Cinco comidas que mantienen tu metabolismo activo

No va solo en lo que comes sino cuándo lo comes.

Al dividir tus comidas en tres porciones grandes y dos más pequeñas, una a media mañana y otra a media tarde, mantendrás tu metabolismo activo, quemarás más calorías y tendrás un peso saludable.

Estos son los beneficios de cinco raciones al día:

1. La sensación de hambre disminuye, pues has ingerido más alimentos durante el día, lo que te hará comer con menos ansiedad y en menor cantidad cada vez.
2. Con varias ingestas al día le estás dando una señal clara a tu organismo: no es necesario que almacene alimento por mucho tiempo lo que hace que elimines lo que no necesitas y evites el sobrepeso.
3. Tendrás energía suficiente para tu jornada.
4. Al ingerir más alimentos aseguras el aporte de un mayor número de nutrientes para tu cuerpo.
5. Aunque en un comienzo puede ser un poco pesado, con el tiempo te acostumbrarás a llevar contigo una porción de fruta, una barra de granola o un puñado de frutos secos para consumir entre comidas.
6. Comer más a menudo no significa comer más, por el contrario, lograrás distribuir tus alimentos de forma balanceada manteniendo las tres comidas principales.

No es solo qué comer sino ‘cuándo’

El orden y el control en los horarios de las comidas contribuye también a tu propósito de mantener un peso saludable y además hace un gran aporte a la prevención de problemas que afectan el metabolismo, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares derivadas de la acumulación de grasa en el organismo y el aumento en los niveles de colesterol.

• Dedícale a tus comidas el tiempo que se merecen. Sentarte a comer con tranquilidad, saber lo que te llevas a la boca, saborearlo y masticarlo correctamente es esencial para la digestión de los alimentos y la asimilación de los nutrientes por parte del organismo.
• ¡No te las saltes! Con las cinco comidas diarias (desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y comida) tendrás siempre sensación de saciedad y no darás pie a picar entre ellas. Sentarte a la mesa con hambre te llevará a consumir más cantidad y de manera más rápida.
• Respeta tus horarios de comidas.​ No tener un control en el horario de las comidas puede afectar negativamente el funcionamiento de tu organismo.
• Diario de alimentos. Un registro detallado de los alimentos que consumes en el día es una buena herramienta de diagnóstico de tus conductas alimenticias.

Así puedes ver si saltaste alguna comida, en qué situaciones o momentos comes más y qué tan equilibrada es tu dieta.

• La comida más importante del día.​ El desayuno aporta la energía y los nutrientes que tu organismo necesita en el día para mantener la actividad física, la actividad cerebral y las respuestas hormonales.
• Comida ligera. Evita los excesos en las porciones, las grasas y azúcares en la comida, especialmente si la realizas tarde en la noche. Es durante la noche que nuestra actividad se reduce y el organismo disminuye su ritmo, por lo que el gasto calórico es menor.

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Fecha de publicación: diciembre 6 de 2019.

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