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Consejos para el cepillado de dientes en los niños

25 agosto 2016 Revista 5 Sentidos

Para que cepillarse los dientes no sea molesto en los niños y las niñas, enséñeles cómo hacerlo y deles ejemplo.

Niña cepillándose los dientes

Tenga en cuenta

  • Desde que los bebés nacen los padres deben, una vez al día, estimularles con un gasa húmeda o un dedo de silicona los rebordes de la encía, los carrillos y el paladar para acostumbrarlos a un ritual placentero en el que le consienten la boca y generar así un hábito.
  • La rutina de limpieza en los bebés es indispensable, pero la más importante es la de la noche, cuando ha terminado la alimentación.
  • Cuando salen los primeros dientes de leche, lo ideal es comenzar a lavar con cepillo.
  • Fomente el lavado de dientes tres veces al día, dando mayor importancia al de la mañana y al de la noche (después del último alimento o medicamento).
  • Limpie muy bien los dientes, haciendo un masaje con el cepillo en las encías, los carrillos, el paladar y la lengua.
  • Las caries en los dientes de leche sí importan. De su inexistencia depende que el niño pueda alimentarse bien, que tenga buenos hábitos de salud oral, que la relación con el odontopeditra sea buena, que haya espacios adecuados para los dientes permanentes que llegarán y que las estructuras óseas de la boca se desarrollen apropiadamente.
  • Cuando entran a la guardería, en su dieta pueden aparecer grandes cantidades de azúcares y las rutinas de lavado pueden desordenarse. Lo ideal es que haya tres cepilladas, siendo claves después del desayuno y de la comida, esta última es muy importante porque no hay casi producción de saliva ni movimientos de mucosa, quedando la placa intacta para hacer daños.
  • Llegando a los 2 años, los niños comienzan a lavarse los dientes solos: déjelos que se cepillen en la mañana y al medio día para que desarrollen destreza. Pero en la noche, cepíllese con ellos para darles ejempo y asegurar que la boca quede bien lavada.
  • De los 2 a los 3 años puede haber rechazo y pereza frente al lavado de dientes, pero en esto nunca hay que ceder porque si lo hace una vez, por A o B motivo, se perderá la rutina y será más difícil retomarla.
  • Después de los 3 años ya tienen todos los dientes en boca, comen variado, pasaron la fase oral y debieron haber abandonado el chupo y el tetero. Sin embargo, todavía no está suficientemente grande para responsabilizarse por su higiene.
  • Haga el esfuerzo nocturno hasta aproximadamente los 10 años y cuando empiecen a salir las muelas, entre los 18 y 33 meses, que utilice seda dental por lo menos en la noche.
  • La crema de dientes sin flúor es perfecta como crema de entrenamiento porque los padres pueden estar tranquilos, aun si se la comen.
  • La cantidad de crema a utilizar: antes de los 3 años una gota del tamaño de un grano de arroz crudo y después de esta edad, una bolita del tamaño de un grano de arveja.
  • El exceso de flúor puede causar fragilidad ósea, dental o manchar la dentina. La decisión de usar cremas con flúor se toma de acuerdo con el riesgo de caries que tiene cada niño, por ejemplo:

– Cuando los factores genéticos lo hacen susceptible a las caries.

– Cuando la mamá olvida lavarle los dientes en la noche, pues el flúor ayuda a remineralizar el esmalte que se pudo haber perdido.

– Cuando hay cambio de alimentación y rutinas.

– Luego de una piñata, un festejo u otro evento donde recibió muchos dulces.

Lo que nunca se debe hacer

1.Comer de la misma cuchara del bebé, dar besos en la boca o limpiar el chupo con saliva porque cualquier microorganismo patógeno colonizará fácilmente la boca del niño.

2.Cepillar con bicarbonato. El color de los dientes depende de la genética del niño, no use bicarbonato para blanquearlos pues raya el esmalte del diente joven. Utilice este producto solo por recomendación del pediatra o del odontopediatra.

3.Dejar de cepillar porque sangra la encía. La encía sangra porque todavía hay placa que produce inflamación gingival.

4.Utilizar cepillo eléctrico como cepillo principal. Los niños deben practicar manualmente para aprender a cepillarse bien, además estos los cepillos eléctricos pueden causar retracciones gingivales por sus movimientos oscilatorios.

5.Chupo permanente. Solo es adecuado al momento de dormirse, pues un uso permanente puede generar malformaciones en los diente que harán que su boca no cierre bien y comience a respirar por ella, alterando el pH y facilitando las caries.

El paso a paso en la lavada de los dientes

Higiene bucal

Cuidado con los dulces. Los más peligrosos son los pegajosos porque se adhieren y promueven la proliferación bacteriana.

El cepillado nocturno es el más importante de todos, se debe realizar así el niño esté dormido y así estemos extremadamente cansados.

Fuente: María del Pilar Eguilior Pérez, Odontopediatra.