¿Qué es la fiebre amarilla y cómo se trata?
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¿Qué es la fiebre amarilla y cómo se trata?

5 octubre 2022 Sé saludable

La fiebre amarilla es una enfermedad endémica de las zonas tropicales de África, América Central y América del Sur. Su principal medida de control es la vacunación.

Le dicen amarilla porque alude a la ictericia (coloración amarillenta en la piel, ojos y membranas mucosas) que presentan algunas personas contagiadas. Es transmitida por mosquitos de los géneros Aedes y Haemagogus y su período de incubación es, aproximadamente, de tres a seis días.

La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda y hemorrágica, endémica de las zonas tropicales del continente africano, América del Sur y América Central. Aunque en algunas personas puede presentarse sin síntomas, estos suelen ser: fiebre, cansancio, pérdida del apetito, náuseas, vómito y deshidratación, dolor intenso muscular, de espalda y de cabeza.

Estos signos suelen desaparecer a los tres o cuatro días, pero al tratarse de un virus agresivo, se debe prestar atención en caso de que persistan, pues pueden ocasionar daños mayores en quien está contagiado.

Detectar la fiebre amarilla no es fácil y, en su etapa más avanzada, puede confundirse con enfermedades como malaria, paludismo, leptospirosis o hepatitis. De ahí la importancia de consultar con un médico de manera oportuna ante la aparición y aumento de los síntomas ya mencionados.

Fiebre amarilla

Tipos de fiebre amarilla

De acuerdo con César Augusto López, médico epidemiólogo de SURA, esta enfermedad se puede clasificar en tres tipos:

  • Fiebre amarilla selvática: presente en las selvas tropicales lluviosas, en las cuales los monos suelen ser el reservorio (organismo que aloja virus, bacterias u otros microorganismos que pueden causar una enfermedad contagiosa, que puede propagarse hasta producir una epidemia).
    Estos animales son picados por los mosquitos que, a su vez, transmiten el virus a otros monos y personas que se internan en la selva. Es por esta razón que varios territorios en el mundo exigen que sus visitantes estén vacunados.
  • Fiebre amarilla intermedia: transmitida por mosquitos que se crían tanto en ambientes selváticos como cerca de las casas, por ejemplo, en fincas o zonas semidomésticas; es decir, aledañas a los bosques y la selva.
  • Fiebre amarilla urbana: cuando las personas infectadas introducen el virus en lugares poblados. Ejemplo: alguien que viaja a la selva, se contagia allá y lleva la enfermedad a la ciudad, donde un mosquito puede picarlo y contagiar a los demás.

Vacuna: la clave contra la fiebre amarilla

No hay un tratamiento antivírico específico, pero un adecuado manejo hospitalario que trate la deshidratación, la fiebre y la insuficiencia hepática y renal aumenta la tasa de supervivencia. Por esto es que la vacuna contra la fiebre amarilla es la principal medida de prevención, ya que es eficaz, segura, asequible y una sola dosis es suficiente para otorgar inmunidad y protección de por vida.

Fiebre amarilla

Vale la pena señalar que en Colombia se incluye en el esquema de vacunación nacional y es gratuita para los niños a partir de los 12 meses. Solo en el caso de que se presente una epidemia, la pueden recibir desde los seis meses.

En cuanto al resto de la población, el Ministerio de Salud y Protección Social la recomienda, “con mayor énfasis, a quienes se desplacen a las regiones de mayor riesgo en el país (Amazonas, Caquetá, Casanare, Cesar, Guainía, Guaviare, Guajira, Meta, Putumayo, Vaupés y Vichada), parques naturales y zonas transitorias verdales de normalización, así como a los países donde el virus sea endémico”.

No obstante, César Augusto López sugiere que, aún sin importar si la persona va a viajar a lugares donde la exijan, siempre la mejor opción será vacunarse.

Cuidados

Además de la vacuna y de las campañas de control de los mosquitos que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), han tenido éxito para eliminar el Aedis aegypti (transmisor de la fiebre amarilla urbana) en la mayor parte de América Central y América del Sur, se recomiendan medidas preventivas personales para evitar las picaduras, como el uso de repelentes que contengan un componente químico llamado DEET y de ropa que minimice la exposición de la piel.

Fibre amarilla

En el caso de presentar sospecha de la enfermedad, se debe evitar al máximo la automedicación y consultar de manera temprana al médico; asimismo, si se detectan otros signos de alarma, entre los que se encuentran:

  • Sangrados
  • Petequias (puntos diminutos y rojos en la piel)
  • Hemorragias
  • Pérdida de la conciencia
  • Vómito abundante y que no se puede detener
  • Dificultad para sostenerse de pie debido al dolor general

Finalmente, también es importante brindar una atención oportuna a las poblaciones de mayor riesgo, como los niños menores de 5 años, las mujeres embarazadas, los adultos mayores y las personas con comorbilidades.

Fecha de publicación: octubre 5 de 2022.

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