Quién decide nuestra vida

Cada día es una buena oportunidad para emprender un proyecto, que podemos empezar a realizar con pequeñas acciones. Solo hay que decidirse a hacerlo.

Aceptar la responsabilidad sobre nuestra propia existencia, sobre nuestro estado, sobre nuestro acontecer, es dar el primer paso hacia la realidad que queremos construir. A diferencia de lo que muchos creen, no se hace un proyecto vital solo en la juventud. Cada día, cada minuto, podemos comenzar a cultivar lo que queremos cosechar en un futuro. Hasta el último día y hasta el último aliento podremos cambiar algo, así sea a nosotros mismos.

Y sembrar no significa desear. En la vida real, las cosas no se consiguen solo con quererlas. Hay que comenzar a dar pequeños pasos que nos lleven en la dirección correcta. No vamos a cambiar nuestro mundo de la noche a la mañana, pero sí podemos empezar a trazar pequeñas metas y cumplir pequeños objetivos que poco a poco nos van acercando a esa realidad que buscamos.

¿Qué queremos?, es una pregunta inmensa y difícil de responder, pero en la que ayuda mucho escuchar el propio corazón. ¿Con qué vibramos? ¿Qué nos hace felices? ¿Qué nos da paz? ¿Qué nos preocupa y cómo lo solucionamos? ¿Queremos estar más sanos? ¿Salir de deudas? ¿Comprar un nuevo vehículo? ¿Ahorrar para asegurarles los estudios a nuestros hijos? ¿Estudiar para seguir siendo competitivos en nuestro trabajo? ¿Simplemente tener más tiempo para descansar? Sabiendo qué deseamos y con qué contamos, podemos trazarnos un plan para lograrlo.

Desear es la semilla para iniciar un camino, pero desear es diferente a soñar. Querer ganarse la lotería es un sueño. Desear “no haber hecho” o que “no hubiera pasado” es un sueño. Desear significa proponerse a actuar. Qué vamos a hacer con nuestra vida en este 2017, mañana, en la hora que sigue, en este preciso instante está en nuestras manos y de nosotros depende hacerlo con conciencia, valorando cada minuto como un regalo que sabemos que tenemos, sin certeza de cuántos más va a durar.

En SURA queremos acompañar a nuestros usuarios en su proyecto de vida, que además implica cuidar la salud y prevenir la enfermedad y podemos ofrecer las herramientas para que lo logren efectivamente. La vida siempre está en construcción, sea a la edad que sea. Solo hay que decidirse a vivirla.

Cualquier momento de la vida es perfecto para llevar a cabo un proyecto de vida. Pensar en lo que nos apasiona, en lo que soñamos es un buen principio.