seguros-sura-la-sexualidad-en-la-edad-adulta
Blog

La sexualidad en la edad adulta

8 noviembre 2016 Revista 5 Sentidos

La edad no tiene por qué ponerle fecha de vencimiento a nuestra vida sexual. Reconocer que cambiamos con el tiempo es esencial para vivirla siempre con calidad.

Pareja adulta abrazada

Si antes se veía la sexualidad como un acto cuya única importancia era la reproducción, hoy se sabe que la sexualidad de calidad es importante. Desde el punto de vista biológico se generan endorfinas (hormonas de la felicidad) y oxitocinas, unos neurotransmisores que ayudan a crear, alimentar y mantener el vínculo con la pareja. Y ocurre a cualquier edad. Desde la adolescencia y se mantiene a lo largo de la vida.

La idea de que la sexualidad le pertenece exclusivamente a los jóvenes viene de la noción de que es un acto ligado a la reproducción, pero tener deseo, querer compartir nuestro ser completo (alma, intelecto, espiritualidad y claro, cuerpo) con otra persona, es un derecho de todos y una necesidad tan válida como la de comer o dormir.

Cambiar no tiene que ser para mal

Es cierto que el cuerpo, el deseo, la actitud frente al sexo cambian. El climaterio afecta tanto a hombres como a mujeres: a ellas con disminución de los estrógenos y toda una serie de cambios orgánicos relacionados y a ellos con disminución de la testosterona y también modificaciones en su organismo. Sin embargo, estos cambios no implican que la vida termine y no tengamos posibilidades respecto a la vida sexual. El secreto para que sea un tiempo aprovechado, disfrutado y valioso es la aceptación de esos cambios que llegan para quedarse con positivismo porque, a diferencia de lo que muchos piensan, hay también ganancias, tales como:

  • Tranquilidad (ya no hay riesgo de embarazo).
  • Conocimiento propio (saber qué se quiere y que no).
  • Libertad (de decir “no”).
  • Tiempo libre (para aprender y desarrollar todo lo que no se tuvo tiempo antes).
  • La posibilidad de dedicarse a uno mismo (porque ya se criaron los hijos y ya se hizo la “tarea”).
  • El derecho a no querer o no estar listo (a estas alturas ya no se pide una libido siempre dispuesta).
  • Experiencia para no cometer los errores que se cometieron antes y por lo tanto buscar con más acierto el disfrute de la vida sexual.

Si bien con el climaterio sí hay cambios biológicos que afectan una relación sexual (disminución de la lubricación en ellas o dificultades en la erección en ellos), la ciencia ha desarrollado una cantidad de ayudas para sortear este tipo de obstáculos. Lo realmente fundamental está en la cabeza (que es el órgano sexual más importante de todos): cómo se asume esta época de la vida, cómo es el autocuidado, la percepción que se tiene de sí mismo, las expectativas frente a una relación, el proyecto de vida y el deseo de vivir también pueden incluir deseo sexual.

¿Cómo prepararse para la adultez y el climaterio?

Lo ideal consiste en comenzar a cuidarnos desde antes de que llegue para que nos sorprenda en buena forma y que los síntomas del climaterio sean leves y más llevaderos.

  • Una buena alimentación puede prevenir la osteoporosis, obesidad, colesterol o triglicéridos altos, entre otros.
  • El ejercicio nos ayudará a que nuestros músculos sigan fuertes, disminuirá dolores articulares y nos ayudará a tener la energía en su punto perfecto.
  • Hacerse los chequeos médicos necesarios para prevenir y contrarrestar condiciones de salud también es parte importante en la preparación para esa adultez que nos llega a todos.
  • Planear nuestro futuro, construir un proyecto de vida nos mantendrá alertas, curiosos, contentos de levantarnos cada día y satisfechos con nosotros mismos. ¿Quiénes queremos ser en los próximos 20, 30 o 40 años? ¿Qué queremos desarrollar o conocer? Aún tenemos mucho tiempo por delante para sentarnos a esperar.
  • Aceptarnos como somos hoy en día. Al llegar a la edad madura se presentan cambios que son parte del proceso de la vida y que implica cambios físicos y emocionales, que nos plantean vivir la vida buscando ser la mejor versión de nosotros mismos.
  • Buscar ayuda o apoyo psicológico o emocional si se requiere. Miedo, ansiedad o depresión pueden aparecer en esta etapa de la vida. Buscar apoyo profesional con un psicólogo, psiquiatra o un grupo terapéutico ayudará a digerir esos cambios más fácilmente para vivir una vida con mayor plenitud y disfrutarla.

Los beneficios del sexo en la edad adulta

Envejecer no es morirse. No tiene que ser un momento trágico como culturalmente se cree y tampoco se ha acabado la vida sexual. Este momento de la vida, trae un cambio en el que se comienza a vivir una etapa sexual no reproductiva, en la que el placer y el erotismo pueden seguir vivos. El deseo sexual nos acompaña a lo largo de la vida, sin embargo, para que continúe activo, requiere una resignificación, una manera diferente de construirse como persona y de asumir la sexualidad acorde con la edad.

La sexualidad no es solo genitalidad, está en la piel, en la sensibilidad y sobre todo en el cerebro. Si en la adolescencia la hormona hace que se quieran tener relaciones todo el tiempo, en la edad madura se busca sexo más integrado: más calidad, independientemente de la cantidad. Relaciones satisfactorias desde lo físico, emocional, simbólico y trascendente. Es coquetear todos los días, es buscar gustarle al otro, ser detallistas, salir de la rutina, conocer lugares nuevos.

En el climaterio, con la baja de testosterona el hombre puede perder la calidad de sus erecciones y la mujer puede requerir más tiempo para estar “lista”. Puede ser entonces la oportunidad para aprender y desarrollar nuevas habilidades, para ser recursivos y desgenitalizar la sexualidad para conectarnos con nuestra creatividad erótica porque a más edad, más experiencia, más inteligencia y creatividad.

La cabeza es la que da el permiso para el erotismo y con la edad, estar cómodos, sentirse seguros, es importante, al igual que recibir aquello que queremos y evitar lo que no. En esta etapa resulta fundamental tener complicidad, respeto y buena comunicación con la pareja.

Hablar, preguntar y llegar a acuerdos son las mejores herramientas para ser cómplices en esta aventura: tener claro qué se quiere, qué se espera, que nos enciende y qué nos apaga, qué es bonito y qué es molesto. Divertirse, desarrollar la capacidad de reírse de sí mismo, superar las castraciones sociales, religiosas y vivir la experiencia tranquilamente son pasos para disfrutarla en toda su plenitud.

El climaterio masculino

Los hombres sí sufren un climaterio que es más suave, pero más prolongado que el femenino (entre los 40 y los 70 años), con cambios hormonales, físicos y emocionales, según el estudio Climaterio masculino, ¿mito o realidad?, realizado por varios investigadores, liderado por Elizabeth Gutiérrez Flórez, con la participación del doctor Juan Fernando Uribe, urólogo y sexólogo.

¿Qué sucede en esta etapa?

  • Los varones pueden perder hasta 10 kg de masa muscular y 5,5 cm de estatura
  • Los testículos comienzan a encogerse
  • La erección se torna más tardía y flácida
  • La producción de esperma declina
  • Comienzan problemas en la próstata
  • Disminución de la libido
  • Depresión dinámica (agresiva –los demás tienen la culpa de lo que me pasa–, irritables, inestables), alteraciones del sueño, baja autoestima, ansiedad e irritabilidad relacionadas presumiblemente con el descenso de los niveles de testosterona.

Suele coincidir con la etapa de la jubilación y por lo tanto se plantea un cambio grande de vida. Es importante tener presente cómo está la propia autoestima, planear un proyecto de vida enriquecedor para evitar la depresión y buscar asesoría médica y psicológica si es necesario.

Somos personas integrales y por lo tanto la atracción física, intelectual, afectiva y erótica son fundamentales para mantener viva la llama.

Fuente: Elizabeth Gutiérrez Flórez, Psicóloga y sexóloga.