Las enfermedades de zika y chikungunya son causadas por virus transmitidos, principalmente, por mosquitos o vectores del género Aedes. ¿Cómo se pueden prevenir?
El cambio climático tiene mucho que ver con la aparición de enfermedades. Cada año se presentan picos de contagios, especialmente, en el período que va de abril a junio y de septiembre a noviembre, debido a las olas de lluvias y humedad. Según la tendencia, mayo y octubre son los meses con mayor repercusión.
Estas alteraciones en el clima facilitan el aumento de padecimientos virales, entre los que se encuentran el zika y el chikungunya. Pero, a diferencia de otros virus que se contagian por vía aérea en épocas de lluvia, estos son transmitidos por la picadura de mosquitos: Aedes aegypti y Aedes albopictus son sus nombres.
Si bien estas enfermedades se parecen en varios de los primeros signos, ambas se manifiestan con señales propias, según explica César Augusto López, médico epidemiólogo de SURA, quien a continuación detalla los principales síntomas, el tratamiento y las medidas de prevención.
Zika
Este virus presenta síntomas que van de dos a siete días. Algunos son: fiebre, conjuntivitis, brote cutáneo, dolores musculares, articulares y de cabeza y malestar general. No obstante, la mayoría de los pacientes son asintomáticos. Es una enfermedad que se cura de manera natural en la mayoría de los casos y sus ciclos de evolución transcurren entre siete, 14 y 21 días.
Además de la picadura de los mosquitos o vectores, las vías de transmisión del zika son:
- Contacto sexual
- Contagio de la madre al feto durante el embarazo
- Transfusiones de sangre
- Trasplante de órganos
El zika y el embarazo
Si afecta a mujeres en estado de gestación puede perjudicar el crecimiento del feto en el útero y producir alteraciones genéticas, como microcefalia (disminución del tamaño de la cabeza), lo que más adelante podría traer un retraso en el desarrollo sicomotor del bebé. Asimismo, se asocia a otras complicaciones: parto prematuro, aborto espontáneo y muerte intrauterina del feto.
Todas las etapas del embarazo tienen una serie de cuidados, pero el desarrollo neurológico más importante se da entre el primer y segundo trimestre. Es por eso que en estos períodos se corre el mayor el riesgo, si se adquiere el virus.
Chikungunya
Se manifiesta con fiebre, malestar general, brote, conjuntivitis leve, náuseas y cansancio. Asimismo, dolor en los músculos y en la cabeza, y otro más intenso y debilitante en las articulaciones que puede dejar secuelas en algunos pacientes, como la artritis.
Los síntomas suelen darse desde la picadura del mosquito y duran unos siete días, pero en ocasiones se extienden hasta 21 y no se dan de manera simultánea, sino que aparecen y desaparecen.
Cuando el virus permanece desde el contagio hasta 21 días después, se habla de chikungunya agudo y, cuando su permanencia es de más de 30 días, se trata de chikungunya crónico, aunque este último es poco común y depende de la respuesta inmunitaria de la persona.
Estudios realizados en mujeres embarazadas no muestran una alta incidencia, sin embargo, esta población debe tener muchos cuidados como con cualquier otra enfermedad.
¿Cómo se tratan el zika y el chikungunya?
Estas enfermedades no tienen vacuna ni un tratamiento específico, aunque sus síntomas sí se atienden de la siguiente manera:
- Aliviando la fiebre y el dolor.
- Mejorando las erupciones cutáneas con antihistamínicos.
- Reduciendo el dolor articular, pero no con antiinflamatorios, sino con esteroideos (son un grupo de medicamentos comunes, usados para tratar el dolor, la inflamación y la fiebre).
Se recomienda el reposo en casa, una adecuada y permanente hidratación y dieta blanda, pues estos virus hacen que las mucosas digestivas se lesionen y también que se dificulte la absorción de algunos alimentos. En cuanto a los casos más graves, estos requieren observación y monitoreo permanente por parte del personal de la salud.
¿Cómo se previenen?
Entre las principales acciones preventivas están:
- Evitar depósitos de agua permanente intra o peridomiciliarios (alrededor de las casas). Esto incluye: botellas, jarras, llantas, charcos, fuentes y lavaderos. En el caso de los floreros, hay que limpiarlos y cambiarles el agua a diario.
- Cubrir albercas y piscinas.
- En sitios donde suele haber mosquitos, usar repelente que contenga un componente químico llamado DEET.
- Instalar mosquiteros en los edificios con presencia de estos insectos. Asimismo, cerrar puertas y ventanas.
- Evitar la automedicación, en especial con antiinflamatorios no esteroideos.
- Para las mujeres embarazadas y los niños, usar toldillos o mosquiteros con orificios pequeños, preferiblemente impregnados de insecticidas con DEET.
Cabe resaltar que los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, aunque pueden picar en cualquier parte del cuerpo, prefieren hacerlo donde perciben calor y palpitaciones, como el cuello, los tobillos y la ingle. La idea es proteger estas y las demás zonas con las medidas anteriormente mencionadas.
Fecha de publicación: octubre 5 de 2022.
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