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Lo que debe saber del pelo

18 enero 2021 Revista 5 Sentidos

Pese a que hoy en día se le da una mayor importancia estética al pelo, hay que reconocer su función protectora.

Manos sobre el cabello

Más allá de la estética, los pelos cumplen una función de protección que, aunque se ha relegado con la evolución de los seres humanos, continúa siendo importante.

Los primeros seres humanos desarrollaron pelo para protegerse del sol, de las agresiones del clima, para mantener el calor, la humedad y para darnos percepción de movimiento. Con la evolución y el desarrollo de las vestimentas y las condiciones de vida, se ha perdido pelo y hoy su función es más cultural y estética.

¿Necesarios?

Hoy en día no tanto. El desarrollo del vestido ha hecho que su función principal se pierda. Sin embargo, las cejas y pestañas son fundamentales para la protección de los ojos y los vellos de la nariz y oídos también protegen de alérgenos o partículas y cuerpos extraños que puedan entrar a las cavidades.

Vello hormonal

Su función es básicamente sexual. Es la herencia de nuestro ancestro animal y en esas áreas se encuentran hormonas, feromonas y el vello que hace parte de esa atracción “sexual” necesaria para la reproducción de la especie, pero con los cambios culturales también ha ido cambiando esa percepción. Las zonas de vello hormonal en las mujeres están en el pubis y las axilas y en los hombres en el pubis, axilas, pecho y en la cara con la barba.

¿Por qué tanto o tan poco pelo?

Tanto la cantidad como la densidad o el tipo de pelo que se tiene son predeterminados genéticamente. Esto funciona igual al color de los ojos: hay miles de genes que codifican sus características.

Ni más ni menos que los que nos tocaron

Se nace con unos folículos pilosos determinados y con el tiempo y por diferentes razones se pueden ir perdiendo. El promedio de un adulto joven es de cien mil folículos en cuero cabelludo. Si un folículo se pierde, el pelo no se recupera. No se ha desarrollado aún, ningún método que logre hacer que nazca un nuevo folículo y por lo tanto tratamientos, procedimientos y champús que prometan generar nuevos folículos son engañosos.

Mejorar lo existente

El pelo puede sufrir de miniaturización, es decir, que se vuelve delgado, pequeñito y débil. Mientras el folículo esté vivo siempre hay posibilidades de fortalecer, mejorar y embellecer ese pelo que nace, por medio de medicamentos tópicos y orales y mejorando la nutrición.

¿Tengo el pelo muerto?

El pelo desde que nace está “muerto”, al igual que las uñas. Es una fibra que, si el folículo piloso se encuentra sano y hay una buena alimentación, se considera extremadamente fuerte, pero que se va deteriorando por las agresiones externas. Los champús, acondicionadores y tratamientos cosméticos sí pueden mejorar su apariencia, ya que la fibra pilosa los absorbe y pueden lubricar y reparar las proteínas perdidas.

¿Mudamos de pelo?

No. En perros, ovejas o gatos hay ciclos de crecimiento y caída de todo el pelo al mismo tiempo. En los humanos, mientras 85 % del pelo está en crecimiento, solo 15 % se cae. Todos los días de la vida hay recambio: nace pelo y muere otro en un equilibrio constante. Si hay una caída de más de 15 % se debe consultar para determinar las causas.

Alopecia

La alopecia es básicamente caída del pelo y está determinada en su mayor parte por genética. Puede deberse a factores hormonales (androgenética); a problemas autoinmunes (areata); por envenenamiento; reacción a medicamentos; malnutrición y puede ser reversible siempre y cuando el folículo piloso esté vivo. En la alopecia cicatricial, el folículo piloso muere y por lo tanto es importante detectarla a tiempo para frenar el proceso de destrucción de los mismos.

Buena alimentación, pelo sano

La nutrición es muy importante para la salud capilar. De hecho, personas que se someten a dietas extremas, en casos de anorexia y bulimia, cuando hay cirugías bariátricas o las personas que no consumen grasas (y por lo tanto afectan su producción hormonal) pueden sufrir de caídas de pelo. También luego de una enfermedad aguda, si no hay suficientes nutrientes para cubrir todos los requerimientos corporales, el organismo emplea esos pocos nutrientes en las funciones básicas de supervivencia y no en fortalecer el pelo o las uñas. Por eso, a las personas que acaban de salir de una enfermedad aguda o de una hospitalización, luego de un tiempo se les cae el pelo.

La caída de pelo no es asunto de peluqueros, sino de un profesional médico que pueda diagnosticar tempranamente una alopecia cicatricial y evitar que evolucione, también puede detectar otras afecciones más delicadas como envenenamiento, malabsorción de nutrientes o un desarreglo hormonal.

¿Ha tenido caídas abundantes del pelo? Cuéntenos cómo las ha tratado.