Establecer los límites de tu rendimiento físico es solo una de las acciones que se facilitan cuando controlas tu frecuencia cardíaca. Conoce otras ventajas y por qué es importante hacerlo.
Para que tu organismo funcione de manera correcta se necesita el bombeo constante de sangre de tu corazón hacia cada parte de tu cuerpo, proceso que hace a una presión y periodicidad determinadas. Esta última se denomina frecuencia cardíaca y es el número de veces que este órgano vital se contrae en un rango de sesenta segundos, lo que se conoce como pulsaciones o latidos por minuto.
Dicha medición debe controlarse, pues, como explica la Fundación Española del Corazón, algunos estudios realizados tanto en poblaciones sanas como en pacientes hipertensos (con cardiopatía isquémica o insuficiencia cardíaca) demuestran que, cuanto mayor es la frecuencia cardíaca, menor es la expectativa de vida. Llevar un estilo de vida saludable, por ende, es fundamental para mantenerla en los niveles ideales.
Pablo Restrepo, exnadador y líder de Ejercicio Inteligente, afirma que, al hablar de frecuencia cardíaca, hablas de lo esencial que es practicar actividad física con regularidad y hacerlo bien, lo que significa entrenar correctamente el músculo más importante: el corazón. Como hay que llevarlo a un ritmo progresivo mediante las cargas, usar dispositivos de monitoreo de la frecuencia cardíaca posibilita ajustar los tiempos y niveles de intensidad a tus metas y requerimientos.
Ventajas de usar monitores de frecuencia cardíaca
Para iniciar un entrenamiento consciente es clave entender que este no es un asunto de afanes ni de alcanzar objetivos de forma inmediata. Hay que contar con la guía de un deportólogo o entrenador físico para adaptar tus tendones, articulaciones, músculos y huesos con el fin de prevenir lesiones y, por último, incluir herramientas de control y optimización continua, como los monitores. Algunas bondades de medir tu frecuencia cardíaca son:
- Determinar tu condición física.
- Establecer los topes de tu rendimiento.
- Conocer tu capacidad de recuperación después de la actividad física.
- Valorar tu evolución e identificar cómo mejorar según tus capacidades y objetivos.
Recomendaciones a la hora de hacer deporte
- Calienta tu cuerpo antes de la práctica deportiva: hazlo cinco o diez minutos. Cuanto más intensa sea la actividad que vayas a practicar, mayor debe ser el tiempo de calentamiento.
- Hidrátate antes, durante y después del ejercicio: esto favorece la recuperación no solo de líquidos perdidos, sino de sales y minerales que tu cuerpo precisa para obtener energía.
- Estira tus músculos al finalizar: hazlo con suavidad y manteniendo cada postura unos quince segundos sin que te duela. De acuerdo con la intensidad de tu entrenamiento, estira entre diez y veinte minutos.
Tres claves del experto
- Convierte el deporte en un estilo de vida. “El ejercicio es una medicina maravillosa, sin efectos secundarios de ningún tipo. Intenta practicarlo a diario durante 45 minutos”, concluye Pablo Restrepo.
- Monitorea tu frecuencia cardíaca para garantizar tu rendimiento físico y el buen funcionamiento de tu organismo. Los dispositivos son compañeros de ejercicio, capaces de ayudarte a entrenar sin exceder tus límites.
- Consulta siempre a un profesional y escucha las señales de tu cuerpo.
Fecha de publicación: abril 26 de 2022.
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