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Lo que debe saber de los fitoestrógenos

28 mayo 2018 Revista 5 Sentidos

Tras las noticias de riesgo de la terapia hormonal, estas sustancias no esteroideas se hicieron muy populares. ¿Qué tanto sirven y qué tan seguras son?

Tras las noticias de riesgo de la terapia hormonal, estas sustancias no esteroideas se hicieron muy populares. Descubra si realmente sirven y qué tan seguras son.

La polémica sobre la terapia de reemplazo hormonal tradicional comenzó en 2001 con el estudio WHI norteamericano que afirmaba que tenía demasiados riesgos y efectos secundarios para la mujer premenopáusica y menopáusica. Hoy, 17 años después, ha habido tiempo de sobra para revisar tanto el estudio como la terapia y todos los métodos alternativos de reemplazo que surgieron desde entonces y ya existen consensos y algunas claridades.

Qué son los fitoestrógenos

Son sustancias no esteroideas producidas en las plantas, que intervienen en varios de sus procesos fisiológicos, dependiendo de su especie, desde su crecimiento, enraizamiento hasta la formación del fruto. A diferencia de las hormonas animales, las fitohormonas se producen en las células de las plantas y no en glándulas especiales. Estas se pueden adjuntar a los receptores de estrógeno humanos con efectos leves, similares a la hormona que ya no se produce en cantidades suficientes en el cuerpo.

Las más utilizadas

1. Isoflavonas de soya (Glycine max): son la genisteína, daidzeína, gliciteína, biochanina A, genistina, daidzina y gliticina. La genisteína y la daidzeína son eficaces como coadyuvantes en los síntomas vasomotores (calores) y actúan sobre la mucosa vaginal, pero hoy se sabe que no tienen incidencia en otros síntomas como la pérdida de masa ósea, falta de deseo sexual o riesgo cardiovascular. Generaron gran expectativa, ya que las mujeres orientales presentan muchos menos síntomas premenopáusicos y menopaúsicos y se sabe que la dieta a base de soya es en parte responsable de ello; pero hoy también se tiene claro que para que sean efectivas, es necesario contar con una microbiota (flora intestinal) adaptada a esta dieta, que las mujeres occidentales no poseen y que no se puede desarrollar a corto o mediano plazo.

Debe tener precaución en su consumo cualquier persona que haya presentado alergia a la soya alimenticia, si se tiene hipersensibilidad a alguno de los componentes o si se ha diagnosticado un tumor estrógeno-dependiente. Se debe tener también presente que puede interactuar con muchos medicamentos, entre ellos la fluoxetina, la warfarina, el tamoxifeno y el propanolol, entre otros.

2. Trébol rojo (Trifolium pratense): rico en isoflavonas, al igual que las de soya se utilizan como coadyuvante para disminuir los calores y actúan sobre la mucosa vaginal. Es el más aceptado por la Federación de Ginecología y Obstetricia de Colombia, ya que cuenta con estudios que avalan su efectividad en los síntomas mencionados y porque genera menor reactividad alérgica que la soya. Sin embargo, no lo deben consumir mujeres con antecedentes personales o familiares de cáncer o tumores estrógeno-dependientes. El trébol rojo puede interactuar con medicamentos anticonceptivos, estrógenos orales, tamoxifeno, anticoagulantes y medicamentos de paso por el hígado.

3. Black Cohosh (Actae/Cimifuga racemosa): los componentes activos se encuentran principalmente en la raíz y los rizomas de la planta. Estudios preliminares hablan de su efectividad en la prevención de la pérdida de masa ósea. Sin embargo, no se cuenta aún con estudios científicos claros (y comprobados en humanos) que garanticen su efectividad o su innocuidad. No lo deben consumir mujeres con antecedentes personales o familiares de cáncer de mama, es incompatible con las sales de hierro y alcoholes y en 2006 la Agencia Europea de Medicamentos lanzó una alerta de posibles lesiones hepáticas agudas debidas a su uso.

4. Hierba de San Juan: puede ser efectiva, al igual que muchos antidepresivos, en el manejo de los calores, pero es un compuesto reactivo, con un riesgo alto de interacción con un sinnúmero de medicamentos, por eso no se recomienda su utilización. Aumenta el riesgo de sangrado en personas predispuestas a sangrado en intervenciones quirúrgicas o accidentes.

Ginkgo biloba y ginseng: aunque se sabe que ayudan en los procesos de pérdida de memoria de los adultos mayores, no tienen mayor efecto beneficioso en mujeres premenopáusicas o menopáusicas.

La terapia de reemplazo hormonal tradicional sigue siendo la mejor opción Revisada, mucho más segura, con dosis hormonales más bajas y administrada en la premenopausia y la menopausia temprana o cuando hay falla ovárica prematura o quirúrgica sigue siendo la opción reina para enfrentar los efectos generados por el cambio hormonal. Por seguridad y porque no hay estudios contundentes que aseguren su innocuidad, no la deben recibir personas que tengan antecedentes personales o familiares de cáncer de mama o cáncer estrógeno-dependientes.

Sí hay opciones

Para las mujeres que definitivamente no pueden recibir la terapia de reemplazo hormonal tradicional porque tienen antecedentes de tumores estrógeno-dependientes, sí hay opciones:

  • Hoy se tiene claro que algunos antidepresivos en dosis bajas pueden mejorar en el 50% de los casos los síntomas como calores, cambios de humor y problemas de sueños.
  • También se ha comprobado que el yoga y los ejercicios respiratorios (respiración abdominal de más de un minuto) y la psicoterapia son efectivos para equilibrar el desbalance que se genera por el proceso de cambio hormonal, todo lo cual corrobora el gran componente emocional y afectivo que encierra este proceso hormonal en la mujer.

Qué son los calores

El efecto vasomotor, calores o sofocos ocurren porque la disminución del estrógeno en el organismo afecta el hipotálamo haciéndole creer que tiene demasiado calor. Este, a través de las catecolaminas, da una serie de órdenes al corazón, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso para que actúen de forma que se reduzca la temperatura, con la aparición de taquicardia, dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, sudoración y en ocasiones, inestabilidad emocional. Mientras más eventos vasomotores ocurran, habrá mayor daño cardiovascular y esta es una de las razones por las que es tan importante la terapia de reemplazo hormonal.

Es importante reportarle a su ginecólogo o al médico tratante si se está ingiriendo algún medicamento o se sigue algún tratamiento por la cantidad de implicaciones que tienen.