La memoria es la capacidad de evocar información e involucra aspectos como el aprendizaje y la atención. Conozca más sobre ella y aprenda a ejercitarla.
La memoria lo es todo. Nos permite reconocer la realidad que nos rodea, es nuestra historia, nos deja saber que le acabamos de añadir azúcar al café y que en diez minutos tenemos que estar listos para llegar a tiempo al trabajo. De la memoria depende nuestra supervivencia y por ello cualquier problema con ella alarma.
Se le define como la capacidad de evocar información, sea sensitiva (olor, sonido, sabor), contenido o recuerdo. Pero antes de poder evocarla hay que haberla captado, aprendido. El aprendizaje y la memoria están ligados.
La información se capta, se procesa, se envía al cerebro y se guarda. ¿Dónde? Antes se pensaba que en la amígdala, el hipocampo y dos o tres regiones más. Hoy se sabe que está diseminada por todo el cerebro: el proceso es tan complejo que un solo recuerdo, por ejemplo el de una pera, puede residir en múltiples “casillas” diferentes. El olor a pera está en un punto, la memoria visual de la pera en otro, el significado en otro, el nombre en otro y todos tienen que articularse para que el concepto de pera llegue completo y que con esa información el ser humano pueda integrar historias, hacer secuencias o contar qué hizo con ella. Un proceso de evolución muy complejo que ha tomado miles de años.
La memoria tiene diferentes formas dependiendo de los tipos (reciente, de largo o de corto plazo). Con la de corto plazo trabajamos todo el tiempo, puede o no convertirse en memoria de largo plazo si se crea la secuencia de conexiones neuronales que hace que pase de ser transitorio a permanente, se consolide y se instaure. En este proceso influye la selectividad, la atención, la emotividad o el impacto de lo vivido.
La atención es una condición fundamental para la captación y fijación de la información y se basa en circuitos, no en un sistema único. Si se reciben varios estímulos relacionados entre sí sobre un mismo tópico (percibir el color, el olor, tener una sensación sobre algo), se generan circuitos integrados que facilitan y refuerzan el proceso de fijación de información.
Si por el contrario se reciben estímulos dispares en un mismo momento (contestar un WhatsApp mientras se tienen las noticias prendidas y nuestro hijo está contando algo sobre la escuela), las tres cosas compiten entre sí y solo se consiguen captar fragmentos de cada cosa, de forma que posiblemente se logren circuitos volátiles de uso inmediato, pero ninguna podrá consolidarse definitivamente.
Reservas neuronales, factor protector
Son concentraciones de conexiones neuronales a muchos niveles y se consideran como uno de los factores protectores más importantes frente a enfermedades como el Alzheimer y otras formas de demencia, ya que mientras más neuronas y conexiones haya, más reserva de tejido “sano” habrá y por lo tanto los síntomas se demorarán más en sentirse y se vivirá un proceso de enfermedad más lento.
Generar reserva neuronal es fácil y debería aplicarse toda la vida. ¿Cómo?
- Aprendiendo cosas nuevas, desde cocinar hasta idiomas o manualidades.
- Haciendo crucigramas o sopas de letras.
- Escuchando, aprendiendo o ejecutando música.
- Leyendo. Leer libros involucra desde el lenguaje, el significado, la emoción hasta la imaginación, es decir, múltiples neuronas y múltiples conexiones.
Pérdida de memoria
Usualmente se dan problemas específicos:
- Si se tiene una demencia del lóbulo frontal, se van a tener alteraciones en la capacidad de planeación.
- Se puede tener una memoria muy buena a corto plazo, pero tener problemas al ejecutar.
- Los problemas en la región parietal afectarán la integración de la información
- Los problemas en el lóbulo temporal afectarán la memoria participacional y daños en el hipocampo dificultarán la atención.
Así, por ejemplo, cuando se olvidan los nombres de las personas o de los objetos puede que haya problemas para nombrar (olvidar que el teléfono se llama teléfono o que ese nieto se llama Juan) o problemas para encontrar significados (llamar televisor al computador sin diferenciar los usos o decir qué perro tan lindo, cuando es un gato).
La amnesia es la alteración en las casillas de almacenamiento de información o de esos puentes o conexiones neuronales. No es una condición global, sino una falta de información en diferentes niveles, para números, palabras, contenidos en secuencias estructuradas, etc. Puede ser anterógrada (de los eventos que se dieron cercanos en el tiempo) o retrógrada (amnesia de momentos pasados).
Puede deberse a varios factores:
- Que los eventos que se desarrollaron no se fijaron en la mente
- A condiciones emocionales que impiden evocar de una forma adecuada
- A niveles altos de cansancio o falta de sueño que no permiten recoger esa información apropiadamente o a enfermedades mentales.
Tres datos sobre la memoria
Procesos automáticos
Hay una serie de información procedimental que se va formando y se archiva en la profundidad del sistema (lavarse los dientes, manejar una bicicleta o un carro, nadar). Son procesos estructurados que tienen una velocidad, orden, generación y procesamiento de la información específicos. Cuando intentamos volver consciente un automático, este se bloquea, ya que le estamos sobreponiendo otro proceso (el de hacerlo consciente) que interfiere con su ritmo natural.
Los genes de la memoria
Existen genes facilitadores de los procesos de memoria, sea en la fijación de los recuerdos o en la generación de circuitos de corto plazo. Ellos aceleran los procesos si hay un estímulo emocional, modificando las neuronas que intervienen. No todas las personas los poseen por igual y no se presentan en todas las áreas. Cuando se habla de alguien con memoria fotográfica, posiblemente sea porque tiene este tipo de genes que intervienen en su memoria visual.
La neuroglia, tan importante como las neuronas
El equilibrio en el sistema complejo que es el cerebro resulta fundamental. Se necesita el que controle el microambiente en coordinación, alimentación, sacar residuos, oxigenación, protección o metabolismo y estas funciones las realizan las células de la neuroglia que son el complejo que acompañan las neuronas:
- Los astrocitos proporcionan un marco de sostén, son aislantes eléctricos, limitan la diseminación de los neurotransmisores y almacenan glucógeno.
- Los oligodendrocitos producen la mielina e interactúan con el axón de la neurona para que pueda regenerarse.
- Las células microgliales protegen las células del cerebro de cualquier infección
- El epéndimo contribuye al flujo de líquido cefalorraquídeo.
La idea es garantizar que lo que consumimos sea bueno para la microglia y por lo tanto para las neuronas del cerebro.
Fuente: Basilio Vagner Ramírez, M. D. Neurólogo.