Un año comienza con nuevas exigencias y demandas, que son un reto para tus finanzas personales. Estos son algunos consejos para que tomes decisiones acertadas, prevengas afectaciones en tu salud financiera y cumplas tus propósitos.
El final del año es una época emocionante: reuniones familiares, vacaciones, regalos, promociones y diversión. ¿Qué decir del inicio del año siguiente? Nervios, angustia, expectativa, arrepentimiento y esperanza. Nada de esto es negativo; todo implica sentir, vivir a plenitud situaciones que llevan tu emoción al límite, pero es importante identificar a tiempo qué es lo que sientes con el fin de aprovecharlo a tu favor.
Sara Díaz, sicóloga de SURA, afirma que, al momento de tomar decisiones, hay que definir en cuáles debes ser más racional que emocional. Por ejemplo: cuando ves una promoción muy atractiva no debes actuar solo desde la emoción que esta despierta, sino que tienes que hacerte preguntas como:
- ¿Esto realmente se ajusta a mi presupuesto y a mi planeación?
- ¿Estoy pensando en las obligaciones que tengo a futuro?
- ¿Esto es una necesidad o un deseo? Si es un deseo, ¿puede esperar?
- ¿Puedo ahorrar un poco más en vez de pagar con una tarjeta de crédito a varias cuotas?
- ¿Lo que se me descuenta en la promoción lo voy a pagar realmente en los intereses de la tarjeta de crédito?
Asimismo, hacer conscientes algunos sesgos mentales que aparecen a la hora de comprar te ayuda a prevenir errores financieros frecuentes:
- Sesgo de mentalidad de rebaño: es cuando las personas realizan ciertas cosas porque ven que los demás las hacen. Es el caso de quienes se endeudan para darles a los hijos el regalo “de moda”.
- Sesgo del presente: se refiere a que los seres humanos buscan beneficios inmediatos sin pensar en las consecuencias futuras. La publicidad lo sabe y juega con esto para llevar a la gente a tomar decisiones poco convenientes.
- Aversión a la pérdida: las personas tienden a darle más relevancia a una pérdida que a una ganancia. Es por eso que acceden a ciertos descuentos para no “perderlos”, así estén fuera de sus posibilidades.
Factores a tener en cuenta para la planeación financiera
Hay variables que muchas veces se dejan de lado, como la tasa representativa del mercado (TRM), la inflación y los intereses, las cuales pueden afectar tu planeación, dice Juan Carlos Betancur, experto de Salud Financiera de SURA, quien agrega que es clave prever estas posibles variaciones para elaborar un presupuesto claro y ajustado a la realidad.
Sara Díaz, por su parte, invita a realizar un mapa de propósitos con su plan de acción respectivo. Dentro de los objetivos debes clasificar las prioridades, necesidades y deseos que direccionen tu comportamiento financiero. Luego, hay que analizar los ingresos, divididos de la siguiente forma:
- Ingresos fijos o variables: en este aspecto es esencial hacer un fondo de emergencia para imprevistos.
- Ingresos activos o pasivos: los primeros son los que llevas a cabo por tu trabajo, mientras que los segundos son el resultado de inversiones o ahorros.
¿Cómo priorizar tus gastos?
- Legales: deducciones de nómina por seguridad social, retenciones de ley, embargos, etc.
- Básicos o necesarios para vivir: alimentación, vivienda, manutención a terceros, salud, servicios públicos y transporte.
- Financieros: créditos con entidades financieras o personas naturales.
- Elecciones: gastos que no son necesarios, pero que te permiten disfrutar la vida.
- ‘Hormiga’: gastos pequeños del día a día que, sumados, pueden ser significativos.
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Fecha de publicación: febrero 11 de 2022.
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