Acciones para dormir bien y tener una vida más saludable

Dormir de siete y media a ocho horas al día es vital: tu mente se recupera del desgaste ocasionado durante el día, se restauran las células del cuerpo, se reparan los tejidos y se balancean las hormonas.

Es momento de poner la lu​pa sobre una actividad fundamental para el bienestar: dormir. Durante el sueño se completan los procesos de flujo de la sangre, atención y memoria. También se libera la hormona del crecimiento, es decir, si no durmieras, todo eso no ocurriría correctamente y tu cuerpo no podría funcionar.

A pesar del papel protagónico que tiene el sueño en tu vida cotidiana, es normal que cuando necesitas hacer rendir más el tiempo o cuando requieres horas extras para realizar un trabajo ocasional, el sueño es el primer “recorte” del que echas mano. Esta decisión es contradictoria en sí misma, pues la ciencia demostró que si quieres rendir mejor, ser más creativo y sacarle el máximo provecho a cada hora laboral, dormir bien es una de las fórmulas más efectivas, un ritual del que no puedes prescindir sin que tu salud sienta las consecuencias.

“Duermo mal y no pasa nada”

Percepciones como esta dan origen a una higiene del sueño deficiente y te llevan a la fatiga, es decir, a la pérdida de la alerta y la capacidad de hacer algunas tareas de manera segura. Por ejemplo: conducir.

Las pequeñas o grandes desatenciones en el cuidado del sueño pueden acumular afecciones de tres tipos. Si padeces alguna de estas, es importante que le prestes atención:

• Emocionales: irritabilidad, cambios en el estado del ánimo, depresión, frustración, arranques de ira, impulsividad, consumo de sustancias psicoactivas.
• Cognitivas: concentración y atención disminuidas, escasa comunicación, problemas con la memoria del corto y largo plazo, lentitud en el tiempo de reacción, disminución de la creatividad, toma de decisiones alterada, baja productividad.
• Salud física: diabetes, cáncer, obesidad, inmunidad comprometida y gran posibilidad de tener microsueños, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.

Síntomas de que no estás durmiendo bien

Si estos signos persisten, debes consultar a un médico, sicólogo, neurólogo o somnólogo para que te ayude a detectar el problema.

• Roncar.
• Despertarse a mitad de la noche y no poder conciliar el sueño.
• Padecer de dolores de cabeza crónicos.
• Mantener un ánimo inadecuado.
• Baja energía.

Si tienes temor de consultar porque te serán recetados fármacos para dormir, ten presente que esta solución no es la primera línea de tratamiento para las situaciones relacionadas con la fatiga. En un primer momento, el profesional trata de ayudarte a restablecer tus hábitos de sueño, a entender cuáles son las causas específicas de tus problemas y a desarrollar un plan de manejo eficaz.

Acciones durante el día para dormir mejor​​

• ¿A qué hora me tomo el último vaso de agua del día? Dos horas antes de dormir para evitar levantarte durante la noche y romper el ciclo de sueño.
• ¿Hasta qué hora me ejercito? Tres horas antes de dormir para que el cuerpo se relaje.
• ¿Hasta qué hora veo la televisión o el celular? Mínimo una hora antes de dormir.
• ¿A qué hora puedo tomarme mi último café del día? Lo recomendable es tomarse la última taza de café, mínimo, seis horas antes de dormir.

Una siesta de noventa a cien minutos es muy recomendable, pero solo en caso de que tu cuerpo te la pida. Si esto no sucede, no te obligues a hacerla porque estarías creando un hábito artificial.

Fecha de publicación: mayo 13 de 2020.
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