
Cerca del 70 % del día estamos en nuestro entorno laboral, sentados y frente al computador.
Nuestros trabajos cada vez nos hacen más sedentarios. Cerca del 70% del día estamos en nuestro entorno laboral, sentados o en labores que implican poco movimiento.
¿Cuáles alteraciones pueden asociarse al entorno laboral?
Puedes estar en riesgo de tener alteraciones conocidas como desórdenes de los músculos y los huesos (o desórdenes músculo esqueléticos) asociados al trabajo si:
- Realizas movimientos repetitivos con las manos.
- Levantas, jalas o empujas elementos pesados con frecuencia.
- Permaneces en posiciones incómodas por periodos prolongados.
- Tu puesto de trabajo carece de las dimensiones y adecuaciones apropiadas para ti.
Entre los desórdenes de los músculos y los huesos más frecuentes están:
- Dolor bajo de espalda.
- Dolor de cuello y hombro.
- Síndrome de túnel del carpo, que es el dolor y el hormigueo en la muñeca de tu mano dominante por sobreuso.
- Tendinitis o inflamación de los tendones que producen dolor.
- Fatiga visual.
- Estrés.
¿Cómo puedes prevenirlo?
¡Haz una pausa!
- A pesar de toda la carga de trabajo, tómate unos minutos para moverte, estirarte y reír.
¡Muévete!
- Levántate del puesto laboral.
- Camina dos o tres minutos por tu sitio de trabajo.
- Si puedes, baja y sube un piso por las escaleras.
¡Estírate!
- Estira tus brazos por encima de la cabeza y luego al frente.
- Con los pies firmes en el piso, arquea la espalda, llevando primero el mentón al pecho y luego la frente apuntando al techo. Repite el ejercicio cinco veces.
¡Relájate!
- Levántate, flexiona ligeramente las rodillas e imagina que tomas un balón mediano entre tus manos. Cierra los ojos y lleva el balón con movimientos muy lentos hacia la derecha, izquierda, arriba y abajo. Repite tres veces mientras respiras de manera profunda y pausada.
Anímate a hacer la pausa activa del día:
Para tus manos:
- Empuña las manos y haz círculos con ellas de un lado y otro por cinco veces.
- Lleva las palmas al frente y estira los dedos hacia arriba por unos segundos. Repite con la otra mano.
- Abre y cierra las manos llevando el pulgar hacia adentro. Repite cinco veces.
- Estira las muñecas hacia los lados llevándolas lo que más puedas. Relaja y repite tres veces.
Para tu espalda:
- En tu silla, encoge los hombros con fuerza y luego relájalos. Repite tres veces.
- Extiende un brazo tratando de tocar el techo y estírate. Repite con el otro brazo.
- Levántate y apoya una mano en la silla. Levanta el pie con la pierna flexionada. Repite con la otra pierna.
- Frente a la pared, apoya tus manos y empújala como si quisieras moverla. Relaja y repite tres veces.
Para tus ojos:
- Mira hacia arriba y hacia abajo, solo moviendo tus ojos.
- Ahora mira a los lados.
- Cierra y abre los ojos con fuerza.
- Calienta tus manos limpias y colócalas sobre tus párpados.
Fecha de publicación: diciembre 5 de 2019.
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