El arte generado por computadoras, ¿es realmente arte?

En agosto de este año, Jason M. Allen, un diseñador de videojuegos norteamericano, ganó el primer puesto en el evento estatal Colorado State Fair Fine Arts Competition. Esta “exhibición de artes finas” invita a que artistas profesionales y emergentes de Colorado (Estados Unidos) participen por un reconocimiento especial y diversos premios económicos. 

Pero lo que provocó que este evento destacara por sobre los anteriores no fue la convocatoria que impulsa a artistas a continuar y potenciar el ejercicio de su profesión, sino que el primer puesto se lo llevó Allen junto a una compañera tan excepcional como inesperada.

La obra ganadora de Allen se titula Théâtre D’opéra Spatial (Teatro de la Ópera Espacial) y fue premiada con el primer puesto en la categoría «artes digitales/fotografía manipulada digitalmente». Pero su unicidad no deviene exclusivamente de Allen, sino de su alianza con Midjourney, un sistema de inteligencia artificial (AI) que produce imágenes detalladas a partir de indicaciones escritas. 

La impresión y el realismo de la AI es tal que invita al rubro artístico a cuestionar las definiciones de arte, a redescubrirse y a preguntarse si puede ser reemplazado por la evolución tecnológica que actualmente conquista y sorprende al mundo. 

¿Inteligencia Artificial vs. Humanos?

Luego de la Revolución Industrial, varios puestos de trabajo quedaron obsoletos para ser reemplazados por máquinas cuyo objetivo era abaratar costos y producir en cantidad. Si bien han pasado varios años de este suceso, el desarrollo tecnológico pareciera no conocer límites y se teme que las novedades que traen consigo desplacen (y reemplacen) varios puestos de trabajo. 

Hasta hace poco, el rubro artístico no se veía perjudicado ni temeroso por la nueva conquista. ¿Cómo la tecnología/robótica va a poder sustituir algo tan puro y tan humano como el arte? La respuesta llegó y trajo consigo un debate que continuará, al parecer, por varios años. 

En su presentación, Jason Allen generó un impacto inesperado. Midjourney logró retratar una “pintura” renacentista. En una entrevista con CNN Business, aseguró estar fascinado por la imagen. “Creo que todos deberían verla”, sentenció.

Mientras las respuestas de varios usuarios en las redes sociales desacreditaron el reconocimiento, para algunos artistas, el diálogo entre el ser humano y la AI va más allá de la competencia. 

Desde su lugar como artista visual, Facundo Cabrera asegura que el arte desarrollado por la Inteligencia Artificial ya es arte. “Personalmente, considero que todavía tiene un grado de intervención humana que lo convierte casi en un medio más para nosotros”. Y agrega que “usar herramientas tecnológicas o analógicas para desarrollar el aspecto creativo no cambia el concepto de arte”.

Para Cabrera, “la diferencia está en la capacidad resolutiva de cada una”.  Y cierra: “Creo que la intervención humana y la tecnología son complementarias.”

El legado humano que cuenta la historia

Año tras año, siglo tras siglo, las manifestaciones artísticas han marcado épocas y distintos momentos históricos. Cada pintura, escultura, fotografía e, incluso, edificación, retratan lo que la especie humana fue viviendo y aprendiendo dentro de su cultura. 

¿Es posible, por lo tanto, tomar a la Inteligencia Artificial y su lado artístico como una etapa más dentro de la historia de nuestra especie?

Mientras que algunos adjetivan a la AI y el arte como “incompatibles” e “incomparables”, otros profesionales como Allen y Cabrera lo califican de “complementario” y “fantástico”.  El futuro de la creación de contenido y manifestación de distintos sentidos llegó para abrir un debate que todavía no conoce fin, pero que da mucho que pensar. 

Si bien antes el desarrollo tecnológico se veía como una herramienta a servicio de la especie humana, hoy se puede ver como un complemento más que ayuda a contar la historia que atraviesa actualmente. La incógnita que se encuentra sin respuesta es si hay un complemento equitativo o una sobrepondrá a la otra al momento de dejar un legado a las generaciones por venir. 

Para Luis Ramón Espinoza, Vicepresidente Corporativo de Tecnología en Suramericana, “la tecnología es una fuerza que redefine a la humanidad, en un ciclo virtuoso y veloz, que se origina como resultado de la incansable creatividad y del espíritu humano por crear una realidad que supere en conveniencia, exactitud, precisión o esfuerzo el contexto actual”.

De esta forma, sostiene el VP, “logra impactar a las personas y las impulsa a mejorar la calidad de vida como la comprenden”. Como consecuencia y a la vez causa -precisa- “la tecnología acompaña al medioambiente y a la sociedad. Estas son tres grandes fuerzas que generan las transformaciones en la humanidad y que desde la Gestión de Tendencias Y Riesgos las entendemos como estructurales”.

Hacia un contenido y producción digital

La industria artística se enfrenta a una nueva tendencia: la creación de contenidos con un enfoque completamente digital. En ese sentido, cobra especial relevancia el uso de sistemas de realidad virtual en museos, galerías virtuales u otras formas artísticas, además del uso de Instagram y otras plataformas digitales como medios de promoción. 

Internet se ha convertido en un compañero omnipresente en la vida de las audiencias: según el informe We are social de Hootsuite, para enero del 2020 ya había 4.540 millones de internautas, es decir, el 59% de la población mundial.

Esto, sin duda, modifica la forma en la que las personas consumen y adquieren contenidos culturales y creativos, lo que lleva a los actores involucrados a amoldarse a las tendencias. Según el Informe Mundial Artprice del mercado de arte mundial, este sector gana una mayor presencia en plataformas digitales: para el 2018, el 98 % de las 6.300 casas de ventas de obras de arte en el mundo están presentes en internet, lo que facilita la compra a un clic de distancia. 

A su vez, el diseño asistido por computadora, la impresión 3D y los nuevos materiales están modificando la forma como los productos son creados. Un ejemplo de esto es la utilización de dispositivos móviles, como teléfonos inteligentes o tabletas, para filmar, editar y transmitir series de televisión o películas. Esto tiene grandes impactos en la cadena productiva de las industrias creativas, pues la digitalización de la producción puede contribuir a la reducción de los tiempos de diseño y de lanzamiento, además de permitir la reducción de los costos. 

Para Seguros SURA, la tecnología es consistente en la estrategia. Los observatorios, las investigaciones y la cotidianidad nos permiten aproximarnos a la realidad de las personas, los Estados, organizaciones, las empresas y los artistas.