Conoce cómo controlar las emociones cuando conduzcas por medio de técnicas y ejercicios para fomentar tu inteligencia emocional.
El hecho de que estés triste o asustado influye en tu forma de conducir carro, moto o bicicleta. Tener desarrollada tu inteligencia emocional implica poder controlar tus emociones o tomar la sabia decisión de entregar tus llaves cuando te consideres impedido para manejar.
Las emociones, de acuerdo al estudio Conducción ZEN: emociones, decisiones y conducción, son respuestas automáticas del cerebro que guían el comportamiento. Son tan naturales que pueden presentarse de forma inconsciente. No controlarlas significa no tomar decisiones emocionales asertivas.
“Los conductores sin control emocional triplican la probabilidad de tener un parte o sanción y duplican su agresividad por las acciones de los demás”, de ahí la importancia de cultivar la inteligencia emocional.
Aplica estas claves en tu cotidianidad y aporta a la seguridad vial y a la movilidad responsable. Verás que solamente implican conocerte mejor y conectarte con todos los elementos presentes en la vía.
- Sé consciente de que lo que piensas y sientes tiene impacto en tu cuerpo y tus acciones. Así no lo quieras, puedes actuar de forma inadecuada cuando no controlas lo que sientes. Conducir cualquier vehículo te exige capacidad de reacción ante un imprevisto y el malgenio o la tristeza hacen que esta se reduzca.
- Toma conciencia del vehículo. Conéctate con la vía y sus condiciones, observa los actores de la movilidad que te rodean y los que podrían aparecer: peatones, ciclistas, otros conductores, animales, entre otros.
- Si te encuentras en un estado anímico que puede representar un riesgo para ti y los demás, lo mejor es que detengas el carro, moto o bicicleta en una zona segura y pidas ayuda. Si la situación no es tan extrema, está en ti controlar tus emociones por medio de la relajación. Respira profundo y no te dejes llevar por el estrés o la crisis. Piensa en positivo.
- Revisa el funcionamiento de tu vehículo antes de comenzar la marcha. Esto te permite identificar si hay algo que está fallando y evitar una varada en la vía. Si no conoces mucho del funcionamiento de tu vehículo, por lo menos es bueno que tengas claras algunas buenas prácticas de prevención y mantenimiento: ¿cada cuánto tu carro necesita alineación y balanceo?, ¿cuándo fue la última vez que revisaste los frenos?, etc.
- Asume la postura adecuada en la silla o sillín para que no pierdas la concentración y estés cómodo.
¿Cómo influyen las emociones en tu forma de conducir? Te lo contamos aquí. ¡Da clic!
- Mantén la temperatura de tu cuerpo. El calor te produce somnolencia y el frío hace que recojas tu cuerpo, es decir, que atraigas tus piernas hacia tu pecho y cierres más los brazos alrededor de tu tronco. Si te movilizas en moto o bicicleta, usa el equipo adecuado para conservar tu cuerpo en estado óptimo. Si vas en carro, toma medidas para que el ambiente de la cabina sea agradable.
- La música influye en tu estado de ánimo. Si escuchas un género que transmite caos y desorden, es muy posible que esto impacte tus pensamientos. Mientras conduces, procura escuchar lo que te genere tranquilidad, no desvíe tu atención y no te dé sueño.
- Conducir cuando el tráfico es más complicado no es fácil. Es una realidad de todas las ciudades, así que prepárate. Piensa de forma positiva ante los trancones, los choques, si un conductor que no respeta las normas de tránsito, entre otros factores, de esta manera te evitas disgustos y das un respiro a tus emociones.
¿Cómo te va controlando tus emociones cuando conduces? ¿Te consideras un conductor responsable? ¿Qué tienes por mejorar? Comenta en el formulario de abajo y amplía este tema aquí.
Fecha de publicación: agosto 16 de 2017.
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