Videollamadas: úsalas correctamente e identifica señales de alarma
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Videollamadas: úsalas correctamente e identifica señales de alarma

20 abril 2021 Revista 5 Sentidos

Sentir fatiga y estrés por la cantidad de videollamadas que haces al día es una realidad para muchas personas. Te explicamos por qué sucede y cómo puedes aprovechar estas herramientas sin perjudicar tu bienestar.

¿Has escuchado sobre algo llamado fatiga por videollamadas? Se trata de un concepto que ha tomado fuerza durante la contingencia por el covid-19, pues muchas personas han tenido que trabajar desde casa, lo que implica mantenerse conectados todo el tiempo, muchas veces por videollamadas. Como consecuencia, pueden estar expuestos a un aumento en los niveles de estrés, ansiedad y agotamiento. 

Señales de alerta que puedes identificar

Una de las razones principales para experimentar esta fatiga, explica Leidy Johana Vargas, psicóloga del Centro de Protección Digital de SURA, es que “tenemos la sensación de que no cambiamos de espacio. Nuestro cerebro no entiende en qué momento empezamos a trabajar y cuándo podemos descansar”. Por eso, presta atención a las siguientes señales:

  • Irritabilidad: te molestas por pequeños detalles y disminuye tu capacidad de tolerancia.
  • Insomnio: se afectan tus niveles de descanso al tener una activación constante del cerebro.
  • Cambios en los hábitos alimenticios: como pérdida o aumento del apetito.

El buen uso de las videollamadas

Las videollamadas en exceso generan estrés, pero a la vez han sido una solución efectiva para mantener el contacto entre los equipos de trabajo. Cuando se usan de manera consciente, estas herramientas te ayudan a aumentar tu productividad. Sigue estos consejos para utilizarlas adecuadamente:

  • Aprovecha los tiempos que ahorras al no tener que desplazarte de un lugar a otro: además, puedes conectarte con personas en diferentes ciudades del mundo.
  • Establece objetivos para cada videollamada y logra una optimización de los tiempos en reuniones: el número de videollamadas que realizas al día y su duración dependen de tus necesidades. Llega a una conclusión cuando sientas que el tema está siendo redundante.
  • Identifica qué medio es el más efectivo para transmitir cada información: identifica cuándo es necesaria una llamada y en qué momento se puede resolver por otros medios, como el chat o el correo electrónico.
  • Establece acuerdos con tus compañeros de trabajo y clientes: a la hora de programar las reuniones virtuales, ten en cuenta los horarios de trabajo de todos los que van a participar en el encuentro y plantea límites personales de conexión.
  • Sigue un protocolo de videollamada: llega a tiempo y asegúrate de que el micrófono funciona correctamente. Tener las cámaras encendidas ayuda a que la conversación sea más cercana y permite que tus interlocutores conozcan un poco más de ti. 

Asegúrate, además, de disponer de un espacio cómodo, organizado y con buena iluminación. Esto te puede ayudar a reducir los efectos del cansancio virtual. También es importante que le des lugar a las pausas activas, para evitar lesiones por mantener una misma posición. 

La virtualidad es una herramienta que te permite eliminar las barreras espaciales y desarrollar tus tareas desde la distancia: sácale el mayor provecho mientras proteges tu salud y bienestar.

 

Fecha de publicación: abril 20 de 2021.

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