cotidianas para la mayoría de la población. Sin embargo, todo lo anterior representa un desafío para personas con movilidad reducida, una problemática de inclusión que compete a toda la sociedad.

Más de un millón de personas en Colombia presentan algún tipo de discapacidad, según el Ministerio de Salud (2020). Los lugares en los que más se concentra esta población son Bogotá, Antioquia y Huila. Aunque en el país se han generado leyes para facilitar la movilidad e inclusión de personas con discapacidad, como el Decreto 1660 de 2003,  todavía tienen muchas barreras para desplazarse de un lugar a otro. 

De acuerdo con Alexandra Cano Gómez, especialista en Diversidad e Inclusión de SURA, el modelo social está basado en un tipo de persona específica, con unas capacidades estándares para escuchar, ver, comunicarse y desplazarse. 

Este modelo limita la participación de más de un millón de personas en actividades que parecen muy comunes y vulnera su derecho a la movilidad.

¿Qué puede obstaculizar su desplazamiento?

¿Te has preguntado cómo se moviliza una persona discapacitada? Juan Fernando Celis, psicólogo de SURA, nos cuenta los obstáculos que enfrenta en su silla de ruedas: 

• La poca preparación en infraestructura que tiene el transporte público.

No todas las estaciones del metro están equipadas con ascensores funcionales y las plataformas elevadoras le parecen poco adecuadas. Algo similar sucede con los buses, pues no todos cuentan con la plataforma ni sus conductores están capacitados para manejarla.

Todo esto ocasiona que los tiempos de desplazamiento se tripliquen para estas personas en comparación con los del resto de la población.

• Las nuevas construcciones no están pensadas para personas en su situación. 

Algunos edificios no tienen rampas y los que sí tienen no son accesibles, ya que suelen ser muy altas o la silla de ruedas ni siquiera cabe. 

• Obstáculos en la vía pública.

La mayoría de andenes no tienen las condiciones para ser usados. Muchas veces las personas con discapacidad prefieren transitar directamente por las calles o se desaniman a salir de sus casas.

Según Alexandra, se trata de una situación compleja cuyo abordaje se queda corto en la práctica, incluso con el uso correcto de señales, que sigue siendo un reto. 

Por ejemplo, es común que el pavimento con relieve se interrumpa por elementos naturales o por vendedores ambulantes y se ubique arbitrariamente la información en braille para personas con discapacidad visual. 

La misma situación, en su particularidad, viven quienes tienen dificultades para escuchar. La más común es cuando se proporciona información únicamente por parlantes sin apoyo visual, como puede suceder en los vagones o cabinas del transporte público.

Un compromiso social de todos

Para Alexandra es fundamental promover una sociedad incluyente que abrace su diversidad y que se dé a la tarea de repensar sus espacios. De esta manera, toda la ciudadanía podrá habitarlos en igualdad de condiciones y con los mismos derechos para ser y pertenecer. 

“Frente a este tema debemos reconocer que la accesibilidad nos beneficia a todos. Una rampa beneficia a quien le duelen las rodillas, a las embarazadas o cualquier persona que no quiera utilizar las escaleras”, comenta Alexandra. Para Juan Fernando, la accesibilidad también es útil para los adultos mayores, quienes hayan tenido un accidente y los niños en coche. 

Ambos expertos coinciden en algunas recomendaciones generales para la sociedad: 

• Articulación de las instituciones sociales para obtener una movilidad inclusiva completa y no solo en lugares específicos.
• Buena disposición con las personas en situación de discapacidad, se trata de darles un trato igualitario y respetuoso, así como de facilitarles su desplazamiento cuando sea necesario. 
• Nombrarlas como personas con discapacidad, no simplemente “la o el discapacitado”, que suena despectivo. 
• Concientización. Pensar en qué puedo hacer yo o cómo facilito o perjudico la movilidad de otras personas.

La movilidad parece solo un aspecto en la vida de una persona, pero puede cambiar por completo la percepción de su mundo. Los espacios accesibles e incluyentes son un derecho de todos.

Fecha de publicación: abril 8 de 2024.

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