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¿Tienen futuro los vehículos autónomos?
10 mayo 2019
Muévete
Representan riesgos pero también oportunidades, como reducir la accidentalidad, teniendo en cuenta que el 80 % de siniestros se deben a errores humanos.
Imagínate que abres la puerta de tu casa para recibir la pizza que ordenaste minutos antes y, en lugar de un domiciliario simpático entregándote el pedido, es un carro sin conductor el que realiza la labor. La escena, un tanto surrealista, está a pocos años de ocurrir, pues la tecnología de los vehículos autónomos está siendo desarrollada por compañías como Ford, Volvo, Tesla y Hyundai.
Esta última ha planteado que en el futuro sus vehículos autónomos serán eléctricos, dispondrán de parqueaderos (también autónomos) con punto de carga, avisarán a sus propietarios sobre el estado de las baterías por mensajes de texto y los recogerán donde estos ordenen.
Laura Lopera, experta en movilidad de SURA, explica que este tipo de tecnologías son producto de la unión de invenciones previas como los sensores de puntos ciegos, el asistente de parqueo, los sistemas de navegación y los radares para el control de distancias. Asegura que fueron pensadas en principio como soluciones para el transporte de carga y por eso firmas como Amazon y Walmart invirtieron en pruebas piloto.
Con el tiempo, la industria automotriz vio en los vehículos autónomos el potencial para disminuir los riesgos en la conducción, basándose en la idea de que al ser operados por computadores y algoritmos no incurrirían en distracciones e imprudencias.
¿Los vehículos autónomos pueden reducir la accidentalidad?
“Se dice que el 80 % de los accidentes es producto de los errores humanos y, en ese sentido, estas tecnologías pueden reducir la siniestralidad significativamente”, resalta Lopera, quien agrega que aunque por ahora su apropiación no es masiva, hay lugares como Silicon Valley, en San Francisco (Estados Unidos), donde han empezado a tomar fuerza entre la población.
Sin embargo, estos desarrollos no han estado exentos de polémica por cuenta de situaciones como la que se presentó el año anterior en Arizona, cuando un vehículo autónomo atropelló a un peatón y le causó la muerte. “Partiendo de casos como este se ha pensado en la importancia de una legislación, porque cuando no hay nadie detrás del volante, ¿a quién se responsabiliza? A un computador no lo pueden penalizar por su ‘imprudencia’, por eso las leyes deben desarrollarse a la par que la tecnología”, dice la experta.
Otro incidente ocurrió cuando un vehículo colisionó con un camión al identificarlo como parte del cielo por ser de color azul. Este caso lo menciona Valentín Restrepo, ingeniero electrónico y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, para explicar que los sensores que funcionan a través de cámaras tienen mayor efectividad a bajas velocidades, pues a altas pueden generar confusión entre los elementos del entorno.
“La efectividad de estos sistemas depende del contexto en el que se operen. Por ejemplo: es mucho más fácil implementarlos en drones e, incluso, en barcos. Al hablar de automóviles podemos decir que es la tecnología más avanzada en sensores, pero hay muchas más variables a tener en cuenta”, explica Restrepo.
Pese a los incidentes, el docente está convencido de que el futuro de los vehículos autónomos es prometedor porque, aunque hasta ahora su uso se ha dado mayoritariamente en autopistas y rutas controladas, en el futuro tendrán mayor injerencia en zonas urbanas, por ejemplo, para transportar adultos mayores o llevar a las personas a hospitales y sitios de descanso.
En esto también coincide Laura Lopera, quien destaca que, aunque es difícil predecir cuándo se masificará este tipo de vehículos, se sabe que será un mercado creciente en los próximos 15 años, no lejano de los escenarios futuristas que se muestran en series y películas de ciencia ficción.
Fecha de publicación: mayo 10 de 2019.
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