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Evita los errores comunes en el gimnasio

6 febrero 2020 Saludables

Muchos de los errores en el gimnasio se cometen fuera de él: tener una mala hidratación o poco descanso.

Ir al gimnasio es un hábito que muchos practican, sin embargo, la constancia se ve afectada, entre otras cosas, porque aparecen lesiones, fatiga y no se logran los resultados esperados (a veces frente a metas difíciles de alcanzar). Te contamos qué errores cometen las personas para que conozcas la forma correcta de hacerlo y encuentres gusto en una actividad necesaria para tener un cuerpo saludable. Hablamos con Claudia Marín, médica del deporte de SURA, para construir esta lista de hábitos incorrectos y consejos que puedes seguir desde que entras al gimnasio hasta que te vas:

Antes de llegar

Cuida de tu alimentación: no puedes llegar muy lleno a hacer ninguna actividad física. Respecto a la alimentación previa que necesitas, Claudia Marín dice que depende del trabajo que estés haciendo en el gimnasio, así como de tu metabolismo y fisiología: “hay estrategias de entrenamiento que implican no comer nada antes del ejercicio pero eso no es para todo el mundo. No puedes hacer ayuno sin haber tenido una valoración médica. Por ejemplo, una persona diabética no puede ejercitarse sin comer primero. Tampoco una mujer en embarazo”.

Cada uno tiene un organismo diferente y por eso la recomendación nutricional debe ser guiada pero aquí te damos unos consejos generales sobre qué comer y qué dejar mientras haces actividad física. “Lo que sí es claro es mantener un buen consumo de proteínas y de carbohidratos después del ejercicio para que el músculo se recupere”, sugiere Claudia.

Siempre hidratado: antes, durante y después del ejercicio. No hidratarse correctamente es uno de los errores más comunes porque pierdes muchos líquidos al transpirar. El consumo regular de agua varía según la persona y las condiciones externas, como el calor, pero el rango es tomar de 500 a 1 500 centímetros cúbicos de agua. Te recomendamos tener una botella de agua a la mano mientras estás en el gimnasio e hidratarte cada diez minutos. Sabes que estás hidratado cuando tu orina es de color claro.
Hacer ejercicio cansado o trasnochado: el descanso y un buen sueño son vitales para cualquier actividad de tu día a día.
La ropa adecuada: el calzado debe ser el apropiado para correr o caminar. La ropa no puede ser muy apretada porque debe permitir la transpiración. Por la misma razón no se recomienda utilizar faja. Algunos la utilizan para sudar más pero esto no equivale a quemar grasa: en su lugar, disminuyen la efectividad del entrenamiento y deshidratan la piel.

Una vez en el gimnasio

No calentar bien: el calentamiento es la primera parte de toda actividad física y le ayuda a tu cuerpo a mejorar la circulación para facilitar el ejercicio. Dedícale el tiempo que se merece y procura enfocarte en el grupo de músculos que vas a trabajar.

Ejecutar inadecuadamente los ejercicios: cuídate de utilizar cargas para las que no estás preparado. Al mismo tiempo debes tener una progresión de entrenamiento adecuada y no pasar mucho tiempo haciendo los mismos ejercicios porque el cuerpo se acostumbra a ellos. Trabajar todas las cualidades físicas es necesario para tener un cuerpo sano. Ejercitarse en circuitos es una buena opción de fortalecer varios grupos musculares al tiempo.

Pide ayuda: aprovecha a los instructores para saber la forma correcta de realizar los ejercicios y así evitar lesiones. No trates de copiar la rutina de alguien porque ésta se adecúa a esa persona y no a ti.

No estirar bien es otro error común: recuerda que el estiramiento se realiza al final de la actividad física (enlace a artículo de cómo estirar bien).

Estas recomendaciones te sirven para ir al gimnasio pero también aplican para otras actividades físicas en tu vida cotidiana como correr o hacer deporte. Ahora que conoces la forma correcta de prepararte y hacer los ejercicios ya sabes por dónde empezar. El ejercicio constante te mantiene sano y tus músculos se vuelven más activos para otras actividades de tu vida, como bajar escaleras o llevar el mercado. Es importante combinarlo con una buena alimentación y un descanso apropiado.

Para empezar a ir al gimnasio con buena actitud debes verlo como algo más allá de lo estético: un cambio a una vida más llena de energía y una mente saludable.

Fecha de publicación: febrero 06 de 2020.

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