Planeación financiera para empresas: un paso al futuro
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Planeación financiera para empresas: mirada al futuro

6 noviembre 2020 Sé relevante

Gestionar bien las finanzas le permite a tu compañía alcanzar sus objetivos. Te contamos qué acciones aplicar y quiénes deben estar involucrados en el proceso.

La planeación financiera es una guía que le permite a tu empresa saber a dónde quiere llegar y cómo lograrlo. Si bien comprende temas de ingresos, gastos, rentabilidad, entre otros, no se trata de una tarea exclusiva del equipo financiero, pues todas las áreas deben involucrarse para cumplir las metas.

Si tu empresa construye una estrategia de planeación financiera y uno de los objetivos es aumentar el número de clientes en un porcentaje específico, afirman Marcela Hincapié Mejía, especialista de diseño, y Sebastián Suárez Gómez, especialista en gestión financiera (ambos de Empresas SURA), se requiere que el área comercial elabore un plan de incremento de clientes en un segmento determinado. A su vez, el área comercial necesita que el área de mercadeo cree piezas publicitarias. De esta forma, cuando los equipos trabajan interdisciplinariamente, el cumplimiento es más efectivo.

¿Cómo empezar la planeación?

El propósito de toda planeación financiera es el mismo: definir acciones para alcanzar las metas. Sin embargo, el proceso varía dependiendo de si es para una persona o empresa. Si alguien quiere comprar una casa en dos o tres años debe proyectar cuánto requiere para cubrir la cuota inicial y cuánto para pagar el préstamo hipotecario. En el caso de una empresa, el administrador financiero tiene que pensar en:

  • Que la compañía genere valor para los públicos de interés. 
  • Que sea sostenible en el corto, mediano y largo plazo.
  • Que los márgenes de rentabilidad sean suficientes para cubrir los egresos y el dinero que se emplea para lograrlos.
  • ¿Cuál es el crecimiento que esperan los accionistas?
  • ¿Qué consecuencias tienen las acciones de la organización, a futuro, en la huella ambiental y social?

De acuerdo con esto, los pasos de la planeación financiera son:

Revisar la historia

Antes de planear es fundamental que la compañía tenga en cuenta su pasado: ver cómo se comportaron sus ingresos, costos y gastos, cuál fue su rentabilidad, entre otros valores, con el fin de identificar cómo les ha ido a las estrategias implementadas y qué aprendizajes obtener de ellas.

Define a dónde quieres llegar

Hay que definir el objetivo. Por ejemplo: ser sostenible en el tiempo o lograr unos márgenes esperados reales o una rentabilidad ideal para los accionistas. No es suficiente con que tu negocio “te dé para vivir”, sino que debes proyectarlo: dónde quieres estar, cómo vas a crecer y cuánto necesitas para avanzar. Una vez definas la meta, procura que esté acorde con la realidad del mercado y de la empresa.

¿Qué hacer para llegar allí?

Gestiona las herramientas que tienes a la mano y sé coherente con un plan de trabajo transversal que incluya a las áreas estratégicas. Si quieres optimizar gastos, por ejemplo, debes incluir a logística u otras áreas operativas para que te ayuden a reducir costos sin alterar la calidad del producto o servicio.

Observar el entorno

Analizar el entorno económico y su comportamiento es clave para tomar cualquier decisión financiera, en especial si esta define el futuro de tu compañía. No es coherente plantear un crecimiento alto en el panorama económico actual afectado por la crisis generada por el covid-19. Hay que hacer un análisis del país, el sector económico y los competidores directos para adaptarse y entender que hay muchas formas de transformar la operación del negocio.

Beneficios de la planeación financiera para empresas

Además de contribuir a que tu empresa crezca y alcance lo que se propone, la planeación financiera:

  • Fortalece la reputación: una organización que piensa en el futuro le genera más tranquilidad a diversos actores y los motiva a hacer cualquier tipo de negociación o a establecer una relación comercial.
  • Permite anticiparse: ante cualquier eventualidad, estás preparado para mantener el ritmo regular del negocio porque consideraste, en su momento, distintos escenarios. Al planear, identifica varios panoramas: uno optimista, donde se cumple todo lo que quieres, otro moderado y uno pesimista que, si bien no te permite ejecutar los objetivos, te brinda lo necesario para mantener la empresa a flote.

Fecha de publicación: noviembre 06 de 2020.

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