Lo que debes saber sobre el dolor de espalda

Si sientes que el cansancio se está focalizando en tu espalda, es momento de ponerte alerta y evitar que se convierta en algo crónico.

Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos​ (NIH), el dolor de espalda afecta a ocho de cada diez personas en algún momento de sus vidas y se ha convertido en la segunda causa más frecuente de consulta médica en el mundo después del resfriado.

Solo en Colombia constituye la segunda causa de enfermedad laboral, siendo los adultos jóvenes la población más vulnerable. Si te has incapacitado en alguna ocasión debido al dolor de espalda, eres parte de la estadística en el ámbito nacional.

El dolor de espalda puede localizarse en diferentes puntos —desde el cuello hasta el coxis— en mayor o menor intensidad, sin embargo, el dolor de espalda también puede aparecer debido a una fractura o un tumor. Por eso resulta importante entender por qué duele la espalda.

A continuación, algunos datos importantes que debes tener en cuenta para identificar qué tipo de dolor de espalda tienes:

¿Cuáles son los tipos de dolor de espalda?

El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de los Estados Unidos distingue dos clases de dolor de espalda: el agudo y el crónico.

​El primero puede aparecer tras un accidente o levantamiento de objetos pesados y, por lo general, no sobrepasa las seis semanas. El segundo puede persistir por más de tres meses y es menos común.

El dolor de espalda crónico requiere atención médica prolongada. Si el dolor se debe a una fractura o a un tumor, estos problemas se pueden tratar. La cirugía puede ayudar si es causado por una hernia de disco u otros problemas como el estrechamiento de la columna vertebral, que ejerce presión sobre los nervios o cuando una vértebra se desliza encima de otra.

Sin embargo, es el especialista el que decide qué tipo de afección tiene el paciente y si una cirugía es el mejor tratamiento para este.

¿Por qué se producen los dolores de espalda?

Nadie está exento de sufrir dolores de espalda. Las razones por las que se producen son variadas, pero hay factores que favorecen su aparición:

• Malos hábitos de vida como el sedentarismo, la mala postura y el sobrepeso pueden provocar inestabilidad en la columna.
• El envejecimiento provoca una degeneración natural de las vértebras, ocasionando molestias en esta zona del cuerpo.
• La realización constante de actividades que generen sobrecargas en la columna, como levantar objetos pesados.
• Permanecer sentado durante muchas horas sin ningún tipo de ejercicio físico.
• Enfermedades como artritis, endometriosis, fibromialgia, estrés, algunas infecciones, entre otras, pueden ocasionar dolores en esta zona del cuerpo. ​

¿Cómo tratar los dolores de espalda?

A no ser que el dolor provenga de una causa médica más compleja, como sufrir una enfermedad, los dolores de espalda son tratables.

Los que son agudos —de corta duración— pueden desaparecer sin tratamiento, aunque lo más recomendable es consultar siempre al médico, no automedicarse y permanecer en movimiento. Estar en cama solo aumenta la rigidez de la espalda y, por lo tanto, el dolor. Si la situación persiste durante más de dos semanas, con más razón hay que buscar ayuda.

Los dolores crónicos, por su parte, suelen llevarse en una primera instancia con compresas de agua fría o caliente, analgésicos o con el tratamiento que disponga el médico. ​

El mejor tratamiento es la prevención

Prevenir los dolores de espalda es posible. Unos sencillos cambios en los hábitos de vida pueden mejorar considerablemente la salud de la columna:

• Hacer ejercicio, en especial actividades aeróbicas que no creen tensión en la espalda, pero sí fortalezcan la resistencia de los músculos. Por ejemplo: nadar ​y caminar.
• Mantener un peso saludable: el sobrepeso puede aumentar la tensión en los músculos de la espalda, por lo que mantenerte en forma evitará que estos dolores aparezcan.
• Tener una buena postura corporal: pararse y sentarse bien, así como levantar peso de manera adecuada, son claves para aliviar tensión en la zona lumbar.

Si el dolor causa problemas intestinales o de vejiga, está acompañado de fiebre, no mejora con el descanso, produce hormigueo o entumecimiento y se propaga a ambas piernas, incluso por debajo de la rodilla, es esencial consultar al médico.

Fecha de publicación: enero 9 de 2020.
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