El cáncer testicular representa entre 1 y 1,5 % de las afecciones tumorales que afectan al hombre.
Los testículos son dos glándulas del tamaño de una pelota de golf y están ubicados en el escroto, la bolsa de piel localizada debajo del pene. Son los encargados de producir testosterona y espermatozoides.
El cáncer de testículo, según el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, es una enfermedad en la que se forman células malignas en los tejidos de uno o ambos testículos y es el más común en hombres entre 20 y 35 años de edad, por lo que se considera un tumor de jóvenes.
En Colombia, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, cada año se diagnostican 507 casos, de los cuales, 72 llevan al fallecimiento de pacientes que no alertaron los síntomas de manera temprana. Se estima que 99 % de los casos de cáncer testicular en que los hombres reciben tratamiento a tiempo logran curarse por completo. Por tal razón se recomienda realizar un examen físico una vez al año.
¿Quiénes tienen más posibilidades de sufrir cáncer de testículo?
Algunos factores de riesgo identificados y que podrían aumentar las posibilidades de padecer cáncer testicular son:
- El desarrollo anormal de los testículos.
- La criptorquidia: una afección en la que los testículos no descienden del abdomen al escroto en los primeros años de vida del niño.
- Antecedentes de la enfermedad en la familia.
- Ser de raza blanca, ya que el riesgo de cáncer testicular entre los hombres de raza blanca es aproximadamente de 4 a 5 veces mayor que en los de raza negra y los asiático-americanos, según La Sociedad Americana Contra El Cáncer.
¿Cómo identificar el cáncer de testículo?
Los síntomas más frecuentes del cáncer testicular están relacionados con anormalidades en el área del escroto. Sin embargo, hay casos en los que las señales no aparecen sino hasta etapas avanzadas de la enfermedad.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, los síntomas más comunes son:
- Presencia de masas indoloras en los testículos.
- Dolor en el abdomen bajo o en la ingle
- Sensación de pesadez en el escroto y acumulación de líquido
- Dolor, incomodidad o inflamación en los testículos o el escroto.
Autoexamen de testículo, clave de la prevención
Una de las piezas clave en el tratamiento del cáncer de testículo es el diagnóstico temprano. La Sociedad Americana contra el Cáncer recomienda que los hombres se eduquen en el tema y, si tienen factores de riesgo, se realicen el autoexamen de testículo por lo menos una vez al mes desde que lleguen a la pubertad.
Estos son los cuatro pasos del autoexamen que Profamilia sugiere. Si eres hombre, háztelo. Si eres mujer, invita a tus seres queridos a realizárselo.
- El mejor momento para el autoexamen testicular es después de una ducha caliente. El calor relaja la piel del escroto, permitiendo identificar con mayor facilidad cualquier anormalidad.
- Toca cada testículo con ambas manos. Coloca los dedos índice y corazón debajo del testículo y los pulgares en la parte superior. Enrolla el testículo entre los dedos de la parte inferior y el pulgar. No te preocupes si notas que son de diferente tamaño. Es normal.
- Cuando sientas el testículo, palparás una especie de cordón. Se trata del epidídimo, encargado de almacenar y transportar los espermatozoides. Es importante identificarlo para que no lo confundas con un nudo.
- Tócate en busca de algún bulto. Estos suelen ser del tamaño de una arveja o más grandes y, por lo general, no duelen al tacto.
Ten en cuenta que ante cualquier protuberancia cambio en el tamaño de tus testículos, molestias o dolor, lo más recomendable es consultar inmediatamente con tu médico.
Fecha de publicación: enero 10 de 2020.
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