Santiago Botero, pasión por el ciclismo

El campeón te cuenta cómo surgió su amor por la bici.

Es delgado, de cabello rubio, ojos claros y voz pausada. Sin embargo, cuando habla de su amor por la bicicleta, Santiago Botero se emociona.

Más que un ciclista de competencia —por lo menos con 40 reconocimientos nacionales e internacionales en sus 16 años de trayectoria profesional—, él se considera un amante de la bicicleta, un loco por ese elemento que lo ha acompañado desde niño y sin el que hoy, 6 años después de haberse retirado, puede imaginar sus días.

Con motivo de la Ruta Colombia, gran evento ciclístico que se realizará el próximo domingo 29 de mayo de 2016, Blog SURA conversó con Santiago para conocer cómo llegó al mundo de la bici, qué ha significado este en su vida y cómo ha hecho de cada instante una oda a la salud, al deporte y a la amistad.

Blog SURA: ¿Cómo llegaste al ciclismo?

Santiago Botero: Empecé por hobby. Siempre tuve bicicletas en mi casa, siempre me gustaron, pero a los 17 años comencé a montar en forma con un amigo que me invitó a subir al Alto de Las Palmas (Medellín). Eso me tomó como dos semanas; un día avanzaba, al siguiente no avanzaba casi… yo no era ciclista y no todos los días mejoraba. Cuando lo conseguí, me entusiasmé mucho con el ciclismo. Ahí empecé a salir a pueblos en bici y a enamorarme del todo de esta práctica.

BS: ¿Cómo empezaste a competir?

SB: Me empezó a ir muy bien de manera recreativa hasta que se presentó la oportunidad de viajar a Europa a competir. Fue un gran cambio porque yo montaba por gusto mientras estudiaba en la universidad. Un día me metí a competir ciclomontañismo, tenía una bici todoterreno, que estaban muy de moda, y en esa época se estaban organizando las competencias. Gané y dije esto es lo que me gusta y voy a prepararme para competir y ganar carreras.

Ya después ensayando las diferentes disciplinas hasta que ya me por ruta, en carretera. Un médico me hizo una prueba de esfuerzo y me dijo que el resultado había sido muy bueno. Él me consiguió una reunión con un técnico español y me ‘vendí’ como ciclista en el Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta que se hizo en Duitama (Colombia), en 1995. Ese técnico me contrató por cuatro años.

BS: ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Qué fue lo más difícil?

SB: Era una aventura porque no tenía el conocimiento. Yo era un ciclista recreativo, no profesional. Un ciclista normalmente arranca más joven, con formación y compitiendo, entonces llegar al ciclismo profesional de un salto fue difícil. Lo más duro fue la adaptación esos primeros años porque todo era aprendizaje. Llegué y no era nadie, yo estaba solo y entrenaba pero no tenía un plan ordenado, con método… yo montaba y montaba. No sabía si iba estar todo el año en Europa, si me devolvería para Colombia, qué carreras iba a hacer.

«Mientras pueda, monto bicicleta todos los días. Depende del tiempo que tenga, si estoy muy cansado… oigo mucho al cuerpo. Si necesito descansar, lo hago y no me fuerzo a hacer ejercicio».

BS: ¿Cómo empezaste a ganar?

SB: Empezaron a prestarme atención unos tres años después. Comenzaron a enviarme planes de entrenamiento y ahí sí se empezó a ver los resultados. Era 1997 en ese entonces y gané algo por primera vez en Europa. En mi carrera, estuve en el Tour de Francia, que gané tres etapas en diferentes versiones. Estuve en varios mundiales de ciclismo y así gané un oro en Bélgica y un bronce en Portugal. Gané el Tour de Romandía en Suiza, los Juegos Panamericanos y la Vuelta a Colombia. Son más de 40 triunfos, todos muy especiales porque ganar es muy difícil.

BS: ¿Qué es lo que más valoras de esos años?

SB: Lo más importante para mí es el que la bicicleta haya llegado a mi vida. Ella fue una guía, una constante, un riel. Me ayudó a enderezar el camino, a poner un orden en mi vida, a aprender la disciplina y el trabajo duro.

Lee aquí la segunda parte de la entrevista a Santiago Botero y conoce la Ruta Colombia.

Fecha de publicación: mayo 3 de 2016.
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