Un contrato de arrendamiento determina los derechos y las obligaciones de sus dos partes: propietarios y arrendatarios. Hablamos con Wilson Pino, coordinador de cumplimiento de Seguros SURA Colombia, para entender cuáles son los detalles que no se deben pasar desapercibidos al momento de firmar un documento de esta índole.
Cerciórate de quién es la persona con la que vas a firmar
Esta recomendación aplica en doble vía, lo que significa que tanto el propietario como el inquilino deben investigarse mutuamente por medio de bases de datos de entidades, como la Fiscalía General de la Nación (para conocer si hay antecedentes penales) y Fosyga (para determinar si hay afiliación a una EPS y, por lo tanto, si existe un empleador).
Con el Seguro de arriendo digital, SURA hace el estudio financiero del inquilino y entrega los resultados en segundos, por lo que ambas partes se ahorran tiempo y trámites engorrosos.
Si el propietario prefiere hacer un contrato directo, sin intervención de una inmobiliaria o una aseguradora, debe exigir un codeudor con el fin recuperar el dinero en caso de incumplimiento. Si el codeudor tampoco paga, la única salida es contratar a un abogado. Con el Seguro de arriendo digital, es posible evitar todas esas molestias: se paga solo una vez, no se requiere codeudor, el estudio del inquilino es 100 % gratuito y, si este no paga el arriendo, SURA lo hace sin falta mes a mes. Además, los trámites son digitales, por lo que no hay desplazamientos ni papeleo.
Verifica el estado del inmueble
Ambas partes deben verificar, preferiblemente con la ayuda de una lista de chequeo, las condiciones del inmueble. Esto implica revisar el funcionamiento de llaves, interruptores, sanitarios, tomacorrientes, entre otros elementos, además de comprobar cuál es el estado de armarios, mesones y lavamanos. Luego de la inspección, ambas partes deben firmar un acuerdo sobre la situación general del inmueble.
Define si es posible subarrendar
El contrato debe incluir el compromiso del inquilino a no subarrendar o, por el contrario, la autorización expresa del propietario para que el arrendatario pueda hacerlo.
Además, ambas partes deben estipular cuál será el uso del inmueble, es decir, si será comercial o residencial.
Confirma la posibilidad de hacer modificaciones al inmueble
Es bastante común que los inquilinos reformen la propiedad, sobre todo si llevan muchos años habitándola. Por esta razón, los propietarios deben dejar claro en el contrato que, bajo ninguna circunstancia, el inquilino puede hacer modificaciones al inmueble, como tumbar muros o unificar habitaciones.
Asegúrate de cumplir las normas de la propiedad horizontal
Cuando los inmuebles, independiente de que sean para vivienda o comercio, son parte de una propiedad horizontal, se debe pactar que el inquilino es responsable de cumplir las normas de esa propiedad horizontal. Si estas no se obedecen, se incurre en una causal de incumplimiento del contrato.
Estipula el tiempo del preaviso
En Colombia, lo más común es que los contratos se renueven automáticamente, excepto si alguna de las dos partes expresa que no desea hacerlo. En ese caso, se acostumbra dar un preaviso con tres meses de anticipación en el caso de los contratos de un año y con dos meses para los contratos de seis u ocho meses.
Incluye precauciones para los periodos vacacionales largos
El inquilino debe avisar si va a estar de vacaciones por un largo periodo. De esa forma, el arrendador puede convenir una inspección de la propiedad antes de la salida del arrendatario. Este último también debe tomar precauciones como apagar las redes eléctricas, de gas y de agua, y cerrar bien puertas, ventanas y balcones.
Ten presente la certificación de la red de gas
Ambas partes son responsables de la certificación de la red de gas, un procedimiento que debe hacerse cada cinco años. Esto significa que tanto el inquilino como el propietario deben solicitar y autorizar la inspección para asegurarse de que no haya fugas ni daños.