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Seis cosas que se deben saber sobre los nootrópicos o potenciadores cerebrales
30 mayo 2017
Revista 5 Sentidos
Estos medicamentos prometen mejorar las funciones cerebrales, ¿qué tanto esperar de ellos?
Los beneficios reales de los nootrópicos aún están por comprobarse.
¿Qué son?
Son compuestos, medicamentos, suplementos, nutracéuticos, fármacos o alimentos que buscan mejorar los procesos metabólicos en el cerebro, en especial la captación de glucosa y oxígeno por la neurona, así como una mejor utilización de los aminoácidos y los electrolitos, con la intención de potenciar funciones como la cognición, la memoria, la atención, la concentración y la orientación. Su nombre, derivado del griego nous/mente – tropos/dirección, señala qué es lo que se busca: dirigir o apoyar la mente para su mejor funcionamiento.
¿Cómo actúan?
No se sabe exactamente cómo son los mecanismos de acción de los nootrópicos, pero se cree que podrían mejorar la disponibilidad de suministro de neuroquímicos en el cerebro al activar el metabolismo cerebral, mejorar su oxigenación y estimular la neurogénesis, es decir, el crecimiento y recambio neuronal. Se piensa que se facilita la transferencia de información interhemisférica, se favorece el aprendizaje, se protege el cerebro de agentes agresores y se incrementa el control córtico-subcortical, pero esto está por demostrarse.
¿Cómo están clasificados?
Los nootrópicos dentro de su definición estricta aún son pocos: la piritioxina o piritinol, Hyvergina, el piracetam, oxiracetam, codergocrina, dihidroergotoxina, dihidroergocristina, meclofenoxato o centrofenoxina, vincamina, vinpocetina o naftidrofuril, codegocina y la ergotoxina. Hasta ahora, ninguno de ellos ha demostrado en estudios científicos serios una utilidad real o específica. Sin embargo, el número de sustancias y medicamentos que tienen funciones nootrópicas son muchos: pueden ser vitaminas, hormonas, neuropéptidos, neurorregeneradores, neuroprotectores, activadores de los neurotransmisores, agentes vasoactivos, sustancias que mejoran la oxigenación, etc.
¿Para qué se utilizan?
Se desarrollaron pensando en la población geriátrica para detener o disminuir el deterioro cognitivo relacionado con la edad (demencia, párkinson o alzhéimer), aunque hoy se duda de su utilización en estos casos, pues genera reacciones adversas como trastornos psicoafectivos adicionales a los ya presentes, bradicardia, hipotensión ortostática, anorexia y vómito. Con el paso del tiempo se descubrió que la nootropina tenía efectos útiles para el control de la epilepsia leve y se han desarrollado a partir suyo otros medicamentos con la misma función. Hoy también se está experimentando su utilización en el tratamiento de otras patologías que afectan el desempeño cognitivo como pueden ser el síndrome de Déficit de Atención, el síndrome de Bournout, el estrés agudo o la depresión, pero sin resultados positivos hasta el momento.
¿Cualquier sustancia estimulante es un nootrópico?
No. Para ser un nootrópico la sustancia debe carecer de efecto sedante, tranquilizante, estimulante, alucinógeno, vasodilatador directo y debe generar pocos o ningún efecto secundario. Debe, además, demostrar aumento de la actividad metabólica del cerebro, no debe generar alteraciones del patrón normal del electroencefalograma ni alterar la oxigenación de las células nerviosas. El café, las bebidas energizantes y el modafinilo no se consideran nootrópicas.
¿Quiénes pueden usarlos?
Aunque son medicamentos relativamente seguros, son bastante recientes (su estudio comenzó en la década de 1980) y aún no se tiene certeza sobre sus efectos reales ni sus efectos secundarios a largo plazo. Se sabe que su abuso puede generar cierto grado de toxicidad que afecta el sistema nervioso central y se han reportado casos de compromiso de la función psicomotriz, con temblores y dificultad de control motor, pero faltan estudios relevantes que den certeza sobre la inocuidad o precauciones que se deben tomar. No se recomienda su uso en personas con psicosis, demencias por causas neurológicas, embarazo, insuficiencia renal o hepática. El piritinol tampoco debe ser utilizado por personas con antecedentes epilépticos. Los nootrópicos siempre deben ser prescritos por un médico y debe haber un acompañamiento permanente para monitorizar la evolución y tolerancia de la persona frente a ellos.