Velar por el bien común y buscar salidas equitativas y solidarias, son los objetivos de la salud pública. ¿Cuándo se da una crisis en ella? ¿Cómo afrontarla? Algunos ofrecen sus perspectivas al respecto.

Mucho escuchamos hablar de salud pública en noticieros, conferencias, libros o artículos periodísticos pero, ¿sabemos realmente qué significa? La salud pública es una disciplina dedicada al estudio de la salud y las enfermedades en las poblaciones. Según la OMS, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente una ausencia de afecciones o enfermedades. En este sentido, el área de la salud pública busca prevenir, diagnosticar, evaluar, investigar y tomar medidas para el bienestar de una comunidad.

Jessica Giraldo, médica epidemióloga, afirma que esta rama de la salud vela porque las comunidades tengan servicios de salud equitativos y de calidad. “Es por ello que los especialistas en salud pública son tan importantes en momentos en que está en riesgo la calidad de vida de una gran población”, apunta la experta.

¿Cuándo hay una crisis en la salud pública?

Esta se presenta bajo tres condiciones:

1. Que haya un cambio en la tendencia de una situación que es conocida o que es regular. Esto se da cuando, por ejemplo, una enfermedad comienza a deteriorar la salud de una población a la que antes no afectaba.

2. Que haya una situación aguda o subaguda, es decir, que se presente de manera rápida un aumento de enfermos.

3. Que haya una necesidad de actuación urgente. Esto implica que áreas de la salud y otros sectores, como el gubernamental, actúen con rapidez para mitigar y buscar salidas que detengan y contrarresten una afección.

¿Qué etapas transcurren en una situación de crisis en la salud pública?

1. Fase de diagnóstico: en ella se analiza la cantidad de afectados por una enfermedad, la gravedad de los casos, el impacto que puede tener y la capacidad de difusión de información sobre la enfermedad.

2. Fase de atención y manejo de la crisis: en ella se actúa conforme a los resultados arrojados en la primera fase. Se da, por ejemplo, la vacunación y el fortalecimiento del sistema de salud.

3. Fase de evaluación: en ella se analiza si las acciones tomadas sí están siendo efectivas.

4. Fase de monitoreo: en esta se hace un seguimiento a los problemas que está dejando la enfermedad para seguir actuando, en consecuencia, en contra de la afección.

La doctora Giraldo añade que, en medio de una crisis, la población civil tiene una serie de derechos, como el de la libertad, la conservación y la preservación de su autonomía y a que se le brinden los cuidados y atenciones que requiere de acuerdo a necesidades y riesgos.

Los ciudadanos también tienen deberes, todo ellos enmarcados en ayudar y favorecer el bien común, y esto implica que se debe ser responsable con la información que se comparte para no generar pánico, miedo o ansiedad en las personas.

¿Qué hacer ante una crisis de salud pública?

Según la docente y epidemióloga Alba Lucía Echavarriaga, las medidas en una crisis de la salud pública, como el aislamiento preventivo, se deben tomar bajo la base de la protección y el bien común, y se decretan cuando hay riesgo de alta propagación de una enfermedad que se extiende, principalmente, por el contacto social.

Según la experta, en esta situación es necesario que los gobiernos, los sectores privados y públicos y la comunidad en general, actúe de forma conjunta y responsable, dejando de lado los intereses particulares.

Finalmente, la magíster en Salud Pública, Alejandra Vélez Acosta resalta que, una vez se supera una situación de crisis, los gobiernos deben encaminar sus políticas a fortalecer sus sistemas de salud, así como apoyar, financiar y divulgar grupos de investigación en todas las áreas, esto con el fin de que, si en el futuro se presenta una situación similar, se pueda contrarrestar con mayor eficacia la presencia de un agente infeccioso.

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