La mastitis es uno de los problemas más comunes en el pecho de las madres durante la lactancia.
La mastitis se manifiesta cuando los tejidos se inflaman y esto causa dolor. Dicha inflamación es producida por la obstrucción de los conductos de la leche y puede ocurrir en cualquier momento, incluso si ya has destetado a tu bebé, aunque es más común durante el primer mes.
Generalmente afecta un pecho a la vez y las mujeres que la sufren pueden notar síntomas como zonas enrojecidas, duras, calientes y sensibles al tacto. Además se presenta fiebre (de 38 ºC o más), escalofríos y fatiga. Las causas más comunes son:
- La entrada de bacterias a la glándula mamaria a través de heridas en los pezones.
- Acumulación de leche en el interior del seno.
- Defensas bajas.
- Fumar.
Existen varias formas de tratarla: desde remedios caseros como compresas frías o tibias, masajes, medicina para el dolor y el uso de antibióticos prescritos y seguros durante la lactancia. En cualquier caso debes consultar a tu médico para que sea él quien te indique los pasos a seguir y determine la mejor opción de tratamiento.
Aún así puedes seguir amamantando a tu bebé. El vaciado de los senos ayuda a aliviar la mastitis. Si la mordida y succión del bebé son muy dolorosas, usa dispositivos para extraer la leche. La mastitis afecta a la madre y no al bebé, por lo que no debes preocuparte de un contagio.
Lo más importante es la prevención. Procura mantener una higiene adecuada de la zona y si notas cualquier anormalidad consulta a tu médico.
También cuidas de tu cuerpo cuando te realizas el autoexamen:
Fecha de publicación: diciembre 11 de 2019.
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