Cuando rechina o aprieta los dientes de manera inconsciente usted puede estar bruxando. Conozca sus causas, síntomas y tratamientos.
Si siente dolor de cuello, espalda, dolor de oídos y cansancio al levantarse, no culpe a la almohada, Lo más seguro es que está bruxando. Esto se da cuando hay un rechinamiento o apretamiento inconsciente de los dientes, generalmente al dormir y durante el día en ocasiones no muy frecuentes. Puede ser crónico (todas las noches) u ocasional. Esta patología no está asociada a ninguna enfermedad, pero se cree que es una forma de somatización del estrés, cansancio o ansiedad.
¿Cuáles son los síntomas?
El daño que causa está relacionado con la intensidad de la mordida (fuerza muscular de cada persona) y la frecuencia. En algunos casos solamente genera dolores musculares en cabeza, cuello, espalda o mandibulares (músculos masetero y temporal), pero en otros llega a generar jaquecas y dolores de oído. Muchas veces estos dolores son los que hacen que la persona consulte y conducen a un diagnóstico de bruxismo.
Aunque el esmalte dental es el tejido más duro del cuerpo, la fuerza que se genera al bruxar puede producir fracturas o desgastes del esmalte y la dentina hasta llegar al nervio. También se puede desgastar el periodonto, el hueso que sostiene los dientes, con el riesgo de que estos se aflojen (trauma de oclusión por bruxismo).
En los casos más extremos se genera daño irreversible en la articulación temporomandibular (ATM) que produce limitación de la apertura de la boca, problemas al hablar, dificultad al comer cosas grandes, o que quien lo sufre quede literalmente con la boca abierta.
¿Cómo puedo tratar el Bruxismo?
Todo el mundo hace bruxismo en algún momento de su vida, independientemente de la edad, sexo o raza. La condición es impredecible y evoluciona según las características de cada persona y aunque no tiene cura definitiva, sí puede manejarse. ¿Cómo?
- Cuando se sospecha que se está bruxando, el primer paso es ir al odontólogo general quien valora qué tanto daño hay.
- El odontólogo determinará si lo trata o lo remite a un cirujano maxilofacial o a un estomatólogo (cuando el daño ya es más severo e incluye músculos y articulaciones).
- El tratamiento para el bruxismo suele ser simple y mientras más pronto se inicie, menos daño generará.
- Algunos tratamientos se basan en la formulación de medicamentos para el control de la ansiedad.
- La aplicación de toxina botulínica puede ser una opción para relajar el músculo.
- En casos severos se adelantan cirugías del ATM cuando ya está desgastada la articulación, estas siempre deben ser realizadas por un cirujano maxilofacial, que corrija el funcionamiento de la articulación temporomandibular, aunque no cura el bruxismo.
- Otro tratamiento es con placas neuromiorrelajantes que funcionan como una especie de amortiguadores que protegen articulación, músculos y ayudan a relajar y controlar la fuerza muscular para que la persona no amanezca tan cansada. Además, protegen los dientes del desgaste y brindan estabilidad en la mordida para que no se afecte la articulación mandibular.
Las placas, sus características y cuidados
Hay diferentes tipos de placas, dependiendo de qué tan avanzado esté el daño, de forma que algunas reacomodan la mordida para que no se genere más deterioro en los dientes y otras son diseñadas por el cirujano maxilofacial cuando hay daño severo, grandes desgastes, etc., sin embargo, independiente de la complejidad del daño, toda placa debe ser perfilada específicamente para cada persona a fin de que proteja de manera efectiva los dientes y tejidos y no agrave el problema. Lo que hay que tener en cuenta sobre ellas:
- Hay placas diurnas para pacientes que bruxan de día y de noche, pero lo más común es que se bruxe solamente en la noche cuando no hay control de la propia fuerza. Las nocturnas se deben poner antes de dormir, luego de realizar toda la rutina de higiene dental.
- Aunque estuvieron de moda, las placas blandas no se utilizan porque los estudios demostraron que en vez de ayudar, estimulan el reflejo de masticación y exacerban el bruxismo. Las placas tienen que ser duras y deben ser diseñadas y programadas para la mordida específica de cada persona.
- Las placas no se deben limpiar con crema de dientes. Se debe utilizar jabón de manos suave o productos específicos para este cometido.
- Aunque una persona que bruxe posiblemente necesite placa toda su vida, esta se debe cambiar si: está perforada, se ha fracturado o cuando ya no se acomoda a la boca. Esto ocurre generalmente cuando se deja de usar, ya que los dientes cambian de posición, pueden expandirse un poco y por lo tanto la placa comienza a quedar muy estrecha. Una buena placa debe quedar ajustada, pero no debe generar presión en los dientes.
- Una placa no debe generar peladuras, ampollas, abscesos ni afectar los tejidos. Está para proteger los dientes y casi nunca se ubica directamente sobre los tejidos blandos.
- El bruxismo es muy común en los niños, en parte porque los dientes de leche y sus tejidos en crecimiento hacen que su mordida sea menos estable. Sin embargo, en los menores de 17 años que sufren de bruxismo, ocasionado por estrés o ansiedad se recomienda acudir a terapia psicológica, no deben usar placas porque pueden estancar el crecimiento normal de sus tejidos.
- Tenga en cuenta que las placas Essix de retención (las que se ponen después de una ortodoncia) no sirven como placa de bruxismo, ya que no tienen ninguna programación, estabilidad, ni la resistencia suficiente para ayudar a equilibrar la mordida, evitar los daños del bruxismo o ayudar a relajar la musculatura.
Dejar de utilizar las placas sí importa. Al ser un daño progresivo, puede que no se note inmediatamente, pero cuando lo hace ya es irreversible. Por ello, aunque sea difícil acostumbrarse a ellas, se debe perseverar hasta que se adquiera la costumbre.
Si sospecha que padece de bruxismo, consulte con nuestros especialista cubiertos por la póliza.