Cuidados y precauciones del uso de lentes de contacto

Si te da rabia cuando tus gafas se empañan, se te dificulta hacer deportes con ellas puestas, los lentes de contacto pueden ser una alternativa.

​Los lentes de contacto se han convertido en un aliado para quienes sufren alguna deficiencia visual en tanto tienen ventajas que los diferencian de las gafas convencionales, sobre todo porque pueden llegar a ser más prácticos y discretos.

Los hay de muchos tipos​, según tu necesidad o condición, pero es importante que los utilices con precaución. Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de comprar y usar lentes de contacto.

Visita al oftalmólogo y al optómetra

Elige los lentes de contacto con la asesoría y el acompañamiento de un especialista​; este se encargará de darte el diagnóstico y la fórmula adecuada para ti. Dependiendo de eso sabrás cuál es el lente que más se adapta a tu visión y estilo de vida.

Ten en cuenta que la fórmula para unos lentes de contacto es diferente a la de unas gafas convencionales. Esta cuenta con información referente a la forma y al tamaño de tus ojos.

Cuidado con las afectaciones en los ojos

Los lentes de contacto se relacionan principalmente con practicidad y satisfacción frente a la imagen personal, pero hay que tener en cuenta que su uso requiere cuidados con el fin de prevenir afectaciones en los ojos.

Sigue las instrucciones que te den el profesional de la visión que consultes y el fabricante de los lentes para que tengas una buena higiene en su mantenimiento y manipulación.

Adopta hábitos de higiene responsables

Según la Academia Americana de Oftalmología existen algunas recomendaciones que podrías tener en cuenta a la hora de manipular tus lentes de contacto. Presta atención:

• Lávate las manos con agua y jabón y luego sécalas con una toalla sin pelusa antes de manipular los lentes.
• Evita que los lentes tengan algún tipo de contacto con el agua. Estos no deben enjuagarse o almacenarse en este líquido.
• Ten muy presente la fecha de prescripción de los lentes para que los cambies cuando llegue el momento. Estos, por lo general, duran un año.
• Limpia con frecuencia el estuche de los lentes. Para hacerlo, lávalo con la solución especial para lentes (no con agua) y déjalo secar al aire libre. Procura cambiarlo, por lo menos, cada tres meses.
• Si has guardado los lentes en el estuche con la misma solución durante más de 30 días, desinféctalos con solución fresca antes de usarlos.

Presta atención a señales adversas

El uso de lentes de contacto puede generarte reacciones adversas​ y, en el caso más grave, complicaciones de otro tipo. Si presentas enrojecimiento de los ojos, lagrimeo constante, dolor, hinchazón o cualquier otra molestia, retírate los lentes de contacto y acude al oftalmólogo.

Reemplazar tus gafas por lentes de contacto puede ser una gran alternativa si tomas las medidas necesarias y te informas con tu especialista sobre la forma correcta de hacer este cambio. Recuerda que tan importante como la comodidad y la practicidad, es la salud de tus ojos.

Fecha de publicación: febrero 11 de 2020.

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