El vértigo y el mareo son trastornos del equilibrio que, por sus síntomas similares, pueden ser difíciles de diferenciar. Un experto aclara cada uno.
Vas caminando y el mundo parece girar más rápido que de costumbre, sientes que tu entorno se acelera y esto provoca en ti una sensación de inestabilidad confusa. El domingo, por otro lado, luego de estar acostado hasta tarde, te levantas, pero pierdes el equilibrio y debes quedarte sentado por un tiempo, esperando a que se normalice tu visión.
Si bien estas situaciones son cotidianas y parecen similares, en realidad indican dos padecimientos diferentes. Sentirse mareado genera una pérdida moderada del equilibrio debido a algún movimiento brusco, una caída de la presión arterial o a deshidratación. El vértigo, por otro lado, es la sensación de que todo alrededor da vueltas.
Estos son trastornos del equilibrio causados por dificultades de salud preexistentes, efectos secundarios de medicamentos o afectaciones en el oído interno o el cerebro. Para Carlos Felipe Trujillo, médico otorrinolaringólogo de SURA, es necesario que los pacientes identifiquen los síntomas y las particularidades de cada condición.
¿Qué es el vértigo?
Carlos Trujillo lo define como una alucinación de movimiento que se manifiesta en una sensación de giro, es decir, el paciente siente que las cosas a su alrededor están dando vueltas. Esta condición aparece, principalmente, por una alteración en el oído interno y su duración varía dependiendo del tipo de vértigo (segundos u horas).
¿Cómo se diferencia el vértigo del mareo?
Mientras que una persona con vértigo siente que las cosas alrededor toman movimiento, una con mareo experimenta una sensación de aturdimiento o inestabilidad que provoca, a su vez, pérdida del equilibrio. Los mareos se ocasionan por movimientos bruscos, alteraciones metabólicas o vasculares y efectos secundarios de medicinas. Otras veces, por un problema de salud de base como infecciones o lesiones.
Síntomas asociados al vértigo
Aunque varían dependiendo de su tipo, los síntomas más comunes son:
- Náuseas y vómito
- Sudoración fría
- Sensación de oído tapado
- Dolores de oído
- Pérdida de audición (hipoacusia)
- Ruidos en uno de los dos oídos (acúfeno o tinnitus)
Tipos de vértigo
- Vértigo periférico: se origina por una dificultad en la parte interna del oído que controla el equilibrio. Este involucra el nervio vestibular, que conecta el oído interno y el tronco encefálico. Dentro de este tipo se encuentra el vértigo postural paroxístico benigno, que presenta episodios breves de mareos leves o intensos, y el vértigo de Ménière que se genera debido a la acumulación excesiva de líquido en la zona.
- Vértigo central: es un problema en el cerebro, por lo regular en el tronco encefálico o en el cerebelo, y se produce debido a accidentes cerebrovasculares.
¿Quién se ocupa de los trastornos del equilibrio?
El profesional varía dependiendo de los síntomas. En general, el diagnóstico es complejo y depende del nivel neurológico, hormonal y físico del paciente.
- La neurología se encarga del vértigo causado por condiciones cerebrales, como es el caso del vértigo central.
- El médico otorrinolaringólogo diagnostica los casos de vértigo que se deben a problemas en el oído.
- Cuando el vértigo se produce por disautonomía, es decir, por dificultades en la presión, la cardiología es la especialidad encargada del tratamiento.
Consulta al médico si presentas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, de manera que se te remita al especialista y recibas un tratamiento de acuerdo con la clase de vértigo que se te diagnostique.
Fecha de publicación: junio 09 de 2020.
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