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Mitos de la sexualidad en los adolescentes

18 enero 2021 Revista 5 Sentidos

Hablar de sexo ya es un tema recurrente en los jóvenes, pero parece no haber un control de la información que a diario reciben por diferentes medios

Joven acostada

El sexo está en todos lados y a pesar de haberse banalizado tanto, la primera vez deja marcas a veces positivas, a veces tristes en la vida.

Aunque el sexo y la sexualidad han dejado de ser unos tabúes, la información que los rodea no siempre es verídica, en especial, cuando se trata de hablar de la primera vez.

El tema del sexo y la sexualidad ha dado un giro enorme en los últimos cincuenta años. De ser un tabú pasó a ser un ingrediente infaltable e increíblemente explícito en cualquier contenido televisivo, en la música, en las charlas y en la vida en general.

También pasó de ser algo prohibido y reservado para “después del matrimonio”, a ser una experiencia casi obligatoria en la actualidad. La sexualidad y el sexo son ingredientes tan poderosos que pueden marcar la psique, la salud, las conductas y el futuro de las personas y eso precisamente se nos olvida cuando permitimos que quienes educan a nuestros jóvenes sean los medios de comunicación y la escuela (en especial los amigos) en un tema tan fundamental como este.

Buenas experiencias iniciales pueden ser la clave para una sexualidad sana en el futuro. Malas experiencias pueden generar miedo, aversión o problemas de autopercepción que dificultarán la vida más adelante. Esos primeros encuentros sexuales son experiencias para vivir consciente y coherentemente.

Un nuevo tipo de presión social

Hoy en día los jóvenes, en promedio, comienzan su sexualidad alrededor de los 14 años. La presión social puede hacerles olvidar que son ellos los que deciden.

Si antes las sociedades condenaban el sexo y solo se consideraban lícitas las relaciones matrimoniales, los jóvenes hoy en día tienen la presión de empezar rápido y ensayarlo todo y esta presión tiene muchísimo peso en la preadolescencia y la adolescencia, que son las etapas en las que suele comenzar la vida sexual.

Los chicos poseen el condicionante de que para “ser machos” tienen que tomar la oportunidad, tienen que seguir aunque cambien de idea, aunque no sea el momento oportuno, aunque no estén seguros.

¿Cómo protegerlos contra la presión social?

Enseñándoles a respetarse y quererse desde pequeños; a ser responsables de sus actos; a cuidar su salud; a tener criterio propilo y a decir “no”; a identificar y respetar lo que quieren y lo que no quieren; a identificar la presión social y no sobredimensionar la importancia de la aceptación del grupo; a conocer sus límites; a dudar de las “hazañas sexuales” que ven u oyen en su entorno, y a respetar el sexo opuesto.

Se debe hablar en casa con ellos de sexo. Las escuelas y los programas de educación sexual posiblemente les hablarán de los riesgos de embarazo, de contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual, hepatitis o VIH/sida, pero acerca de lo que significa el cuidado de su parte emocional, de evitar abusos, de crear relaciones significativas, de cuidar su salud y cuidar al otro, todo eso se aprende en casa.

Dueños de sí mismos

Se sabe que muchas de las enfermedades y condiciones patológicas se pueden prevenir con un poco de cuidado y respeto por el propio organismo, incluyendo una buena alimentación, un poco de ejercicio y evitando las conductas de riesgo.

La idea de que el cuerpo es un “templo sagrado” que debe cuidarse y respetarse, constituye una de las nociones que los niños deben introyectar desde pequeños y que no solo les ayudará a tener una buena salud en el futuro, sino que les ayudará a evitar conductas de riesgo como el abuso de alcohol, consumo de drogas y también, sexo no responsable.

El sexo responsable incluye:

1. Escoger cuándo, dónde y con quién, porque no todo el mundo vale la pena y hay que ser selectivos.

2. Tener sexo seguro, es decir, utilizar siempre condón para evitar tanto un embarazo como el contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual.

3. Saber decir “no”, “gracias por el interés, pero no”, “ahora no”, “aquí no”, “así no”.

4. No cederle el control o la potestad de evitar o no un embarazo al otro. Los chicos tienen el control y pueden evitar un bebé a una edad y en un momento inapropiado con el simple uso de un condón. Las chicas tienen un montón de métodos anticonceptivos que pueden utilizar, fuera de exigirle a su compañero el uso de preservativo.

Eyaculación precoz y disfunción eréctil en jóvenes

En los últimos años han aumentado los casos de disfunción eréctil en jóvenes y la causa es el estrés al que están sometidos por quedar bien y funcionar como se supone que deben hacerlo. El miedo hace que ni siquiera puedan tener esa erección.

Muchos llegan también con la preocupación de ser eyaculadores precoces (frente a los modelos mediáticos, casi todos los hombres de carne y hueso lo son). La realidad es que se considera eyaculación precoz, cuando esta ocurre a menos de un minuto de haber tenido la erección.

Biológicamente, el sexo es un acto reproductivo. Por eso el hombre, al igual que casi todos los animales, está programado para eyacular pronto y de esta forma fertilizar a su compañera y garantizar la supervivencia de la especie. Sin embargo, para los humanos ha pasado a ser un acto de disfrute y por eso la duración del coito se ha convertido en algo muy importante. Un eyaculador precoz no tiene por qué sentirse culpable, se trata de una programación biológica, como tener los ojos azules, ser alto, o ser velludo. Es importante buscar la satisfacción de ambos, pero esto no se logra con culpa ni preocupación, sino poniendo manos a la obra.

Sexo no es solo penetración y para lograr que ambos miembros de la pareja estén satisfechos, un poco de imaginación siempre ayuda. Los juegos preparatorios, las caricias, el tiempo precoital pueden hacer la diferencia. También existen medicamentos que ayudan a posponer la eyaculación, pero estos siempre deben ser prescritos por el urólogo. Conocerse a sí mismo y conocer al otro son la mejor forma de buscar un placer sano y realmente satisfactorio.

Antes los chicos se enfrentaban a la sexualidad con casi ninguna información. Hoy están inundados de conceptos, desgraciadamente, gran cantidad de ellos erróneos. Las películas porno son uno de los proveedores de información que generan confusión y hacen que los chicos afronten la sexualidad con una cantidad de inseguridades.

Realidades y ficción del sexo

¿Cómo aborda el tema de la sexualidad en el hogar? ¿Diáloga con sus hijos abiertamente?