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Mitos sobre las alergias infantiles
5 julio 2016
Revista 5 Sentidos
Según la OMS, la alergia es una de las 6 enfermedades más frecuentes en el mundo y es el padecimiento crónico más común en la infancia. Desmitifique creencias.
Según la OMS, la alergia es una de las 6 enfermedades más frecuentes en el mundo y es el padecimiento crónico más común en la infancia. Desmitifique creencias.
Hay niños que nacen alérgicos
Algunos niños nacen reaccionando a la proteína de leche de vaca, lo que implica el desarrollo de sintomatología alérgica ante su consumo. Esto ocurre porque estando aún en ambiente intrauterino, su sistema inmunológico hace un reconocimiento erróneo de los fragmentos de proteína de la leche de vaca que le llegan a través del cordón umbilical.
Las alergias se heredan
Las alergias no se heredan, lo que sí parece heredarse es la susceptibilidad del sistema inmunológico a responder de forma alérgica, es decir, defendiendo a la persona de agentes normalmente inocuos como los alimentos, las mascotas o los ácaros del polvo.
Las alergias y el asma son lo mismo
La alergia es una respuesta inmunológica de defensa frente a especies (alimentos, aeroalérgenos, medicamentos) que normalmente no provocan reacciones de este tipo en la mayoría de las personas. El asma es una enfermedad respiratoria crónica en la cual los bronquios se inflaman y se estrechan dificultando la respiración. Si bien un gran porcentaje de los asmáticos son alérgicos (a una o varias especies del aire), no todos lo son.
Las alergias se pueden prevenir
Se puede disminuir la posibilidad de que los pacientes genéticamente predispuestos desarrollen alergia con estrategias simples como la alimentación exclusiva con leche materna los primeros seis meses de vida, y la protección de la madre embarazada y el niño a la exposición al humo de cigarrillo.
Las alergias solo se desarrollan en la infancia
Pueden desarrollarse en cualquier etapa de la vida, sin importar edad o sexo. La dermatitis de contacto alérgica es un ejemplo de esto.
Las alergias alimentarias son más comunes que las respiratorias
Los niños con enfermedades alérgicas respiratorias (asma alérgica o rinitis alérgica) son más que los que padecen la enfermedad alérgica alimentaria aislada. Lo que pasa es que algunos niños avanzan por lo que se conoce como “marcha alérgica”, es decir, comienzan con una alergia alimentaria y luego desarrollan una serie de enfermedades alérgicas sucesivas y/o simultáneas como dermatitis atópica, asma, rinitis o conjuntivitis alérgica, dando una falsa percepción de que son más los niños con alergia alimentaria.
La alergia respiratoria más frecuente es al polvo
La alergia no es al material particulado del polvo (minerales presentes en la tierra), sino a proteínas de los ácaros del polvo, insectos microscópicos que se alimentan de los fragmentos de piel que los humanos y los animales perdemos constantemente. También se pueden desarrollar enfermedades alérgicas específicas a algún otro componente del polvo como son hongos, pólenes o la piel de algún animal.
Un niño con alergias o asma no debe practicar deportes
La actividad física es fundamental para el desarrollo adecuado de un niño. Se debe establecer un tratamiento adecuado que permita un control pleno de los síntomas de manera que el menor tenga una vida normal y así practique el deporte que prefiera o participe en actividades de juego sin restricciones. En situaciones de crisis, el niño no podrá hacerlo, pero una vez superada debe retomar la actividad física.
Las alergias no tienen cura
El uso de los medicamentos adecuados, de la forma y en las dosis adecuadas, pueden llevar a un total control de la sintomatología, al punto de que el individuo tendrá una vida normal como si estuviera “curado”.
Los inhaladores para tratar el asma son peligrosos
Los inhaladores son una herramienta eficaz y segura, siempre y cuando se usen adecuadamente y en las dosis correctas. Los inhaladores aliviadores usados en las crisis permiten abortar las mismas y los inhaladores controladores evitan las recaídas o recurrencias de las crisis asmáticas y/o de los síntomas. El médico determinará cuáles son los inhaladores apropiados para cada niño.
La rinitis alérgica se cura espontáneamente
Es la enfermedad crónica más común en niños, altamente incapacitante y molesta, altera su calidad de vida y por lo tanto debe tratarse. Si no se hace puede limitar la concentración, originar respiración nasal inadecuada, alterar la voz, generar respiración bucal permanente, desencadenar ronquidos al dormir, predisponer a infecciones de garganta, comprometer los senos paranasales y/o los oídos con la consecuente disminución de la audición, llevar a mal desarrollo de los dientes y de la cara, predisponer a la aparición del asma y afectar la autopercepción de la imagen corporal y la autoestima.
Un sistema inmunológico fuerte vence las alergias
Un sistema inmunológico fuerte es aquel que tiene la capacidad de defendernos adecuadamente frente a las infecciones, la autodetección y autocontrol de células cancerígenas y la capacidad de autorregularse para evitar fenómenos de autoinmunidad. En el caso de la alergia, el sistema inmunológico ya es fuerte, pero esa fortaleza es para defender al individuo de lo que no tiene por qué defenderlo. Por eso, no se trata de “subirle las defensas” al alérgico (ya las tiene altas), sino de regular ese sistema inmunológico de forma que trabaje en beneficio del organismo y no en su contra. Los alergólogos saben cómo hacerlo.
Las mascotas producen alergia
Esto es cierto cuando el individuo es alérgico a las proteínas de la piel de determinada mascota, pero es falso que siempre las mascotas vayan a llevar al desarrollo de una enfermedad alérgica en los que conviven con ellas. En muchos casos se ha descubierto que personas que supuestamente son alérgicas a determinada mascota, en realidad no lo son, sino que reaccionan a los ácaros que la mascota tiene en su pelaje.
Casa limpia, sinónimo de menos alergias
El sistema inmune de los niños se desarrolla en la medida en que tiene contacto con el ambiente, por eso, las medidas de aseo extremas impiden el desarrollo normal de su sistema inmunológico desviando la respuesta del mismo hacia la defensa de lo que no tiene razón para defendernos como ocurre en las enfermedades alérgicas. Además, el exceso en el uso de jabones y/o productos para el aseo puede generar otro tipo de enfermedades como las dermatitis irritativas.
En los últimos 20 años los casos de alergia se han duplicado, hoy afectan a casi 40% de la población. Se estima que para el 2025 llegará a 50%.