Aunque estés en casa, la fatiga puede disminuir tu rendimiento si no tienes los cuidados necesarios. Conoce cómo evitar afectaciones.
Los cambios que afrontas, producto del aislamiento físico como método para evitar la propagación del covid-19, alteran, en menor o mayor proporción, tus condiciones físicas y mentales. Piensa en esto: ¿en los últimos días has tenido algún malestar en tu cuerpo (que no se asocie con una enfermedad) o se te dificultan algunas tareas de tu trabajo? Entonces existe la posibilidad de que estés fatigado.
De acuerdo con Sergio Naza, médico e investigador de la Consultoría en Gestión del Riesgo de SURA, “los seres humanos somos sociables y requerimos el contacto directo con otros. La ausencia de esto, sumada al exceso de trabajo o la falta de él, puede hacer que aparezcan el insomnio y el estrés, los cuales provocan fatiga: un asunto que se debe gestionar adecuadamente”.
¿Qué es la fatiga?
Es una alteración del estado de la vigilia (estar despierto) y de la capacidad de hacer tareas de manera segura como consecuencia de dormir muy poco o mal (dormir mucho, pero en las horas que no son y mantenerse en las etapas superficiales del sueño), trabajar en horarios en los que deberías estar durmiendo o desarrollar actividades de gran exigencia mental o física.
Algunos síntomas son:
- Malestar general
- Dolor de cabeza
- Irritabilidad
- Lapsus (equivocación que se comete por olvido o falta de atención)
- Pérdida de memoria
- Precisión reducida
Tal como explica Naza, esta alteración se manifiesta con excesiva somnolencia durante el día, problemas de concentración y toma de decisiones erradas, así como disminución profunda de la productividad y aparición de microsueños en medio de actividades que te exigen un alto nivel de alerta y atención como, por ejemplo, conducir un vehículo.
El sueño afecta tu rendimiento y salud, por lo que es importante dormir entre siete y nueve horas diarias: cuando lo haces, recuperas todas las funciones humanas, consolidas el aprendizaje y mejoras tu sistema inmune, estado de ánimo y rendimiento físico y cognitivo.
¿Cuáles hábitos pueden generar fatiga?
- Dormir menos de siete horas al día.
- Pensar que dormir es una pérdida de tiempo.
- Sacrificar horas de sueño por otras actividades (trabajo, estudio o recreación).
- Consumir sustancias sicoactivas (alcohol, tabaco, marihuana, entre otras).
- Tener algún desorden o trastorno del sueño (insomnio, ronquidos o apnea obstructiva).
Incluso si trabajas de forma remota, debes controlar tus espacios y tiempos laborales. “Hay que establecer límites, respetar los espacios de vida en familia y los de dormir. Si no le das el suficiente interés al sueño saludable, será más difícil que logres un buen descanso y el rendimiento necesario”, señala el experto.
¿Cómo combatir la fatiga en el trabajo?
- Saca tiempo para las pausas saludables: pequeños espacios durante la jornada laboral ideales para estirar el cuerpo, caminar o respirar con conciencia por unos minutos.
- También hay pausas cognitivas: ejercicios de lógica, sopas de letras, crucigramas y rompecabezas. Te desestresan y optimizas tu atención, concentración y memoria.
- Haz ejercicio: separa un espacio en el día, mínimo 30 minutos.
- Mente sana en cuerpo sano: respeta los horarios de comida, consume una dieta equilibrada e hidrátate.
- Practica el autocuidado: intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días.
- Busca un sueño reparador: evita la cafeína, el tabaco y el alcohol antes de dormir, apaga el timbre del teléfono y ambienta tu habitación lo más oscura, fresca y silenciosa posible.
Entre las consecuencias de la fatiga están: cometer errores regularmente, dificultad en el manejo del estrés, deterioro de la capacidad de pensar y aprender, menor concentración, alerta y atención; ineficiencia en la toma de decisiones y pérdida de memoria.
Sergio Naza agrega otras de largo plazo, como fatiga crónica, que aumenta el riesgo de hipertensión; eventos cardiovasculares, diabetes no insulinodependiente, algunos cánceres, depresión y alzhéimer anticipado.
Para prevenir, aparte de los hábitos a mejorar, el especialista sugiere los siguientes ejercicios:
- Físicos: ejercicio cardiovascular (caminar, trotar y montar bicicleta) durante 30 minutos al día. Procura hacerlo, máximo, hasta tres horas antes de irte a dormir.
- Mentales: técnicas y espacios para manejar la ansiedad y el estrés como la meditación y el mindfulness o atención plena. Para esto recomienda el libro Mindfulness para principiantes, de Jon Kabat Zinn, y las aplicaciones digitales: Siente, Intimind, Calm y Headspace.
Fecha de publicación: junio 09 de 2020.
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