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Crea tu propia huerta casera en un metro cuadrado

9 mayo 2019 Sé saludable

Una terraza y un balcón son suficientes para iniciar una huerta casera. Manuela Jaramillo da fe de ello con una iniciativa ambiental y de autoconsumo.

​Cuando las plantas de la huerta de Manuela Jaramillo están tan grandes que se salen de la matera, ella toma su podadera, saca varios tallos y los regala a sus estudiantes o amigos. Es una forma de compartir vida, de transmitir su pasión y amor por la naturaleza.

Su gusto por las plantas empezó cuando era niña. En ese entonces se sorprendía viendo cómo en un algodón podía germinar una semilla. Hace cinco años decidió aprender más sobre la vida de las plantas, así que tomó un curso y luego creó su propia huerta en un metro cuadrado del balcón de su apartamento, ubicado en el piso 21 de un edificio en Medellín.

Hoy su huerta no solo le provee plantas y frutos para el autoconsumo, sino también satisfacción. Esa que le da aportar su grano de arena para reducir el impacto de los procesos de cultivo en el medio ambiente​ con una iniciativa que desarrolla de manera limpia y sana.

Según Oxfam Intermon —organización internacional que trabaja en la reducción de las desigualdades sociales y económicas—, hay tres aspectos claves que se deben tener en cuenta durante el proceso de creación y mantenimiento de una huerta:

Definir el tipo de alimentos

En una huerta casera se pueden producir frutas, hortalizas, aromáticas y otras plantas. Pero teniendo en cuenta el espacio y las expectativas de consumo hay que priorizar. En ese sentido, considera los tiempos de cosecha y productividad de cada especie​.

Garantiza buena luz y agua

Una huerta requiere, mínimo, seis horas de luz por día. Identifica cuáles plantas necesitan más que otras y ubícalas para que les llegue el sol directamente. Respecto al riego​, este es fundamental aunque no todas las plantas consumen igual cantidad de agua. En verano se sugiere regarlas cada dos días y en invierno, dos veces por semana. Procura que el agua llegue a la raíz, pues la que queda en las hojas podría originarles hongos.

Usa fertilizantes naturales

Las cáscaras de huevo, las cortezas de frutas u hortalizas y el ripio de café, entre otros, son ideales para producir compost​. Al mezclarlos con arena y dejarlos dos o tres meses en reposo, se obtiene un abono rico en nutrientes. También sirven el estiércol, el humus de lombriz, los abonos verdes, las algas o los residuos de cosechas anteriores.

Fecha de publicación: mayo 9 de 2019.
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