El aislamiento ha cambiado el rol de los cuidadores y muchos deben permanecer en hogares ajenos. De su bienestar depende el de la persona que atienden.
La labor de los cuidadores de adultos mayores es invaluable, más en la situación generada por el covid-19. Tan importante como la salud de las personas a su cargo, es la de ellos: de su bienestar físico, mental y emocional depende el de alguien más.
Se considera que un ser humano cuide de otro cuando hay un factor de dependencia tal como la incapacidad para realizar, de manera autónoma, las actividades básicas de la vida diaria como bañarse, comer, caminar y usar el baño. Por lo tanto, el oficio de cuidar a una persona implica grandes responsabilidades.
Muchas veces se contrata a alguien externo para esta labor, pero en la mayoría de casos es una persona de la familia la que asume la función de cuidadora, explica Victoria Eugenia Arango, geriatra y asesora técnica del área de Envejecimiento y Vejez de IPS SURA.
Sin embargo, ten presente lo siguiente: en caso de que el cuidador externo se haya quedado en el hogar para hacerse cargo de forma permanente de quien lo requiere, ¿hay en casa un espacio dispuesto para la privacidad que esta persona merece? El hecho de cuidar a alguien quizá produzca ansiedad, angustia y sobrecarga, por lo que el descanso es esencial.
“El cuidador se puede agotar. Si no se relaja, el enfermo sufre porque la salud física y mental de los dos está en constante interacción. Esto implica estrategias de atención específicas. Pregúntate: ¿cómo evitar que la persona que cuida a tu familiar, tanto si eres tú o alguien más, se canse?”, cuestiona Arango, y da las siguientes recomendaciones:
- Establece una rutina detallada para el cuidador: debe incluir el tiempo dedicado a la persona encomendada (con actividades y horarios) y tiempo para el descanso físico y emocional de él o ella.
- Si es alguien externo es importante que, además de cumplir con las medidas de bioseguridad, mantenga algunas dinámicas de conexión y comunicación con su familia, como llamadas y mensajes.
- Acepta que por momentos se sienta impotente, frustrado e irritable. Dale un momento para reconocerlo, descansar y retomar su labor. Habla después con esta persona para que sus emociones y reacciones no afecten a tu familiar.
- Incentiva al cuidador para que se regale espacios y se relaje haciendo lo que le gusta. Vela por que lo haga en espacios seguros, es decir, dentro de la casa.
- Programa espacios de diálogo, acompañamiento y diversión que todos disfruten en el hogar.
- Garantiza el abastecimiento de medicamentos e insumos necesarios para el cuidado diario de tu familiar y quien lo cuida.
- Agradece a esta persona por la labor que hace cuidando a otros que así lo requieren.
- Procura aislar a cualquier persona con síntomas gripales o que súbitamente se sienta enferma, incluso si es el cuidador. Es conveniente que definas otras opciones de acompañamiento en caso de que una situación similar se presente.
Recuerda: a todos, incluyendo a los cuidadores de personas adultas mayores, nos han cambiado las dinámicas. Reconozcamos no solo el rol de cada uno, sino también las necesidades que tenemos. Cuidémonos y apoyémonos para salir juntos de esta coyuntura.
Fecha de publicación: julio 7 de 2020.
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