7 pasos para transformar tus hábitos alimentarios

Señales como fatiga constante, sentimientos de incomodidad y culpa por lo que consumes a diario y dolores en los músculos y articulaciones indican que debes cambiar tus hábitos alimentarios.

Cuando no comes de manera balanceada o saludable, tu cuerpo se manifiesta mediante la delgadez, el sobrepeso o la obesidad. Asimismo, es posible que las valoraciones médicas revelen, aunque te sientas bien, presión arterial alta y niveles elevados de azúcar, colesterol o triglicéridos en tu organismo.

Todo esto depende de los patrones que hayas adoptado desde la infancia en la ingesta de alimentos. Paula Andrea Henao, nutricionista coach de SURA y magíster en Salud Pública, explica que el contexto de cada persona (familia, amigos, ciudad que habita, cultura) la induce consciente e inconscientemente a estar seleccionando, comprando, consumiendo o utilizando determinados productos, lo que se traduce en hábitos que son siempre susceptibles de ser transformados en virtud del bienestar físico y mental.

Desarmar hábitos para adoptar otros

La renovación nutricional es un proceso paulatino y no lineal. Como el cerebro tiene un protocolo de resistencia frente a los cambios, puesto que requiere un mayor gasto de energía en la construcción de una nueva ruta neuronal, puede haber altibajos que te impidan seguir con tu rutina. Sin embargo, cuando tienes plena conciencia del valor de la repetición (los hábitos se configuran a partir de acciones repetitivas), tu cuerpo se vuelve un gran aliado que, incluso, te recuerda lo que debes hacer.

En la siguiente infografía, conoce siete pasos para emprender la modificación de tus costumbres y superar algunos obstáculos que podrían dificultarla, como la falta de tiempo y dinero y el gusto por alimentos poco saludables.

Características de una dieta saludable

• Completa: las rutinas de alimentación balanceadas cuentan con los macro y micronutrientes necesarios para el adecuado desarrollo de tu organismo.
• Equilibrada en sus cantidades: si eres una persona sedentaria, por ejemplo, la cantidad de alimentos debe ser baja. Además, es clave que las raciones estén determinadas por tu estado fisiológico.
• Se ajusta a la cultura y a tus gustos: es importante que la alimentación sea placentera. Por eso, ajusta tu dieta a lo que prefieras consumir y que esté dentro de tu presupuesto.
• No te hace daño: evita las bacterias, hongos, mohos dañinos y productos químicos que resulten tóxicos.
• Acordada con un profesional: los hábitos saludables parten de tus características fisiológicas, la actividad física que hagas, tus rutinas de trabajo y estudio, etc. Como son tantos factores, es fundamental que no tomes decisiones sin consultar antes a un profesional con el fin de que sigas un proceso seguro y sostenible en el tiempo.

Fecha de publicación: febrero 25 de 2022.

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