Consejos para enseñar sin castigar a partir de las consecuencias lógicas

Ser padre es un aprendizaje permanente. Por eso, uno de los retos es enseñar desde el ejemplo y el diálogo, en lugar de acudir al castigo. Ten en cuenta los siguientes consejos para implementar las consecuencias lógicas.

Si eres mamá o papá, es natural que muchas veces te concentres en lo que tus hijos hacen mal. Pero, si lo que quieres es que los comportamientos inadecuados no se vuelvan a presentar, y que las consecuencias generen un aprendizaje, es fundamental reforzar las conductas positivas.

Se trata de ir más allá del castigo y enfocarse en el principio que debes enseñar para prevenir que los actos desagradables se vuelvan a presentar. Por ejemplo, si tu hijo le pega a un compañero del salón, antes de pronunciar frases hirientes como “eres un grosero”, “nadie va a volver a jugar contigo”, “te vas a quedar sin amigos”, o “esto es el colmo”, pregúntate por la habilidad que debes enseñarle y qué hacer para que disminuya la frecuencia de este acto. En este caso, la conducta que debes reforzar es el respeto por el otro, la importancia de dialogar y expresar las emociones con calma y de forma ordenada. A este proceso se le llama consecuencias lógicas. 

¿Cómo establecer consecuencias lógicas en la crianza de los hijos?

Las consecuencias lógicas son diferentes a las naturales, que son aquellas que experimentan los niños sin la intervención de un adulto y representan un riesgo para su bienestar físico y emocional, como caerse del pasamanos o recibir un golpe de otro niño al que previamente agredió. Por el contrario, las consecuencias lógicas son diseñadas por los papás y tienen como fin enseñar una nueva habilidad, es decir, dotar de capacidades a los hijos.

Cristina Jaller Jaramillo, sicóloga especialista en salud mental en niños y adolescentes ,y cofundadora de @consientemente3, enseña algunos pasos a seguir para establecer consecuencias lógicas:

• Analiza los antecedentes y desencadenantes. Observa el entorno para identificar la raíz del problema. Analiza si esa actitud intenta decir algo: ¿Tiene hambre, está cansado o enfermo?, ¿querrá comunicar algo y no encuentra las herramientas para hacerlo?, ¿no sabe cómo responder o si hay tiempos muertos y necesita canalizar su energía?
• Evalúa su conducta. Revisa si la intensidad, frecuencia y duración de esta conducta afecta el desempeño y el entorno de tu hijo. Muchas veces, hay conductas que disminuyen por sí solas. 
• Define las consecuencias. Ten claras las acciones puntuales que vas a llevar a cabo en una situación, en lugar de actuar de forma impulsiva. Debes pensar la magnitud del problema y la frecuencia con que implementarás tales consecuencias.
• Establece estrategias de prevención. después de identificar la situación y el comportamiento de tu hijo, debes definir la nueva habilidad que quieres enseñar, por ejemplo, expresar sus ideas de forma verbal en lugar de agredir a otras personas. Así, te anticipes a un nuevo episodio de mala conducta.

Ten en cuenta que uno de los errores más comunes al aplicar las consecuencias lógicas es el uso del refuerzo intermitente. Por ejemplo, alzas la voz, pero luego das un abrazo para matizar la situación. Esto es una muestra de inconsistencia y debería evitarse.

Las cuatro R

Ahora bien, para enseñar las consecuencias lógicas a tus hijos, es necesario establecer un plan que contemple las cuatro R:

• Revelar las consecuencias con anticipación: esto te permitirá enseñarles a tus hijos cómo actuar en determinado momento y prevenir conductas inadecuadas. En otras palabras, informar con certeza qué puede pasar en caso de un buen o un mal comportamiento.
• Razonable: se trata de promover advertencias o acciones correctivas que sean coherentes y susceptibles de ser implementadas. De lo contrario, le estás enseñando a tu hijo que no siempre haces lo que dices. 
• Respetar ante todo: el castigo físico y verbal no son una alternativa efectiva pues, además de que no le enseñan consecuencias lógicas a tus hijos, no son respetuosas y afectan su bienestar. La recomendación es que le describas o le indiques a tu hijo la conducta adecuada o errónea para que él identifique en qué punto falló y cuál es la consecuencia ante su comportamiento.
• Relacionar las consecuencias con la enseñanza: las consecuencias deben tener relación con la habilidad que le quieres enseñar. Si tu hijo toma una mala decisión, debes acompañarlo para reparar lo que hizo, no imponer un castigo que no tenga relación alguna con su conducta.

Beneficios de las consecuencias lógicas

• Fortalecen el vínculo entre padres e hijos: así, su percepción de autoridad es más sólida, sus actos corresponden con el amor y la confianza, y se beneficia el clima familiar.
• Estructuran el entorno: los hábitos, las rutinas y los valores claros les dan claridad a tus hijos sobre lo que esperas de ellos. 
• Unifican criterios: si todas las personas que tienen contacto con tus hijos entienden y aplican las consecuencias lógicas, el impacto será mucho mayor. 

Las consecuencias lógicas serán claves en el desarrollo de la personalidad de tus hijos al favorecer la autonomía, la autorregulación y la validación emocional, mientras les dan herramientas para la resolución de problemas y el desarrollo de habilidades sociales. 

Fecha de publicación: mayo 17 de 2021.

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