
No se deje llevar por el pánico si alguien cerca de usted se atraganta. Conozca qué puede hacer para salvarle la vida.
La vía aérea y la digestiva comienzan con un mismo tubo que se divide en la mitad del cuello, una parte hacia el esófago (que va directamente al estómago) y otra hacia la laringe y tráquea (que llega a los pulmones). La epiglotis es el esfínter que divide la una y la otra: una especie de portero que decide hacia dónde debe ir lo que ingresó por la boca.
Generalmente nos atragantamos porque hay una descoordinación y ese “portero” se abre del lado equivocado, de forma que líquidos o sólidos se van por la laringe o trozos demasiado grandes bajan por el esófago. Esta falta de coordinación puede ocurrir por problemas neurológicos (por ejemplo en el caso de personas mayores) o simplemente porque se hacen dos cosas a la vez: tragar y hablar, comer y reír.
Peligros que provocan un ahogamiento
Entre 1 y 5 años
Esta edad es especialmente peligrosa porque los pequeños se llevan todo a la boca, por ello hay que evitar:
- Frutos secos (maní, maíz, crispetas).
- Trozos de alimentos no apropiados para la edad como zanahoria, carne, papas.
- Confites duros.
- Uvas y mamoncillos.
- Juguetes o partes de juguetes que caben en la boca y que no son adecuados para su edad.
Hasta los 16 años
- Objetos inanimados, sean monedas, pilas de reloj, elementos escolares como tapas, clips o ganchos, que se usan para jugar con ellos en la boca.
- Piercing, aunque no es muy frecuente el ahogamiento por ellos.
Adultos
- Alfileres, clavos, clips y objetos que se tienen en la boca temporalmente porque se tienen las manos ocupadas.
Mayores de 65 años
- En este grupo de edad, la comida es la principal causa de atragantamiento, ya sea por ser alimentos duros o de gran tamaño y en muchos casos con la ingesta de líquidos claros. Estos se deben reemplazar por líquidos más espesos y alimentos en trozos pequeños, triturados o licuados.
- Problemas de tipo neurológico y enfermedades degenerativas que causan descoordinación en el proceso de deglución.
- Falta de dientes o prótesis inadecuadas que no les permiten masticar suficientemente los alimentos.
- El atragantamiento por prótesis sueltas no es muy frecuente, pero puede ocurrir.
Si hay tos recurrente, dolor persistente al tragar o dificultad para comer o respirar, se debe acudir al médico para su estudio y manejo y así evitar complicaciones tardías como neumonías recurrentes, ruptura esofágica o abscesos que pueden comprometer la vida.