Siete claves para mejorar la toma de decisiones

Tomar una decisión es un ejercicio que está presente en cada día de nuestra vida. Sin embargo, algunas veces puede convertirse en un proceso complejo. Estas siete claves podrán ayudarte a que la elección sea más sencilla.

Si alguien te pregunta cuál ha sido el riesgo más grande que has tomado en la vida, ¿sabrías cuál fue? Para llegar a esa situación tuviste que hacer un recorrido interior que te llevó a analizar lo que podrías perder y ganar, que te generó una montaña rusa de emociones y te hizo adaptarte para asumir lo que escogiste. Transitaste el camino de la decisión, uno de los más importantes para forjar la autonomía personal y la madurez. 

María Camila Moreno, sicóloga especialista en salud mental del niño y el adolescente de SURA, asegura que decidir es un ejercicio que necesitamos a lo largo de la existencia para fortalecer la autoestima y la capacidad de enfrentar distintas situaciones. Por eso, comparte siete claves para tomar decisiones asertivamente:

• Escribe

Pon sobre el papel la situación. Una opción es hacer dos columnas: una con el nombre de lo que necesitas resolver, y la otra con las posibles soluciones. De esta manera, será más fácil determinar las ventajas y desventajas que tienen las opciones que planteas.

• Sé amable contigo

La autocrítica no debe volverse contra ti. Aprecia tus avances y procesos personales, y trátate con amor y respeto al tomar una decisión.

• Conéctate contigo

Comienza a practicar ejercicios de introspección para reconocer tus emociones y sentimientos, de manera que puedas aceptarlos y transformarlos. Esto te dará más claridad y te permitirá escuchar tu cuerpo. Realiza ejercicios de respiración, haz una caminata, desarrolla alguna actividad que te dé placer y que no requiera demasiada concentración.

• Sé el observador de tu vida 

Mira tu vida desde afuera, con los ojos de un observador crítico. Piensa que eres el personaje de tu propia historia y ponte en diferentes situaciones: ¿qué harías para resolverlas?

• Escucha las señales de tu cuerpo

A veces, las consecuencias de nuestras decisiones se reflejan en síntomas físicos. No los ignores e identifica cómo se siente el cuerpo ante determinada situación . 

• Gestiona tus miedos

Es normal sentir temor en diversas situaciones. Lo fundamental es que conviertas ese miedo en un elemento que te impulse a actuar. Para eso, piensa en preguntas como: ¿qué tan real es mi miedo?, ¿está basado en mis experiencias pasadas?, ¿cómo puedo modificar mis pensamientos para disminuirlo?, ¿qué argumentos sustentan mi creencia?, ¿esos argumentos tienen fundamento en la realidad?, ¿he tenido experiencias que demuestran lo contrario a mis creencias? 

• Decide por ti

Todas las personas tenemos la capacidad de tomar decisiones y asumir nuestra propia existencia, llamada locus de control interno. Por ella podemos ser autónomos, es decir, podemos responsabilizarnos de nuestras acciones y actuar según lo que deseamos y escogemos. Una buena forma de elegir según nuestro locus de control interno es pensar: ¿qué pasaría si no tomo esa decisión?, ¿por qué necesito tomarla?, ¿por qué la estoy evadiendo?

¿Cuándo no debes tomar decisiones?

Evita decidir sobre algo importante cuando estés guiado por tus emociones más intensas como la rabia, el dolor físico, el enojo, el miedo o la tristeza. Estas activan el “cerebro primitivo”, que obliga a actuar por impulso, y bloquean el “cerebro superior”, donde se ubica la capacidad de análisis y reflexión.

Utiliza mejor tu perspicacia, definida por Siegel y Payne Brayson como la “capacidad de estudiarse, entenderse y emplear lo aprendido para decidir mejor y tener más control sobre la propia vida”.

Tomar decisiones es parte de la vida y no siempre será fácil. Puedes comenzar a integrar estos consejos para que transitar ese camino sea un proceso más amigable y lleno de grandes lecciones.

Fecha de publicación: mayo 14 de 2021.

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