Las caídas son uno de los mayores riesgos en las personas adultas. Tenga en cuenta estos cambios para prevenirlas en casa.
En la habitación
Una persona mayor puede pasar 60% de su tiempo en su habitación, por eso es fundamental que esté cómoda:
- Nunca debe estar en el segundo piso. El dormitorio en la primera planta evita el riesgo de caídas por escaleras.
- Ideal que el cuarto tenga acceso a un baño en el menor recorrido posible y sin obstáculos en el camino. Este recorrido debe estar bien iluminado, con luz led o luz con sensor de movimiento.
- Tener interruptores de luz cerca de la cabecera de la cama, del sillón en el que se sienta y en la entrada al cuarto.
- Para personas con movilidad reducida, que pasan mucho tiempo en cama o que se mueven cuando duermen, se recomienda una cama hospitalaria que evita que se caigan y pueden asumir diferentes posiciones sin levantarse.
- Siempre debe haber una silla o sillón cómodo al lado de la cama.
- Debe haber una mesita de noche para poner las gafas, pastillas, el control del televisor y otros objetos que requiera tener a la mano.
- Bastones, caminadores, sillas de ruedas deben estar en el lado de la cama por donde se suele bajar.
- La habitación debe ser un espacio racional, funcional, cómodo y con la menor cantidad de estorbos posibles: mirar qué se deja y qué se reubica en otras partes de la casa.
- La iluminación es muy importante y depende de la capacidad visual y de las actividades. Pueden utilizarse lámparas accesorias.
- Si la persona tiene alguna condición que haya que monitorear, debe tener un medio de comunicación en el cuarto (celular, teléfono o cámara de monitoreo) o contar con un botón de pánico con el que pueda pedir ayuda cuando la necesite.
La ducha
El resto del baño
En el resto de la casa
Fuentes: Iván Guillermo Aguirre Arenas. Coordinador nacional de modelos de atención Salud en casa. Jaime Posada Arango. Gerente de Hábitat Buen Vivir.