Liquidar activos fijos, oxígeno para enfrentar situaciones críticas

Muchas empresas han optado por esta fórmula para generar liquidez durante la pandemia. La clave es contar con un plan para darle un uso inteligente a los activos fijos.

Si quieres garantizar la sostenibilidad de las operaciones de tu empresa, mejorar el flujo de caja e incrementar los ingresos, evalúa la situación financiera y el escenario económico que estás enfrentando, cuáles son las mejores opciones para aumentar la liquidez y si una de estas es la venta de los activos disponibles.

Te compartimos este  análisis que comprende tres fases: antes, durante y después de la venta. Además, te explicamos lo que debes tener en cuenta en cada una. 

Antes

Analiza:

• ¿Cuántos activos fijos tiene la empresa? Haz un listado con la descripción de cada uno. 
• ¿Cuál es el valor comercial de cada uno? Asesórate de expertos en avalúos de este tipo que te ayuden a determinar su precio real en el mercado.
• ¿Ese activo es productivo y es fuente de ingresos para la compañía o, por el contrario, es improductivo y no reporta ningún beneficio para las operaciones?
• ¿Ese activo fijo está libre de deudas, compromisos legales (garantías o embargos), o situaciones adversas que limiten el proceso de venta? 
• ¿Cuál sería la magnitud del beneficio que le generará a la liquidez de tu empresa si decides su venta?

Durante 

Ten en cuenta cuál es el propósito que tiene tu empresa, incluyendo estimaciones y proyecciones del uso que le darás a los recursos que recibirás por los activos.

Para administrar ese dinero y su inversión en aspectos realmente necesarios, debes contar con un plan de negocio, que incluya lineamientos para el flujo de caja, el retorno de las inversiones y el cumplimiento del objetivo definido, de modo que se disminuyan los riesgos de una mala operación.

Después 

Una vez la transacción haya sido efectuada, debes plantearte los mecanismos para recuperar las funcionalidades del activo vendido, dado que su liquidación afectará los estados financieros y le quitará solvencia a tu compañía. 

Puedes vender activos productivos, pero continuar accediendo a ellos, ya sea el mismo que se negoció u otro diferente que adquieras a menor valor. Una de las alternativas más recomendadas para hacerlo es por leasing. 

Por ejemplo: si tu empresa tiene un inmueble propio, puedes hipotecarlo en un banco: recibirás unos recursos, seguirás pagando un arrendamiento financiero y al terminar de legalizar esa obligación, volverás a ser su propietario.

Fuentes:

Diego Andrés Castro P. Especialista en Gestión Financiera. Empresas SURA, Colombia. 

Juan Miguel Vélez P. Analista Inversiones y Tesorería. Suramericana S.A., Colombia.

Fecha de publicación: 21 de julio de 2021.

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