Alimentación sana: el mejor combustible para la salud de tu cerebro

Elegir una dieta saludable trae beneficios a todos los órganos de nuestro cuerpo. El cerebro, por supuesto, encabeza esta lista. ¿Qué alimentos elegir  para cuidarlo y preservarlo? Aquí te contamos cuales.

La relación que existe entre la nutrición y la función cerebral es determinante para nuestra salud. Desde que nacemos, una alimentación adecuada tiene una alta incidencia en la manera en la que este se forma y desarrolla.

Comiendo sano potenciamos sus funcionalidades, en especial la capacidad de nuestra memoria para retener y recuperar información de forma voluntaria. Además, lo fortalecemos para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Te compartimos algunos buenos hábitos que puedes aplicar en tu nutrición para mejorar el rendimiento de este órgano.

Alimenta tu memoria

El tipo de grasa y los antioxidantes que aportan alimentos como el pescado, el cacao, el té y los arándanos protegen las neuronas y las conexiones entre ellas. Por esto, la presencia de estos nutrientes en nuestra dieta previene las enfermedades que tienen impacto en la memoria, como el alzheimer o la demencia senil.

Dados sus beneficios para nuestra salud cerebral, se recomienda empezar a consumirlos desde edades tempranas, e incluso desde la gestación, ya que estas patologías no se manifiestan de manera inmediata sino que se van formando con el paso del tiempo.

Elige mejores carbohidratos

Por su contenido  de glucosa, los carbohidratos suministran gran parte de la energía que nuestro cerebro necesita para funcionar. Sin embargo, es importante saber elegirlos, pues su consumo en exceso y la presencia de azúcares pueden ocasionarnos enfermedades cardiovasculares.

Lo ideal es integrar a nuestra dieta aquellos que son integrales o que vienen en granos enteros, como las frutas, los cereales, las leguminosas, los  fríjoles, las lentejas, los garbanzos, la avena, el arroz, el pan, las pastas integrales y la quinua.

Dile sí a los vegetales verdes

La dieta MIND, que es una de las tendencias alimenticias más atractivas por incluir alimentos ricos en calcio, potasio, magnesio y fibra, influye notablemente en el retraso del envejecimiento cerebral y el desarrollo de enfermedades.

Esta tendencia alimenticia es un híbrido entre dos estilos de dietas:

• La alimentación mediterránea: en la que predominan las grasas saludables como el aceite de oliva, el pescado (salmón, trucha y otras sardinas ricas en omega 3) y los vegetales de hojas verdes, como la espinaca, el brócoli, la lechuga y la col rizada.
• La dieta DASH, igualmente rica en vegetales, pero con menor proporción de productos procesados, dado el alto contenido de sodio de estos.

Tip: consume, por lo menos una vez al día, vegetales de hojas verdes, para que te proporcionen los antioxidantes necesarios para tu salud cerebrovascular y cardiovascular.

Consume grasas saludables

Aunque exista la idea de que las grasas son un alimento que debemos evitar, la realidad es que no todas son perjudiciales para el organismo. Existe un tipo de estas  que son saludables y que son un factor clave para el cuidado de nuestro cerebro.

El aceite de oliva es una de ellas y es conocido por su poder antioxidante. Además, si bien es cierto que al cocinarlo puede perder un poco este atributo, sigue conservando su calidad para la salud de nuestro sistema cerebrovascular.

Toma un bocado saludable cada tres o cuatro horas

Una alimentación saludable tiene la ventaja de sostener los niveles de energía del cerebro en un punto ideal. Aunque el cuerpo de todos no funciona igual, es posible que experimentes dolor de cabeza o disminuya tu rendimiento mental cuando pasas mucho tiempo sin comer, lo que se debe a que tu organismo, al no recibir alimentos, deja sin glucosa el cerebro. Por eso, lo recomendable es que consumamos algún alimento cada tres o cuatro horas, o máximo cada seis.

Complementa tu alimentación con hábitos más saludables

Nutrirse bien no es la única manera de cuidar tu cerebro. Esta práctica debe ir de la mano de otras acciones como la actividad física y el dormir bien, ya que la privación del sueño puede afectar en el largo plazo su funcionamiento, disminuir la capacidad de concentración y promover enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o la demencia senil.

¿Ya alimentaste  tu cerebro hoy? Aplicando estos tips no solo ayudarás a cuidar este órgano, sino que además estás contribuyendo al cuidado de todo tu cuerpo y te estás dando la oportunidad de llevar una vida más saludable.

Fecha de publicación: diciembre 15 de 2021.

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