Más allá de representar unos kilos de más, la obesidad es un riesgo para la salud.
Tener un plan de alimentación que privilegie lo natural y realizar, con frecuencia, actividad física, son importantes para su salud.
La obesidad no se debe tomar a la ligera, más allá de presentarse como unos kilos de más, es un factor de riesgo para la aparición de enfermedades que pueden ser mortales.
Paradójicamente, lo que le ha garantizado a la especie su supervivencia por casi 200.000 años nos está matando. Esa capacidad del organismo de almacenar grasa, es decir, energía, permitió a los hombres prehistóricos permanecer durante días, vivos, funcionales y activos, mientras encontraban algo más para llevarse a la boca.
La abundancia de alimento es reciente y está ligada a la industrialización, es decir, que tiene menos de un siglo. Y aunque el hombre se ha adaptado muy bien a su nueva condición, ya no tiene que salir a cazar, recolectar y se come tres veces al día sin mayor esfuerzo, el organismo y la genética tardan mucho más tiempo en adaptarse a ese nuevo cambio. El resultado es que seguimos acumulando grasa y tenemos un problema de obesidad.
La obesidad se define como una enfermedad neuroconductual crónica, recidivante (que reaparece), multifactorial, en la que un aumento de la grasa corporal promueve la disfunción del tejido adiposo y la masa grasa, lo que trae consecuencias adversas para la salud, metabólicas, biomecánicas y psicosociales. Se habla de sobrepeso cuando el índice de masa corporal (IM = Peso [kg] + Estatura [m2]) es superior a 25 y de obesidad cuando supera el 30 tomando como referencia los índices recomendados.
El tejido adiposo no está solamente rodeando el cuerpo, sino en casi todos los órganos vitales. Esto significa que pueden afectarse el corazón, el hígado, los riñones, entre otros. Es un órgano endocrino y no solo la reserva energética del organismo (por la grasa que acumula). Tiene varias funciones adicionales como citoquina, hormona; para amortiguar; como un regulador térmico, y para proteger y mantener en su lugar los órganos internos.
El mundo
Más de 1,9 billones de adultos sufren sobrepeso, de ellos mínimo
600 millones son obesos
39% de los adultos en el mundo tienen sobrepeso y 13% son obesos.
41 millones de niños menores de 5 años sufren de sobrepeso u obesidad.
2,8 millones de personas mueren al año por razones relacionadas con la obesidad.
Colombia
de la población tiene sobrepeso.
El índice de desnutrición crónica en el país ha disminuido a 10,7%.
33% de las mujeres tienen sobrepeso y 16,6% sufren de obesidad.
31% de los hombres colombianos tienen sobrepeso y 8,8 sufren de obesidad.
Los riesgos
La obesidad está asociada a muchas enfermedades no transmisibles en casi todos los sistemas del cuerpo: respiratorio (apnea obstructiva del sueño, mayor predisposición a infecciones respiratorias); asociada a cáncer (entre ellos de vejiga, gástrico, de ovarios, riñones, pulmonar); psicológico (por la estigmatización social que genera y la depresión); cardiovascular (hipertensión esencial, hipertrofia ventricular, enfermedad coronaria); sistema nervioso central (accidente cerebrovascular, hipertensión intracraneal idiopática y meralgia parestésica); obstétrico y perinatal (hipertensión relacionada con el embarazo, macrosomía fetal); quirúrgico (complicaciones posoperatorias); pélvico (incontinencia por esfuerzo); gastrointestinal (enfermedad de la vesícula biliar, infiltración de hígado graso y esofagitis por reflujo, entre otras); ortopédico (osteoartritis y lumbago crónico, entre otras); metabólico (diabetes mellitus tipo 2, prediabetes, síndrome metabólico y dislipidemia); reproductivo (hipogonadismo hipogonadotrópico en hombres y anovulación, pubertad precoz e infertilidad en mujeres); cutáneo (desarrollo excesivo de vello y mayor riesgo de celulitis y carbunco, entre otras); extremidades (varicosidades venosas y edema venoso y/o linfático de las extremidades inferiores); movilidad reducida y dificultad para mantener la higiene personal.
¿Por qué nos engordamos?
Un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las calorías gastadas es el responsable del aumento de peso.
El hombre tiene más acceso a comida, mucha de ella de alto contenido calórico y rica en grasa saturada y trans y carbohidratos refinados, así como menos actividad física, debido a los cambios en los estilos de vida y formas de trabajo más sedentarias, los métodos de transporte y el incremento de la vida urbana.
Suena sencillo de resolver, pero no lo es. La obesidad es una enfermedad compleja con consecuencias graves y por ello a veces resulta tan difícil bajar de peso.
Algunos factores claves que se tienen claros hoy en día:
1. Las dietas genéricas no funcionan. Hay distintos enfoques dietéticos para la pérdida de peso, es decir, dietas bajas en grasa, muy bajas y moderadas; dietas altas en proteínas; dietas bajas en carbohidratos, y dietas con bajo índice glucémico, todas ellas con beneficios, pero que solo se obtienen si hay adherencia a largo plazo a las mismas. Cada tipo de obesidad requiere un manejo diferente.
2.Fundamental conocer la causa de la obesidad. El exceso de comida no es siempre la causa, los orígenes de la obesidad pueden ser hormonales, genéticos, inmunológicos, por medicamentos, por factores emocionales o malos hábitos alimentarios. Cada causa tiene un manejo diferente y por ello se requiere un trabajo interdisciplinario para lograr el objetivo de bajar de peso.
3. La genética tiene mucho que ver. Hay entre 300 y 400 genes que pueden causar obesidad, de los cuales ocho son genes únicos, es decir, que si se tienen, se es obeso desde el nacimiento. Hay organismos que son extremadamente eficientes en el uso de la energía, es decir, que con muy poco funcionan muy bien. Los sitios donde se acumula la grasa, también son definidos por la genética.
4. Los factores hormonales también cuentan. Las hormonas leptina, insulina, estrógenos, andrógenos y hormona de crecimiento influyen en la distribución de la grasa, el apetito, el metabolismo y el cuerpo. Una diabetes, una resistencia a la insulina, un hipotiroidismo o un síndrome de Cushing pueden llevar a la obesidad, independientemente de la cantidad de alimentos que se ingieran. Hasta que no se trate la causa base, no hay normalización del peso en la persona.
5. Algunos medicamentos pueden causar aumento de peso. Como los utilizados en el tratamiento de la diabetes, cáncer, enfermedades psiquiátricas, trastornos neurológicos, problemas inflamatorios o algunas pastillas anticonceptivas.
6. La adicción al dulce es real. En algunas personas el dulce actúa como el alcohol en un alcohólico o la cocaína en un drogadicto. Se trata de una adicción real, tan problemática como las otras. En este caso, la única solución consiste en eliminar totalmente el dulce.
7. Daños en el sistema de alerta de “llenura”. Los mecanismos naturales que nos avisan que ya comimos suficiente no funcionan correctamente y por lo tanto no se recibe la orden de parar de comer. Puede deberse a daños de tipo cerebral, de regulación del apetito o problemas gastrointestinales. Además de los neurotransmisores y las señales neurogénicas, muchas hormonas afectan el apetito y la ingesta de alimentos, como ocurre en el cerebro con los endocannabinoides y la melanocortina, en el intestino con el péptido-1 de glucagón (GLP-1), el neuropéptido YY (PYY) y la colecistoquinina. En el páncreas con la amilina, en el estómago con la grelina y la leptina que se produce en las células grasas.
8. Ojo a la calidad de los alimentos. Los alimentos prehechos, de paquete y las gaseosas tienen altos niveles calóricos, de grasas saturadas, grasa trans, mucho contenido de sodio o azúcar y son muy asequibles y populares. Los alimentos más sanos son aquellos con menos procesos industriales: frutas, verduras, carnes, panes y cereales de grano entero, maíz, leguminosas, huevos, leche y agua, la bebida por excelencia. Menos añadidos químicos nos permiten tener más saciedad, lo que significa mayor salud.
9. Los problemas emocionales también engordan. Hay obesidades secundarias relacionadas con trastornos emocionales y ansiosos. Ya sea porque pueden disminuir el gasto metabólico o por los medicamentos que se utilizan para su tratamiento.
10. Encontrar el nivel adecuado de ingesta de comida para cubrir los propios requerimientos es un primer paso para llegar al peso ideal. No todo el mundo necesita 2.000 calorías diarias. El médico, nutriólogo o nutricionista será el que determine este gasto individual. Las personas que requieren menos de 1.200 calorías deben tener especial cuidado en lo que ingieran porque es difícil que obtengan los 151 micronutrientes necesarios (vitaminas, minerales y sales) para que el organismo pueda ejecutar todas sus funciones y estar sanos.
11. La trampa de las calorías. Una cosa es la alimentación y otra la nutrición. No se trata de calorías, sino de la calidad de lo que comemos. No todas las calorías son iguales: no es lo mismo una manzana de 50 calorías que un confite de 50 calorías. Resulta importante conocer los propios requerimientos y aprender a comer los alimentos adecuados y nutritivos en los niveles correctos.
Línea de tiempo de la obesidad:
Muchos factores determinan el aumento de la obesidad, entre ellos los cambios en la forma y la calidad de la alimentación determinados por la industrialización, por los sistemas de transporte, las comunicaciones y los métodos de trabajo que aunque han facilitado la vida del ser humano, lo han vuelto mucho más sedentario. Esta es a grandes rasgos nuestra historia de la obesidad:
Hace 200.000 años aparece la humanidad
Obesidad 0. Todo lo que se ingería se utilizaba en las tareas de cazar, recolectar, protegerse y calentarse.
33.000 años a. C.
Primera escultura que representa una mujer obesa.
450 a. C.
Hipócrates afirma: “La corpulencia no es solo una enfermedad en sí misma, sino el heraldo de muchas más”.
1492/1510
Se fundaron las primeras ciudades: Santo Domingo, Antigua del Darién y San Sebastián de Urabá.
1536/1584
Primeras fundaciones realizadas por los conquistadores con un cambio de dieta de los indígenas a la de los españoles.
1760/1840
Revolución Industrial Las máquinas reemplazan la labor manual y se comienza a producir en masa.
Siglos XVII a XIX
En Colombia y gran parte de América Latina, la base de la alimentación era la comida natural.
1885
Se activa el servicio de teléfonos en Bogotá.
1886
Comienza la modernización de los métodos de transporte urbanos e interurbanos.
1890
Llega la electricidad a Colombia y con ella nuevas formas de preparar y conservar los alimentos.
Finales del siglo XIX y principios del XX
Se intensifican los desplazamientos forzados.
Principios del siglo XX
Inicio de la industria alimentaria.
1922
Luis Eduardo Yepes funda en Barranquilla el primer Ley. Con él comienza la historia de hipermercados en el país.
1954
Se funda la televisión nacional.
Finales de 1970 y comienzos de 1980
Se lanzan los primeros computadores comerciales. Comienza la revolución tecnológica.
Décadas de 1980 y 1990
Se multiplican los desplazados por la violencia del narcotráfico.
1994
Llega la telefonía celular a Colombia.
1995
Se descubre el primer gen de la obesidad. Inicia internet en Colombia.
2002
33% de la población mundial padece obesidad.
2014
La OMS afirma que en el mundo la obesidad se duplicó desde 1980: más de 42 millones de niños menores de 5 años son obesos.
2015
20,9% de la población adulta en Colombia sufre de obesidad.
2016
1.900 millones de adultos, 340 millones de niños entre 5 y 19 años y 124 millones de menores de 5 años sufren de sobrepeso u obesidad.
2017
Se considera a la obesidad una epidemia.
¿Previene el sobrepeso y la obesidad? Si es así, cuéntenos ¿Con qué frecuencia realiza actividad física y qué tipo de alimentos consume?