El mejor ejercicio que puedes hacer para dar dirección y significado a tu vida es encontrar tu propósito. Estas son algunas actividades con las que puedes lograrlo.
Ser el director de tu propia vida: eso es lo que te permite tener un propósito. Además, te ayuda a establecer cuáles son tus prioridades reales y a decir no a lo que te aleja de tus objetivos. En los momentos de crisis, tener un proyecto de vida te permite enfocarte en lo que es importante y recuperar el control de tu vida. Por eso te presentamos cinco acciones que puedes poner en práctica para trabajar en ese propósito:
- Ikigai, ve paso a paso: en esta técnica confluyen varios conceptos: lo que amas, para lo que eres bueno, lo que necesitas y por lo que te pueden pagar. Cuando se combinan, tienes claro tu foco, sabes hacia dónde ir, alcanzas tu propósito de vida. El ikigai se logra en cinco pasos sencillos, que cualquier persona puede aplicar y que, con la práctica, son más fáciles de hacer realidad.
- Escribe la historia de tu vida: este es un ejercicio de terapia narrativa que debes escribir en primera persona, a mano o en tu computador. Narra los detalles de tu vida que consideras más interesantes: las personas que te han marcado, tus valores, tus pasatiempos, tus miedos, tus fracasos, tus errores, tus pasiones, las cosas que más te importan, qué te hace único y diferente. Te darás cuenta de que tu vida puede ser mucho más emocionante de lo que creías y encontrarás cuál es tu propósito en la vida.
- Haz una carta a tu ‘yo’ presente: en este ejercicio no vas a escribir sobre ti, sino que te vas a escribir a ti mismo, a la persona que eres ahora. Piensa en todo lo bueno que tienes, en esas características que te hacen único, en las oportunidades que estás aprovechando y en las que dejaste a un lado, analízalas y da tu punto de vista. En los resultados de esta carta puedes encontrar muchos elementos para definir tu propósito, desde la razón y la pasión.
- Sé famoso por un día: si te preguntaran qué celebridad quisieras ser por un día, ¿qué responderías? Ten en cuenta que no necesariamente tienes que basarte en tu formación profesional o en tu historia personal. Puedes ser la celebridad que quieras: tu escritor favorito, un astronauta de la NASA, un emprendedor exitoso o hasta una estrella de cine. Piensa qué te gusta de esa persona, qué características la hacen distinta a otras y en qué te identificas con ella. Durante el ejercicio te darás cuenta de que esas cosas que admiras pueden ser las que quieres para tu vida y las que te ayudarán a construir tu propósito.
- Haz tu lista de deseos posibles e imposibles: imagina que tienes un mes de vida y en este tiempo un genio te concederá 100 deseos. ¿Qué le pedirías? En tu lista puedes pedir lo que quieras: posibles e imposibles. Puede que empieces por los más frívolos y superficiales, pero a medida que avances en tu lista, irás madurando tus ideas, pidiendo cosas que no has logrado aún y donde muy probablemente encuentres deseos asociados a tu propósito.
El tiempo que tienes en este mundo es solo tuyo: explora cosas nuevas que podrían gustarte, aprovecha las herramientas para cumplir tus objetivos y disfruta cada día que estés vivo.
Fecha de publicación: abril 16 de 20121.
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