La vista, el olfato, el oído, el tacto y el gusto influyen en la conducción de cualquier vehículo, en la seguridad vial y en la prevención de accidentes de tránsito. Descubre en qué le aportan tus sentidos a la conducción y aplica estas recomendaciones.
Los carros ya no son simples máquinas para movilizarse, sino complejas piezas tecnológicas que ofrecen toda una experiencia a quien se sienta al volante y para quien viaja como copiloto o acompañante. Complejos sistemas de audio y navegación, televisión y otros dispositivos electrónicos presentes en los vehículos demandan atención y, de no usarse bien, pueden poner en riesgo la seguridad de la conducción.
Más allá de su utilidad, los conductores deben saber usar toda esa parafernalia en favor de la seguridad vial y la movilidad responsable con el fin de que sus sentidos estén siempre atentos a la vía, no se distraigan y, por ende, haya menos errores y riesgos.
Una conducción consciente hace más seguros tus desplazamientos, por lo que es importante concentrar tus cinco sentidos en la actividad. Sí, como lo escuchas, porque no se involucran solo los ojos, los oídos y las manos. La lengua y el olfato también son esenciales.
Conducir es una experiencia visual
- Para obtener la licencia de conducción se debe pasar con éxito un examen visual que determina si la visión de la persona está en óptimas condiciones para que esta conduzca. Si no sale muy bien podría necesitar lentes o, en un caso agravado, se le podría impedir el manejo de cualquier vehículo.
- Si una persona requiere gafas para conducir, no puede dejar de llevarlas puesto que de ello depende el control del carro, el desarrollo de la actividad como tal y la interacción del carro o la moto con los demás actores de la movilidad en la vía. Ten en cuenta que el examen visual no es el único que se debe pasar, sino que son un conjunto de pruebas.
- Los conductores deben evitar distraerse viendo el celular o cualquier otro elemento que separe sus ojos del camino. Asimismo, la vista permanente de los espejos —que muestran los vehículos a los lados y atrás— es fundamental.
Manos siempre en el volante
- El tacto debe ser entrenado para la conducción, no solo porque de este sentido depende la acción de manejar cualquier vehículo, sino porque es una herramienta de conexión y entendimiento entre el conductor y el carro o la moto.
- Al manejar, el contacto con el volante o el manubrio ayuda a detectar el estado de la vía y el buen funcionamiento de la máquina, puesto que es en el timón que se sienten movimientos extraños, vibraciones y hasta dificultades para controlar el vehículo. Por algo fuera de lo común que sientas podrías tomar decisiones que te salven la vida.
Los oídos en la vía
- Aparte de la vista y el tacto, el oído es el sentido que más se utiliza al manejar. Escuchando el ruido del motor o el pito de los demás vehículos es que el conductor toma acciones en la vía como acelerar, frenar o detenerse.
- Del oído dependen elementos que influyen en quien conduce y la música o la conversación con el copiloto u otros acompañantes. Mantén el volumen del radio en un nivel prudente y por ningún motivo uses audífonos porque ello es como vendarse los ojos para conducir.
- Ten cuidado con la utilización de manos libres para el celular porque, así esta ayuda se recomiende, funciona también como un distractor.
- Toca la bocina o el pito de manera amistosa cuando sea necesario, sobre todo para alertar a los demás conductores frente a sus acciones o alguna que tú vayas a realizar.
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Nariz atenta a la conducción
- Tu capacidad olfativa apoya la identificación de escapes de fluidos u otros desperfectos en el motor. Un olor muy fuerte te puede indicar que algo no anda bien, por eso debes estar atento.
- Además, y aunque tal vez suene obvio, un mal olor en tu carro o proveniente de algún elemento de tu moto te dice que es hora de una jornada de limpieza y aseo. De esta acción tan simple depende en gran medida el buen estado en el que conserves tu vehículo. Como dicen, nada se compara con el olor de un automóvil nuevo; esto habla mucho del conductor y sus hábitos cotidianos.
Estómago contento, conducción segura
- Comer dentro de un vehículo es de lo más normal, pero el conductor no debe hacerlo. Esta es una acción irresponsable porque quitar la vista de la vía durante unos segundos para tomar una bebida, por ejemplo, es para el conductor una distracción que puede causar un accidente de tránsito. Si las demás personas comen, deben hacerlo sin afectar la concentración de quien maneja.
- Si el conductor tiene mucha hambre o si comió en exceso, la concentración se le dificultará. Lo mejor es que la persona coma y se hidrate muy bien y que repose un tiempo prudente antes de tomar el volante.
¿Te ha pasado algo por no ir con tus sentidos atentos al momento de conducir? ¡Comenta!
Fecha de publicación: junio 16 de 2018.
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