Hace un par de meses asistíamos a la noticia que la industria automotriz en el gigante asiático se venía al piso. La producción paraba y la demanda se congelaba. Hoy los números hablan de algo muy diferente: las cifras muestran un mercado que detonó en este sentido. ¿Qué pasa? Te lo explicamos.

El pánico ha hecho de las suyas, y sumado con el confinamiento en cientos de ciudades, una de las mayores afectadas ha sido, sin lugar a dudas, la economía. El reflejo de esto se ha podido identificar en China, territorio de múltiples industrias y escenario donde inició el brote.

Según la firma consultora IPSOS, en su más reciente informe, para el mes de febrero, el número de ventas de automóviles de pasajeros ya se había reducido en un 80% en el país asiático.

Pero justo allí, donde parecía haber colapsado este sector, hoy aparece un fenómeno completamente inverso y alentador para todos los mercados relacionados. En este país donde la emergencia poco a poco empieza a ceder y parece retornar la normalidad, la intención de compra de vehículos en personas que antes no presentaban ningún interés, ha alcanzado un 72%.

El análisis revela cómo cambiaron las tendencias de transporte de las personas. La explicación es clara: antes de la pandemia un 34% de los encuestados prefería un auto para transportarse, pero, después de meses de confinamiento y ante las constantes alertas sobre el cuidado personal y la urgencia de asepsia, esta cifra alcanzó un 66%.

De la misma manera, el 56% de los chinos que antes aseguraba estar dispuesto a movilizarse en bus o metro, ahora se redujo sustancialmente. En la actualidad solo un 24% desea moverse en transporte público. Con respecto a las motos y bicicletas podemos decir que aún se mantienen en 45% de aceptación. ¿Qué sucede? Compartir el espacio vital con extraños cada vez es menos una opción. La preservación y cuidado del espacio vital pasó a ser, sin duda, una de las mayores prioridades.

Las cifras son claras. Cuando se le preguntó a los posibles compradores por qué estaban interesados en un nuevo vehículo, estas fueron las respuestas: porque reduce el riesgo de infección, con 77%; para cumplir las necesidades de la familia (51%); porque el transporte público no es seguro (50%); importancia de un uso flexible (48%), entre otros.

Las ventas también se modificaron en función de la coyuntura

No solo se han visto modificados las intenciones de adquisición, también se ha evidenciado un fuerte cambio en los procesos de compra.

Según la encuestadora Ipsos, la compra y venta de autos nuevos se adaptó a las nuevas condiciones de vida. Aclaran que “el 42% de los encuestados refleja que, especialmente en regiones más afectadas por el virus, tienen un mayor interés en la compra online de un auto. El 79% se declara a favor del servicio a domicilio en la posventa y entrega a puerta”.

¿Comprar un vehículo por internet? ¿Entregas a domicilio? Así es, una vez más la prevención y el cuidado dictan modificaciones a la industria, que claramente no solo retornó a la normalidad en ventas, sino que está superando los indicadores anteriormente sacrificados y hoy exige reinventarse para modificar los procesos de acceso a estos productos.

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