Es una de las enfermedades infantiles más temidas por los papás por ser una de las más severas y contagiosas.
Aunque cualquier persona puede adquirir sarampión, el riesgo de complicación es mayor en los niños menores de cinco años.
Es un virus que se propaga con facilidad por viajar a través del aire. Por esto es necesario que conozcas qué precauciones tomar con los niños y cómo se manifiesta esta enfermedad, para actuar a tiempo en caso de presentarse una alerta de contagio.
Síntomas
Irritación de la garganta, tos y secreción nasal, dolor muscular y fiebre, enrojecimiento generalizado, conjuntivitis o irritación de los ojos, manchas blancas a lado y lado dentro de la boca y brote muy menudo que comienza en la cabeza y se extiende a las palmas de las manos, las plantas del los pies y el resto del cuerpo.
¿Cómo prevenirlo?
- La vacunación es la medida principal de prevención. La vacuna triple viral (contra el sarampión, la rubéola y las paperas) debe ser aplicada a todos los niños en su primer año y un refuerzo a los cinco años.
- ¡Evitemos que el virus se propague! Para prevenir virus e infecciones, enséñale a tu hijo el hábito de lavarse las manos y taparse la boca al toser y estornudar.
- Si existe alerta sobre casos de sarampión cerca, se recomienda ventilar los ambientes de la casa y desinfectar los pisos y las superficies, pues se ha demostrado que el virus persiste hasta dos horas en el ambiente.
- Debes saber que no hay un tratamiento específico para este virus. La enfermedad debe seguir su curso hasta que desaparezca y esto puede demorar aproximadamente dos semanas. Sin embargo, sí hay tratamientos para evitar las posibles complicaciones y atenuar los síntomas.
Si encuentras señales de que tu hijo puede haber contraído sarampión, no te alarmes, consulta a tu médico y sigue al pie de la letra sus indicaciones.
Fecha de publicación: diciembre 6 de 2019.
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