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10 cosas que cambiaron del VIH y el sida

18 enero 2021 Revista 5 Sentidos

Se han dado importantes avances en materia de causas de contagio, tratamientos menos invasivos y vías de transmisión del virus.

VIH Y SIDA

El VIH está dentro de las diez pandemias mayores que ha sufrido la humanidad junto con la viruela, el sarampión, la fiebre española y la peste negra. Luego de 36 años de haberse descubierto, se han dado importantes avances respecto a las causas de contagio, los tratamientos y las vías de transmisión.

Los nueve mayores avances son:

1. De mortal a crónica

Este es el más significativo e importante cambio de todos. Si bien antes el VIH/sida se consideraba una patología mortal, hoy se reconoce como una enfermedad crónica. Gracias a los avances científicos, médicos y farmacológicos, el prospecto de vida de un enfermo de VIH/sida en tratamiento resulta muy similar al de una persona no infectada.

2. Claridad sobre las causas de contagio

El VIH se transmite solo por tres vías: sexual, sanguínea o por transmisión madre/hijo. La sexual tiene una mayor probabilidad por contagio receptivo anal, segundo por contagio receptivo vaginal y tercero por contagio insertivo.

El contagio por transfusiones es cada día menor, por los controles de tercera y cuarta generación que tienen todos los bancos de sangre acreditados. Otro medio de infección común es por drogadicción intravenosa, en la que las personas comparten jeringuillas.

La transmisión madre/hijo es una de las que mayor investigación y desarrollo ha experimentado en los últimos años.

El VIH/sida no se transmite por besos, por la picadura de un insecto, por compartir utensilios con una persona infectada, por compartir el baño o bañarse en la misma piscina. Así mismo, se sabe que el sexo oral tiene una probabilidad de infección muy baja (0,3 % de riesgo), al igual que la posibilidad de transmisión por accidente biológico.

Tabla de probabilidad de contagios

3. Control en la transmisión madre/hijo del VIH

Se le llama profilaxis vertical a la transmisión del virus de la madre al feto o al bebé. Toda mujer embarazada debe realizarse un ELISA (prueba de VIH) en el primer y tercer trimestre. Si se le diagnostica VIH, se comienza tratamiento con antirretrovirales a partir de la semana número 12 (a menos que ya esté en terapia de antirretrovirales antes de quedar en embarazo, caso en el cual se continúa con ellos sin interrupción).

En el momento del parto se le proporciona un tratamiento antirretroviral intravenoso a la madre, y al bebé, un tratamiento en jarabe por seis semanas. Con estas medidas y evitando que la madre lacte a su bebé, se ha logrado que menos de 1 % de los niños de madres positivas se contagien del virus.

4. Mejores medicamentos

Aunque aún no existe cura, se ha avanzado muchísimo en su manejo. Las terapias tienden a ser cada vez más simplificadas, con menor cantidad de pastillas al día, pasando de lo que se conocía como “cocteles” (entre 15 y 20 pastillas al día) en los años ochenta a terapia triconjugada (o triple terapia) desde 1996 a una sola pastilla diaria en la actualidad.

También se han desarrollado tratamientos con menor interacción con los medicamentos para las patologías asociadas que pueden presentar estas personas. Dentro de las estrategias preventivas adelantadas, se encuentran la profilaxis preexposición y la posexposición.

La preexposición consiste en someterse a tratamiento antes de exponerse a contagio. Esta opción genera polémica porque puede generar resistencias a largo plazo, inducir a monoterapias, a conductas sexuales irresponsables y por la cantidad de efectos secundarios (toxicidad hepática o renal, entre otras) a los que se sometería el usuario sin necesidad obligante.

La profilaxis posexposición es tripleterapia que se debe administrar idealmente antes de 72 horas de ocurrido el accidente, se administra por 28 días con seguimiento de laboratorio. Se emplea cuando una persona ha tenido relaciones sexuales con un infectado y se rompe el preservativo o no lo utilizó; en casos de violación; o para personal médico, cuando se hiere con algún instrumento que se sospecha está infectado. Siempre debe decidirse y administrarse bajo supervisión médica.

5. Cambio en las enfermedades asociadas al VIH/sida

Hasta mediados de 1990, las enfermedades predominantes asociadas al sida eran las oportunistas (26 descritas por la OMS, dentro de las que se encuentran la tuberculosis pulmonar, meningitis por criptococo, toxoplasma cerebral, etc.).

Hoy, con los diagnósticos tempranos y el control de la enfermedad antes de llegar a la fase de sida, se presentan menos esas infecciones oportunistas, pero prevalecen otro tipo de comorbilidades asociadas a los antirretrovirales como la hipertensión; diabetes mellitus; coinfección de hepatitis B, A o C; daño o enfermedad crónica del hígado o riñones; osteopenia u osteoporosis o lipodistrofias (cúmulos de grasa anormal).

El VIH se tarda entre cinco a diez años para evolucionar a sida (si la persona no toma retrovirales). El síndrome de inmunodeficiencia adquirida —sida—se declara cuando los linfocitos CD4 están por debajo de 200, la persona tiene disminución inmunitaria y ya empiezan a aparecer una o más de las enfermedades oportunistas definidas por la OMS o el CDC de Atlanta.

6. Mayor calidad y una vida más larga

Las estadísticas muestran que si una persona infectada se adhiere a su tratamiento contra VIH y contra sus comorbilidades, cumple sus citas médicas y se realiza los exámenes semestrales necesarios (para monitorizar sus cargas virales, su nivel inmunitario, las reacciones de hígado y riñón y para cerciorarse de que el tratamiento no esté resultando tóxico y sigue siendo eficaz) tendrá un promedio de vida muy similar al de una persona no infectada.

Con el tratamiento se busca suprimir el virus hasta que llegue a niveles indetectables (menos de cuarenta copias de carga viral), detener su replicación y fortalecer el sistema inmunitario (lograr que se multipliquen las células CD4) de forma que se pueda llevar una vida normal.

7. Mayor probabilidad de estabilidad emocional

Se llaman parejas cerodiscordantes a aquellas en las que uno de los dos tiene la enfermedad y el otro no. Mientras la persona infectada se trate, su carga viral sea indetectable (menos de cuarenta) y se utilice preservativo, la probabilidad de infectar al otro es casi nula.

8. Niños positivos

Para niños positivos existen presentaciones pediátricas de antirretrovirales. A pesar de los efectos secundarios (que si se monitorizan en el tiempo son controlables), es altamente recomendable someterlos a tratamiento, ya que sin él quedan a merced de las enfermedades oportunistas y pueden morir en cuestión de meses. Un pequeño con un tratamiento efectivo y bien monitorizado puede tener una vida larga, normal, feliz y satisfactoria.

9. Lo que viene

Las investigaciones están orientadas a buscar medicamentos que logren llegar específicamente a los “órganos santuario” (hígado, bazo, ganglios linfáticos) donde no actúan los medicamentos y en los que el virus se esconde, persiste y se puede replicar. Se continúa avanzando en el desarrollo de vacunas preventivas. Algunas investigaciones se encuentran ya en fase tres, la última para decidir si pueden salir al mercado.

Estudios españoles y norteamericanos buscan tratamientos que ya no sean de toma diaria, sino de administración bimestral, combinando dos o tres familias de medicamentos.

línea de tiempo de contagios de VIH SIDA

Fuente: José Ignacio Acosta, líder equipo nacional de Salud en Casa.